Ejercicios extraños-.

Ya perdido o encontrado.

Como buscando en el suelo,

lo que al suelo pertenece.

Quizás una moneda franca,

una cierta modestia en el caminar,

de ti se aventaja; no es que el espíritu

te abandone, es parecido a cuando

de niño, olvidabas a propósito,

el resultado de la ecuación propuesta.

Y te avergonzabas, huyendo, de los lavabos

impuestos. Quizás una alegoría de tu biografía.

Un andar cansado, que se dispersa, ahora

te acompaña. Miras el reloj en cualquier

posición neutra, sólo por mirar, sólo por mirarlo,

como ejerciendo unas dotes extrañas que nunca

poseíste. ©

 

Y otras son dotes instintivas que ni nos enteramos cada vez que las usamos. Un abrazo, BEN.