Dulce introducción al caos

{Creo en las almas nocivas,
dañinas y malheridas,
rotas y en pedazos,
de pedazos llenos de vida,
que al rozarlo con las yemas de los dedos,
con la piel en carne viva,
arden pendientes de un fuego,
de llamas que nacen y se avivan.

¿Conoces la teoría del caos?,
es aquella que augura,
que hasta el más diminuto detalle,
puede marcar la diferencia.
Que de un beso pueden nacer mariposas,
y del batir de sus alas,
pueden crecer grandes desastres}

Nacimos del vuelo de una mariposa que detiene el tiempo en su batir, creando huracanes, tempestades, creando desastres naturales, como tú y yo.

Somos caos.
Barcos hundidos y ciudades caídas por ráfagas de viento lo suficientemente fuertes para mover las aspas de los gigantes de Don Quijote.
Murallas que cayeron a los pies del pueblo, somos la sangre del inocente, el puñal del asesino, somos cara y por la cara, también somos la cruz.
Por qué alguien decidió, en algún momento de su corta vida, algo tan insignificante, que partió el mundo en dos y de Pangea, salieron continentes.

Somos una dulce teoría, una introducción al caos, una decisión tan mal tomada como la de esa mariposa que bate vuelo, posiblemente a punto de estrellarse contra su inevitable muerte.

Tú y yo, somos ciclones y voragines, tifones capaces de arrasar con la tierra arada, de mover montañas sin ser cuestión de fe, de crear oleajes capaces de hundir las viejas polis. Somos un desabarajuste, tan bonito y doloroso, que a día de hoy, no lo llamaría teoría; Si no, realidad.

Así que en un mundo de siete mil millones de personas, todas con un gen destructivo, el nacimiento de una crisálida, puede causar la extinción del mundo.

 

Nunca más de acuerdo con nadie.
Estupendo!