Don Eduardo

Eduardo ya dio la orden,
a esos pintados de azul,
nadie de aquí le estorbe,
libre la vía de norte a sur.

No le miren a los ojos,
ni hagan mucho ruido,
cumple siempre antojos,
con su cuerno y equipo.

Armado hasta los dientes,
y de modos muy finitos,
El Chato está presente,
valiente y buen tipo.

Many el de cabello pintado,
nunca se confía de la pared,
aunque seas el mejor gallo,
podría alguien embarrarte.

Carlitos Sobrino el tosferino,
cuida con esmero la espalda,
algo es nervioso con el gatillo,
pero con la mira nunca falla.

Es el amarillo para amigos,
con fiel apoyo del Robert,
ya se pasea muy tranquilo,
pues su presencia impone.

Para indiscretos rumores,
que circulan por la región,
Mario padre no se esconde,
confía a muerte en su viejón.

Don Eduardo dice y se hace,
rebelarse más que peligroso,
de cerro al valle saben rivales,
es su mano derecha El Tocho…