Dormida

A Rosana.


Cuando todo duerme,
bajo la noche a lunares,
yo sólo espero
que llegue la madrugada,
y que camines dormida,
descalza, despeinada,
ebria, entre las paredes
y el marco de la puerta,
desde el dormitorio
hasta el cuarto azulejado
por la necesidad.
Y en ese momento
es tan gracioso extrañarte,
y es absurdamente sereno
el grito de tu almohada tibia
pidiéndote que vuelvas.
No hay sonido más preciado
que el de tus pies descalzos
que se acercan presurosos,
con la misma noción del espacio,
pero con multiplicada alegría.
Yo, aunque inmóvil,
festejo el santiamén
que tardó tu naturaleza,
y que se achique por suerte
el colchón que era tan grande.
Entonces,
con despliegue imperceptible,
girás para buscarme,
y mi impaciente inmovilidad
te cubre con sus brazos
recuperando nuestra forma,
que durará hasta que el cielo
se cambie de ropa.

 

así es un placer quedarse dormida...besos con cariño.María.

 

Muchas Gracias María por este comentario tan bonito.
Un abrazo.
Christian.

 

"Hasta que el cielo se cambie de ropa" me ha parecido una metáfora fabulosa. Todo el poema lo es. Saludos.

 

Gracias pecado por estar acá. Un abrazo.
Christian.

 

Hermoso poema, un gusto leerte, besos y soles.Pato.

 

Gracias Pato por pasarte y leerme.
Un abrazo.
Christian.

 

"No hay sonido más preciado
que el de tus pies descalzos
que se acercan presurosos,
con la misma noción del espacio,
pero con multiplicada alegría."

Aplausos, aplausos, aplausos. Geniales estos versos. Un fuerte abrazo.

 

Inmensas gracias Salvador por tus palabras. Siempre me dibujas una sonrisa.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Christian.

 

JAJAJAJA!!! Anis!!! Tenes esa cosa de melancolia alegre que me fascina...De lo que tenes que estar segura es que siempre transmitis alegria...ya me fui al carajo y te saludo desde alli.
Un abrazo.
Christian.

 

Inmensas gracias por tus palabras Lunis...ya me conoces...soy medio duro para estas cosas...
Un abrazo.
Christian.

 

Gracias otra vez Rosmery por tus comentarios. Un placer que estes acá.
Un abrazo.
Christian.

 

A Rosana


Cuando todo duerme,
bajo la noche a lunares,
yo sólo espero
que llegue la madrugada,
y que camines dormida,
descalza, despeinada,
ebria, entre las paredes
y el marco de la puerta,
desde el dormitorio
hasta el cuarto azulejado
por la necesidad.
Y en ese momento
es tan gracioso extrañarte,
y es absurdamente sereno
el grito de tu almohada tibia
pidiéndote que vuelvas.
No hay sonido más preciado
que el de tus pies descalzos
que se acercan presurosos,
con la misma noción del espacio,
pero con multiplicada alegría.
Yo, aunque inmóvil,
festejo el santiamén
que tardó tu naturaleza,
y que se achique por suerte
el colchón que era tan grande.
Entonces,
con despliegue imperceptible,
girás para buscarme,
y mi impaciente inmovilidad
te cubre con sus brazos
recuperando nuestra forma,
que durará hasta que el cielo
se cambie de ropa.


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Todo duerme bajo los ropajes de la noche. Todo menos el amor y tu poética.

Un gran abrazo. Estrellas y Felicidades.

 

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Todo duerme bajo los ropajes de la noche. Todo menos el amor y tu poética.

Un gran abrazo. Estrellas y Felicidades.[/QUOTE]


Gracias Ciela por tus comentarios. Siempre es un placer recibirte.
Un abrazo.
Christian.

 

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Todo duerme bajo los ropajes de la noche. Todo menos el amor y tu poética.

Un gran abrazo. Estrellas y Felicidades.[/QUOTE]


Gracias Ciela por tus comentarios. Siempre es un placer recibirte.
Un abrazo.
Christian.

 

Muchas gracias Julia por pasarte por acá y por tu comentario.
Un abrazo.
Christian.