Dormir...

DORMIR...

Hay un grito atorado en silencio que espanta.
Un requiebro de silbos que asusta en el alba.
Angustia, incertidumbre y miedo.

Hay que acabar con esta malsana espera
y que venga la sentencia en expedientes de ramas.
Hurgo entre las cosas en busca de respuestas.
Reviso en mis adentros para encontrar una salida
y solo hay laberintos que espantan y detienen la huida.
He quedado tan sola y no es lamento mentiroso.
No es una forma de dar lástima, no es solución ni quiero.
Es la impotencia ante una realidad engañosa no advertida.
Vivir así, llena de inquietudes cuando sobran las ganas
de descubrir mundos que existen y que no se han visto.
Se cuentan las pisadas aciagas perdidas en el cemento
de calles bulliciosas en donde más se nota la tristeza.
-No falta nada- cualquiera diría y estaría equivocado
porque nadie ve en la soledad más impía del interno,
en una jaula de rejas litiadas de la que no puedo escapar.
Es incierto el vuelo solitario de una paloma habituada al límite
y afuera no saber cómo guiarse en los Puntos Cardinales,
aunque muchas veces en forma atrevida haya emigrado.
Pasa la vida etapa por etapa esquivando alguna
en salto arriesgado y cayendo en terreno no deseado.
La inocencia de infancia sin pausa ni apuros.
Adolescencia con reguero de temores pero de frente
y la joven adultez entregada a las razones de los actos.
Hoy miro mis palmas y están vacías de motivos.
No sirve que aún haya suavidad si no acarician;
tampoco es cuestión de entregarlas con desgano solo por llenarlas
si no está la mágica presencia de un deseo que provoque.
Esquivo fue el amor por ambicionarlo siempre mejor.
Cuando me cobijó en su sombra, surgió de nuevo el absurdo
de cortar una flor y dejarla secar sin agua en un florero.
Me aturde el ruido de las calles y lo prefiero a la nada de paredes vacías
donde solo habitan fantasmas y me cansa su compañía.
Tal vez, viví con demasiada prisa, hoy me sobra el tiempo, me alcanza vida
y la inseguridad me ata de pies y manos por no aprender a vivir sin amparo.
Escucho enredo de voces que hablan de cosas que no entiendo,
Me esfuerzo tanto por salir corriendo y si encuentro la puerta abierta
me visto de cobardía y de nuevo entro, aunque no haya luz ni fantasía adentro.
Espero con ansias la noche para ocultarme en mi cama y dormir.
Siempre quiero dormir, no ver más los días desnudos burlándose de mí.
Solo quiero dormir…

Margarita
28/12/2013






Todos los derechos Reservados
Prohibida su reproducción parcial
y/o total por cualquier medio
©
Inscrpción: 204.688
​

 

Creo conocerlas y sentirlas, se sienten por diferentes circuntancias, a mí la mirada de mi ángel me suaviza cualquier sentimiento de esos, pero bueno ya ccrecerá y a lo mejor algunas se apoderen de nuevo, Saludos y un abrazo.

 

Soberbio y hermoso poema. Intenso, escrito con la impotencia
de un realidad engañosa no advertida, y poniendo el corazón.
Cuando tengas una flor nunca olvides regarle con mucho amor.
Un besote, que llegue a Valparaíso como una Margarita.

 

Me dejas con la boca abierta, que maravilla de poema.
No sé si esos días son como algunos que suelo tener yo
y a los que suelo llamar días tontos. Pero al final el sol
vuelve a salir al día siguiente. Me ha encantado.
Un fuerte abrazo y feliz año nuevo.
Santi.

 

WOW Margarita
Hermosa y muy profunda manera de sacar los sentimientos que avivan dentro de uno,
creo que cualquier comentario que agregara opacaría tan sentidas y profundas letras
Te dejo mi admiración a tan sinceras pinceladas con las cuales nos identificamos
muchas personas Un abrazo y reputación si me lo permiten, Lluvia de Bendiciones y Buenas vibras

 

Vuelvo para decirte que no pude dejarte reputación pero igual te la mereces
Un abrazo sincero y Bendiciones de Alma Soňadora y gracias por compartir es un placer leerte

 

No había tenido la oportunidad de leerte, que yo recuerde, pero nunca es tarde para hacerlo. El final encierra todo el sentimiento. Un gusto haber pasado por acá. Bendiciones y estrellas.

 

Querida Elisalle, este poema se siente profundamente triste, hay dias o acontecimientos que hacen que las manos se sientan vacias y el alma muy triste, soledad, decepción que sevyo, lo que se es que espero de todo corazón las letras sean una catarsis que calme y la esperanza siempre se renueve. Un abrazo hasta tu orilla !

 

Me ha encantado, me has hecho entrar en tu sentir, expresando cada idea muy bien, cercana y diáfana, con un estilo que me ha gustado mucho.
Un abrazo!!

 

Sé de lo que hablas, créeme que lo se A veces dormir te libra de absurdas realidades,y dolores tantos que no podemos vivir,Dios,que la gente no entiende,que hay cosas pesadas que simplemente el alma no puede,no puede continuar.
El amor es una querella y es una pena,la gran pena buena de esta humanidad. MIS SALUDOS repu merecida

 

Primero me chocó esta poesía por la cantidad de versos. Después nuevamente por notar que en su totalidad está compuesto por versos cargados de sentido, de contexto.
De principio a fin me sumió en un estado por el que alguna vez pasé, que a veces trato de evitar, pero que tiene su belleza. Quizá esas ganas de dormir sean la otra cara de esta vida que nos apresura a vivir. Estamos llenos de vacíos; cuando descubrimos que nuestros caminos giran en círculos, que llevamos tanto tiempo insistiéndonos en caminar que ya hemos olvidado para qué lo hacemos, paramos un momento y nos mareamos, se nos nubla la vista y la única opción es cerrarnos sobre nosotros mismos en el sueño, rogando (o quizá no) para despertarnos lúcidos y con un camino a elegir en la inmensa perpetua encrucijada.

Me encantan estas líneas que has escrito, Elisalle. Completa descripción, variada. Ante un análisis lento noto que hay mucha filosofía, visible y escondida... da que pensar, es una enseñanza de vida.

 

No me explico, amigos, cómo es posible que poemas pasados, prácticamente desde que empecé
a retirarme un poco de las redes para empezar con una poesía compartida en el instante real, con
personas que pude tocar; cuando empecé a aprender a llorar de emociones entre compañeros
de otros lugares y mi vida dio un vuelco en ciento ochenta grados, yo abandoné hijos aquí y
que ustedes están descubriendo, como en tu caso LUZYABSENTA. Los otros comentarios los veo
antiguos y los veo lindo, llenos de complicidad, de algunas identificaciones y cosas valiosas
que en este momento me motivan a levantar cabeza. A identificarme a mí, devuelta mi la imagen
desde esos mismos espejos. Me pregunto: ¿Cómo no pude volver a tiempo para consolar a este hijo
lleno de desmotivaciones que dejé escrito y entregado a su suerte? Gracias por haberlo cobijado.
Gracias a todas las personas que han llegado y han comentado porque hoy también me han hecho
el favor de encontrarlo, con cuatro años más y mis ganas de abrazarlo y no abandonarlo son infinitas.
Me ha emocionado profundamente LUZYABSENTA. Muchas gracias. Un abrazo para ti y para
todos si es que llegaran a saberlo.