Duro de pelar.

Eras el yogur que yo más quería.
Pero estabas enmascarada.
Buscabas aparentar que eras rica y generosa.
Primorosa, viviendo un cuento de hadas.


En realidad, eres humana y divina, como todos los demás. No hay fanatismo que sea apropiado.


Pero vibras en sintonía conmigo.
Por eso, no te dejaré escapar, ni que vendas tu alma al Diablo.
Es la Madre Naturaleza la que te brindó el don de la Poesía.
Nunca lo dejes, pues te hace conocer, desde lo micro o pequeño, lo grande o macro.


Yo sigo conociéndome a mí mismo, intensamente.


A veces, me arrastro por el suelo y me pego a las esquinas, para no ser amigo de nadie.
Me camuflo e interpreto diversos papeles teatrales.
Soy como la rana Gustavo: El reportero más dicharachero de Barrio Sésamo.
Y es verdad que me mantengo firme, pues sigo siendo un enigma.


Ahora bien, puedo develarme. ¿ En qué consisto ? ¿ De qué pasta estoy hecho ?





El genio, ¿ Nace o se hace ?
Investigo en el Amor-Bondad y Amor-Sencillez, que hay en nuestros corazones.
Y me topo con que no vale tanto como creía. Es un dato a tener en cuenta.
Claro está que, si Dios fuera un espejo, en él me vería reflejado.


Por consiguiente, el que es necio o torpe, soy yo. En él, rebota, y en mí, explota.


Y te amo, entonces, con lo que me queda de vida.
Que no es mucho.
Osé agredir a nuestro Padre Creador, con mi mente humana y divina,
practicando virtualmente, artes marciales.


Y todo era por mi timidez supina. Siempre soy duro de pelar, porque no doy la cara.