Duende.

Cuando duermo pasea el subconsciente
y en niñas lindas se mete sonriente,
igual que el de ellas muy rápido aprende
y lo miras disfrazado más pronto de duende.

¿A dónde van los duendecillos yo pregunto?
¿A dónde niña dulce si eres tierno encanto?,
mis sueños van contigo donde siempre fueras
y yo también iría si tú amablemente permitieras.

Me gustan tus palabras que evocan fantasía
concedes a mi imaginación dicha y alegría,
si algún día corazón, tú soñaras despierta
quisiera ir contigo sólo deja la puerta abierta.

Demos un paseo por el inmenso universo
mientras yo escribo tú me inspiras un verso,
nos podemos alumbrar con una estrella
ante el haz de luz te diré lo que eres; niña bella.

Podemos ir a Saturno a girar en sus anillos
igual que en la feria como felices chiquillos,
más tarde ya en la luna mientras tu suspiras
pedimos que te preste sus aretes unas horas.

Y luego cuando ya estemos de regreso en la tierra
me dejas que te cante melodías de guitarra,
y mientras tú comes un sabroso pan con nata
yo te llevo corazón una dulce serenata.

Te vistes elegante con tu vestido amarillo
yo sigo igual con mi traje de duendecillo,
tenemos que marcharnos, ya viene la alborada
con un beso te despido mujer enamorada.

bohemio​

 

Soy un viejo con corazón de niño, por ello te envío un cálido abrazo con mucho amor y cariño, otro pensamiento de duendecillos Hada amiga.

Duendecillo.

Ya es noche espero empiecen
siempre espero al hombrecillo,
espera a oír el canto del grillo
igual que todos me conocen,
era un duende, duende pillo
de los que en sueños aparecen,
si ven que duermo hasta se mecen
buscando algún bocadillo,
cuando los miro enloquecen
van leyendo mi cuadernillo,
tienen su corazoncillo
y en la madrugada desaparecen.

bohemio