El Añejo de Mis Días

Anide en mi refugio una idea sutil y conmovedora
de un mañana tranquilo y acogedor.
Ansío en el otoño de mis días,
la compañía fiel y querendona de mi amor.

Así galopan en la mente los pensamientos del futuro,
como relámpagos tocan mi corazón y encienden la fantasía.
En ella me hallo junto a la costilla de mi adán,
caminando de la mano por senderos,
sosegados junto a jardines de rosas.


Así imagino el añejo de mis días,
Envejecida… junto al hombre que amo.