Dos mil años atrás

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Hace más de dos mil años, en un apartado pueblecillo, de la lejana Galilea de los gentiles, habitaba con sus padres, una adolescente de sueños infantiles. Ana y Joaquín eran los nombres de los padres de la niña Mariam o Miriam, o tal vez la llamarían María, como en griego su nombre se decía. Pura e inocente nuestra niña María, en los quehaceres diarios, en los juegos infantiles, veía transcurrir la vida. Hasta que un día, nuestra dulce muchachita, una visitación inaudita tenía, un ángel llamado Gabriel con palabras de loa le saludaba, mientras su corazón adolescente al escucharle temeroso temblaba ​

Este ángel le anunciaba a la niña adolescente, que del cielo El Dios Omnipotente, la haría madre de Su único Hijo, Jeshua le pondrían por nombre y Su misión sería, dar salvación a los hombres. Y así fue como nueve meses después, en una gruta cualquiera, de un pueblo de Judea, llamado Belén de Efrata, entre sus hermanos la mas pequeña, un hermoso niño nacería, entre una mula y un buey que su calor le daban, en una noche estival algo confusa y fría. El principado sobre Su hombro, Dios Fuerte y Poderoso, Príncipe de paz, Admirable, Consejero, Padre Eterno, son algunos de Sus nombres y el pueblo que andaba en tinieblas, a los que moraban en tierra condenados a muerte, gran luz para beneficio y salvación les resplandeció en suerte. ​

Envuelto entre pañales, humilde y sencillo, a este mundo perdido, un niño les fue nacido. Chiquitito y frágil desde los brazos de Su madre, escuchaba el canto de los ángeles, asombrados Sus ojillos veían el mundo que le rodeaba. El niño Jesús con Su valioso equipaje de amor, en esa noche jubilosa llena de eternal fulgor, de la humanidad la mas hermosa, de los pastores la visita de adoración veía, de algunos sabios persas, mirra, incienso y oro como ofrendas recibía y quizás hasta hoy en día, esos serían los pocos regalos de amor y admiración que el Señor en esta tierra obtendría. ​

Después de mas de dos mil años, hoy Su nacimiento conmemoramos, pero…nos olvidamos, que aquel frágil y precioso niño, en una cruz moría algunos años después, sin gloria, burlado, por los suyos abandonado, vilmente escarnecido y hasta la hiel mortificado. En ese sitio Gólgota o Monte Calvario llamado, en donde como Su mejor regalo, ofrendaba por nosotros Su vida, el hermoso niño que treinta y tres años antes en Belén nacía… Y ahora cuando Su advenimiento recordamos, con pompas, con fiestas, comidas, música, adornos, licores, planes nuevos y quizás nuevos amores, preguntó yo... ¿Y…que regalo nosotros a El le damos, a donde fue a parar Su honor, a donde la gratitud, que cosa al Dador de la vida le damos, que es lo que al Cordero de Dios hoy le ofrendamos?...
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Con muchisimo cariño para todos los poetas y poetisas de Mundo Poema, deseandoles una muy feliz Navidad, y que La Luz de Aquel que nació en Belen para treinta y tres años despues morir en una Cruz por nosotros, les alumbre hoy y siempre,

Vuestra amiga que os quiere, Daly​

 

Diré simplemente: a poner el arbolito y a encender esas luces. Felices fiestas navideñas, poeta.