Ecos de Amor y Luna

En el ocaso gris,
la noche se despierta,
silencio que aterra,
y la luna observa.
Las estrellas brillan con luz eterna.

Sueños en la bruma,
suspiros que cuentan,
historias de amor,
de pasión y luna.

En un rincón del alma,
guardas la promesa,
de un eterno amor,
que nunca perece.
La vida sigue su senda en calma.

Besos en la arena,
recuerdos que sueñan,
en olas de mar,
canciones eternas.

Sopla el viento suave,
lleva los anhelos,
de tiempos pasados,
de amores sinceros.
El eco de tus palabras aún me sabe.

Rosas en el campo,
perfumes que envuelven,
caricias del sol,
en pieles que arden.

Miradas que cruzan,
caminos distantes,
juntos en un sueño,
de almas brillantes.
El destino a veces cruza y acusa.

Lágrimas de luna,
cálidas y frías,
marcando caminos,
en noches sombrías.

Recuerdos en bruma,
memorias eternas,
que el tiempo no borra,
en almas tan tiernas.
Las sombras se disipan, queda espuma.

Suspiros al viento,
que llevan mi voz,
mensajes de amor,
ecos del corazón.

Encuentros furtivos,
bajo el cielo estrellado,
promesas susurradas,
en el silencio amado.
Cada palabra un suspiro en cautivo.

Ecos en la noche,
susurros que quedan,
en el aire flotan,
historias que ruedan.

Espejos de agua,
reflejan lo eterno,
amores profundos,
en sueños de invierno.
La vida sigue su curso sin pausa.

Notas de una melodía,
que el viento dispersa,
melancolía en clave,
y en tus ojos inversa.

Esperanzas que crecen,
como brotes nuevos,
en el jardín de la vida,
donde plantamos sueños.
Cada día es un renacer que merecen.

Sonrisas al alba,
en miradas que hablan,
sentimientos puros,
que el alma desarma.

La noche se despide,
el sol ya aparece,
pintando colores,
en el cielo y en mi mente.
Los días se alargan, el amor no se pierde.


El poema está compuesto por estrofas que alternan entre dos tipos: una de cinco versos y una cuarteta. La primera estrofa tiene cinco versos: los tres primeros son eneasílabos (nueve sílabas), seguidos por dos endecasílabos (once sílabas). La segunda estrofa es una cuarteta de heptasílabos (siete sílabas). Este patrón se repite a lo largo del poema, alternando entre estrofas de cinco versos y cuartetas heptasílabas. En la estrofa de cinco versos, la rima se encuentra en los versos 2 y 4, y el verso 5 rima con el primer verso de la cuarteta siguiente, mientras que los demás versos son blancos. La rima utilizada es consonante, lo que significa que tanto las vocales como las consonantes finales de las palabras riman de manera exacta. La combinación de eneasílabos y endecasílabos en las estrofas de cinco versos proporciona una musicalidad particular, donde la métrica en sí misma genera melodía, mientras que las cuartetas heptasílabas añaden un ritmo más ligero y breve, creando un contraste con las estrofas anteriores más largas.