Dudas, errores, ¿aciertos?

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Dudas, errores, ¿aciertos? (El soneto, a partir del cuarto verso, si se fija el lector, es una décima de arte mayor)

¡Por los dioses! Ahora, en mi vejez,
se despiertan las dudas sobre todo;
ya dudo si adoré al bien, o al lodo,
si a la espiga dorada, o a la hez.

Quizás es que la duda es madurez,
e invita a caminar, codo con codo,
en el peregrinar, buscando el modo
de erradicar las sombras de la tez.

Recorriendo el sendero a mi niñez,
la memoria tropieza en los errores
cometidos, algunos, por temores

restringentes, mas otros, abonados
por falaz ignorancia, y afiliados
al déficit común en perdedores.

José Galeote Matas (España)​

 

Me ha gustado mucho el soneto, José; llenos de dudas estamos y cuanto mayores, si más sabios (que no siempre), más dudas tenemos pues la sabiduría viene de la interrogación y de las dudas... y de intentar saber más resolviéndolas.

Nuestra vida, es cierto, está llena de errores pero la torpeza no está en tenerlos sino en no aprender de ellos.

Lo que sí te diría, pasando ahora al plano técnico, es que esta frase que dejas al comienzo:

yo la modificaría así: el soneto, a partir del cuarto verso, si se fija el lector, es una décima.

Porque yo diría, José, que lo que has hecho es una décima de arte mayor precedida por un cuarteto que tiene las mismas rimas que el primer cuarteto de la décima. Bueno esto amigo es, naturalmente, mi forma de ver este original trabajo poético que, insisto, me ha gustado mucho.

Mi felicitación y un abrazo.

 

Hola José, creo que cuando llega la madurez, nos damos cuenta que en nuestro peregrinar de interrogantes y de errores tenemos algo que aprender. La madurez no es un estado cronológico, para mí en mi humilde mirada; hay hombres pasados los 60 años donde no hay madurez, y encontrado sabiduría en personas muy jóvenes. Es una apreciación personal. Me desconcierta el último terceto. ( palabras como ignorancia, perdedores) No creo que se refieran a ti. En la niñez generalmente, es donde somos puros y limpios, no veo ignorancia y por qué sumarse a perdedores, cuando lo mejor esta aquí en el presente, y en el devenir.Hay un poeta que dice " lo mejor de la vida siempre es mirar el presente y
lo que está llegando" Un beso en alas de tus vientos.-

 

Gracias, mi buen Juan Ramón, por esas palabras, muy acertadas en lo referente al contenido; comulgo con ellas, y muy adecuadas respecto al continente; he modificado el encabezamiento tal como tú me lo has sugerido.
Y sí, a medida que avanza el tiempo me doy más cuenta de que en la juventud, la duda apenas existía, jajajaja, y creo que es por aquello de que ""la ignorancia es la madre del atrevimiento"", jajajajajajajajajajajaja. Las canas me hace ver con mayor claridad, jajajaja.
Va un fuerte abrazo, querido amigo.

 

Yo creo, amigo José, que por regla general, a partir de cierta edad empezamos a reflexionar, aunque no sé qué nos induce a ello. Con algo orgánico debe de tener que ver, algo que se deteriora con la edad sin duda, porque a mí nunca me dieron miedo las montañas rusas, por poner un ejemplo festivo, y ahora no me subo a una de ellas ni bajo amenaza de celibato extremo.

Un abrazo, com cariño como siempre.

 

Gracias por esas palabras tan serenas y acertadas, Catia bonita. Referente a la ignorancia, sí lo digo por mí, pues me doy cuenta de que he sido ignorante en cosas en las que debería haber sido más sabio; respecto a perdedores, lo digo en general, en plan poético, pues aún no me considero tal, pues sigo en la brecha del día a día, luchando sin cesar contra lo negativo exterior, y contra lo negativo que anida en mi interior.
Me ha gratificado mucho tu asentado comentario.
Besos, hermosa flor allende los mares, besos en alas de los vientos.

 

Jajajajajajajajajajajajaja....""ni bajo amenaza de celibato extremo"", jajajajajajajajajajajaja. A mí me pasa lo mismo con las montañas rusas, tal cual dices, de joven, a todas ellas, y ahora, me dan pánico, jajajaja, peeeeeroooooo, si a mí me amenazan con el celibato extremo, entonces, subo a una de ellas sin dudarlo, así me muera de miedo, jajajaja, pues más miedo me da el celibato extremo, jajajajajajajaja, si me convierten en célibe, entonces, sí que me muero, seguro, jajajajajajajajajajajajaja.
Gracias, querido Luis, por tu presencia, y por la alegría que me has dado al verte en mi espacio.
Te envío un muy fuerte abrazo.

 

José, mis palabras son serenas porque vienen del alma, y que has sido ignorante hasta me ofende, porque no estás respetando tu divinidad.
Allende de tus Sierras has venido a esta tierra, con todo lo que necesitas.No hay nada negativo en tu interior, sino, no serías el poeta que eres. No es que yo sea un ser especial, soy bien humana todavía y percibo la vida desde la carne, pero también percibo mi alma. Mis poemas andan por ahí sueltos en mi humanidad, pero nunca desprovisto de la esencia .
Disculpa, puedo ser muy apasionada en este comentario pero nunca violenta.
Un abrazo y que el universo reparta.
P.D. No cometas el error de negar lo maravilloso que hay en tu interior, no cometas el peor de los errores, el de hacer silencios.

 

Nada que disculpar, al contrario, tu comentario es bálsamo para mi ánima. Gracias por esas profundas palabras.
Besos, preciosa, besos en alas de los vientos.

 

Muy bueno, José. Aunque no lo entiendo porque me falta edad ( madurez) jajaaaa.
Un gusto pasar por tus letras.
Un abrazo.

 

Seguir preguntándose en la madurez es sinónimo de lucidez. Así que a exprimir cada neurona hasta las últimas consecuencias. Saludos, José.

 

Jajajajajajaja, edad, seguro que te falta, podrías ser mi hijo, jajajaja; pero madurez, seguro que no, jajajajajaja.
Gracias por pasar y dejar tu simpatía.
Un fuerte abrazo, querido amigo.

 

Alentadoras palabras me dejas, querido Sergio.
Gracias por tu visita, y por ese estimulante comentario.
Un fuerte abrazo, buen amigo.