Dueña de mi corazón

Dueña de mi corazón febrero 20 07

El tiempo transcurre delicadamente,
trata de pasar sin despertar la razón,
mientras contemplo el ocaso tranquilamente,
y me doy cuenta del palpitar del corazón.

Este corazón que solo vive por su amor,
este amor que a cada momento produce emoción,
mientras la hermosura se apodera de la tarde,
regresan a mi memoria razones para amarle.

La forma en que se entrega incondicionalmente,
cuando me mira tiernamente,
lo hermosa que se ve mientras duerme,
lo nervios que me dan cuando expresa lo que siente.

Este amor que nos llena, que nos alegra,
nos endulza, nos deleita,
con su sencillez y su complejidad,
con su sabiduría y su ingenuidad.

Nuestro amor pícaro a la vez tímido,
interesante, intenso,
incomparable, inmenso,
sin toque de queda, no restringido.

A cada instante renovado, mejorado,
infinitamente hermoso,
pasar el resto de mi vida a su lado,
llena de momentos preciosos.

Le amo y no me bastan las palabras,
no miento, no me bastan,
sentimientos indescriptibles,
palabras que aun no existen.

Para expresar aspectos de nuestro amor,
este amor que llena de alegría mi corazón,
que le ha dado a mi vida un nuevo color,
que pone a prueba en momentos la intuición.

Descifrar sus deseos mi juego predilecto,
quiero complacerle en todos los aspectos,
preciosa, es de mi corazón los cimientos,
le amo con sus virtudes y defectos.

Aunque este ciego ante ellos,
le amo tanto que simplemente no los veo,
con un amor sumamente intenso,
que adentra la pasión en estos versos.

Que quemarían este papel si pudieran,
amarte más eso quisiera,
hasta que lo demasiado sea lo necesario,
deseo amarte a tal grado.

El ocaso recibe a la noche y regreso de ponderar,
de mis sentimientos derramar,
y me atrevo a augurar,
que nuestro amor a de durar.

Por el resto de mi vida,
saber que es mía,
con palabras recién creadas declararle mi amor,
solo con el propósito de exaltar a la dueña de mi corazón.