El águila viene por el oro

El aguila, aterriza en Los Andes,
en San Juan.
Mata al cóndor,
y volando en circulos,
marca el cerro
donde duerme el oro.

Y vienen ellos desde el norte.
Son muchos.
Presurosos como zorros, hambrientos como lobos.
A sobornar al gobernador
que, generoso,
les concede todo desde su trono.

Allá van trepando Los Andes,
con licencia para matar.
Amos y señores,
dónde el cóndor vigilaba antes.

Deben sentirse poderosos
dinamitando en un segundo lo que llevo formarse millones de años.
Deben sentirse como dioses,
contemplando el inmenso foso.

¿Y que ha de quedarnos a nosotros,
que apenas sobresalimos del suelo?
Si las montañas tan altas, tan fuertes,
de pronto las vuelan por el cielo.

Y el humilde, cansado ya de tanto trabajar,
termina por inocente firmando la condena.
El contrato que ha de convertirlo en un faquir.
Trabajar en la mina por unas migas o el hambre.
No hay mucho que elegir.
"¿Que otra me queda?."

Se dirá, cansado de su espalda encorvar.
tal vez sea verdad que haya que morir...
tal vez sólo así uno pueda descansar.

Le prometen bonanza, bienes,
le prometen quien sabe.
Le dicen lo que oír quiere.
Le cuentan lo que les conviene.

Un cuento color de rosa.
El no sabe lo que otros saben.
Que nada quedará.
Pues por todo vienen.

No sabe que lo que el gobierno sabe.
Que nos venden el futuro.
Que pueden salvarnos...,
pero es muy caro.

Lo que el águila sabe.
Que con su cianuro,
envenenan el agua del deshielo.

Y a través de él
la sangre del humilde,
del terrateniente,
del estudiante,
del campesino,
nos envenenan a todos,
a los nietos de los nietos.

Nos envenenan el vino.
A María, a Nahuel, a José,
a Luis a Isabel,
que no tienen ni oro,
ni lo tendrán.
Ni culpa tienen.


Desde allá arriba, desde el norte,
nos envenenan,
Con el aguila bien alto,
vigilando desde el cielo.

Uno a uno, argentinos y chilenos.
A cada uno por su nombre y apellido,
los invitan a morirse.

Ha de ser que de tan alto en el mapa,
deben sentirse dioses.
Deben sentirse.

(Contra la instalación de las minas de Veladero y Pascua Lama con la bendición del gobernador Gioja, gracias a las leyes nacionales promovidas durante los años noventas por Ali Baba y sus cuarenta diputados que "modernizaron" el pais.
Proyectos que utilizarán/contaminarán 460 litros de agua por minuto de los glaciares y manantiales andinos, según la misma Barrick Gold, (la malas lenguas hablan de más de doble) en una provincia donde llueve casi nunca.
En un mundo donde 1.300 millones de congéneres nuestros no tienen accesor al agua potable.) (2006)

 

Bravo poeta del Asfalto. Completamente de acuerdo contigo ya que Pascua Lama también está en Chile. Lo has dicho todo, pero en mi país tienen nombre y son de la corrupta Concertación que gobierna, el famoso ex-presidente Ricardo Lagos concedió los permisos antes de terminar su mandato. Engaño a nuestro pueblo,pero ya se están dando cuenta quién es este mediocre personaje.