Donde el manjar de sus labios es poesía

En las remembranzas que convergen en mi vida,

donde su recuerdo aún vive y sacia mi sed,

los amaneceres calman mi primera vez,

susurran dulces sueños de aquel anochecer.



Ante la sublime lluvia que se dobla en ecos,

ahogándose en los mares de sutiles besos,

siguen lastimando las caricias de sus manos,

no se puede en contra del declive de los años.



En los fulgores celestiales de su vida

donde el manjar de sus labios es poesía

y su almohada ya no es suya, la he hecho mía,

el olvido es lento, se vuelve mi agonía.



Donde todo acaba y solo existe el dolor,

se entrona el silencio que devora al amor

danzando con caretas donde surgen dudas,

como espinas venenosas hiriendo ludas.

Andrés Romo



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Muchas gracias estimado Luzyabsenta por tu preciado comentario a mis letras, saludos amables poeta.
Andrés