Don Quijote y Dulcinea

Si Don Quijote viviera y te viera,
pensaría que Dulcinea no es cosa
de libros, ni de texto, ni de letras,
pensaría en el nombre de esa
manceba adoptada cantabresa,
que liviana como una pluma
y hermosa como una flor,
vuela con la brisa y se posa en mi balcón.

Ella es perfecta
ya os lo digo yo,
brillo hay en sus ojos
y amor en su corazón,
el cual tiene dividido
al igual que lo tengo yo.

La tengo y no la tengo,
que dificil situación
cuando la tengo,
la acaricio y la lleno de satisfacción.
Y cuando no la tengo
la escribo poemas de amor.