El anhelo del Greco Marino

Y cuando a mi me lleven, se apaguen los colores
y me muestren aquellos campos dorados
en donde flores renacen y el espíritu de acomoda
lugar preciado por mi vida tormentosa
avanzaré con agrado hacia aquel nuevo mañana

de miles morada y donde no hay penitencia
donde mora la esencia de aquellos seres divinos
Aquiles y Heródoto, Zeus y Poseidón
los dioses queridos que defendemos con honor

otrora crucé el Egeo, Ática y demás
y aprendí que no hay deseo mas audaz que bajo lúgubre mirada
atravesado por espada y mil amores mas
disfrutar ambrosía y dulce estadía, en los Campos Elíseos

y cubierto en deseos como iluso enamorado
ilustrado por las musas aquí yo he cantado
navego por mares agrios con dulces destinos
y cuando mi camino pactado por las Moiras, se haya consumido
plácido llegaré a los Campos Elíseos