El amor que nunca se olvida

Hoy me he pintado los labios de luna
para recordar los amores pasados,
los amores de rosa y margaritas,
grises como la arcilla y las calles arenosas
de la ciudad cosmopolita.

El amor de una mujer es abdominal e interno,
cálido como la brisa costera,
y nunca se olvida
porque hacerlo sería perder la memoria de los antepasados
que pusieron su alma al servicio de la belleza sincera.

 

filosófico, hermosa y bella escritura muchas imágenes que te llevan en un tren a lugares distinto pero que es todo en pocas palabras hermoso, seras grande o ya lo eres, no solo te hace recordar a cada amor sino que te hace sentir amor por el que ahora sentís, es genial

 

Luminosas letras hermosas de una composición divina.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.