Eco a la distancia

Y un hálito sempiterno se me acercó, me susurró al oído y me trajo mustias remembranzas.

Pasaron por un momento todos mis momentos felices a su lado, su nombre hacía eco a la distancia.

Su fragancia la sentía intacta, el recuerdo del encanto que me provocaba su fragilidad.

Aquel frío metálico familiar que recorría por toda mi espina dorsal (Nunca supe si era de sorpresa, o una reacción instintiva de mi cuerpo vaticinando que se avecinaba algún infortunio) y ese pérfido e indescriptible dolor que se sufre luego del naufragio.

Traté de hablar con mi mente y conciencia dubitativa y devastada.

"Todo se ha ido, déjenme ir, déjenme avanzar, déjenme ser alguien nuevo, ya han pasado dos años "les grité.

De repente: Una respuesta inesperada se hizo escuchar "No es problema de ellos, es problema mío" dijo el corazón.


Manuel Baltodano Caldera
Managua, Nicaragua 2017

 

Las ausencias por amor anidan en el corazón, bello y melancólico poema amigo Manuel. Un abrazo. Paco.

 

Gracias paquito, así es ni más ni menos siempre hay un recuerdo que alguna brecha puede ahondar , un abrazo inmenso para ti y muy buenos días.

 

Late el amor en estos melancólicos y bellos versos Manuelito.
Elegancia en todo su esplendor amigo mío.
Un saludo cordial.

 

Muchas gracias poetisa usted siempre tan amable y amena con tan bellos comentarios , le mando un abrazo fuerte y cariñoso.

 

Saludos gratos para usted poeta, un honor siempre tenerlo en mis humildes palabras.

 

Excelente trabajo donde el corazón tiene la última palabra. Saludos cordiales.

 

Muchas gracias un abrazo cariñoso, se le aprecia su tiempo y sinceridad.

 

Saludos cordiales , el corazón siempre es el que manda, nunca pregunta a la razón ; necio de su parte haha. Saludes y abrazos