El Anticristo.

Entre oleajes de sangre
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en la curva de la luz
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en los momentos de los relieves de las cúspides agujereadas
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en los momentos de hipnosis
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en las calaveras de mundos salpicantes
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y en la tierra que hace énfasis con las alineaciones del universo infernal
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aparece el temido Anticristo,
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ahí aparece la huella que borra las caras
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esas siluetas que gimen en la oscuridad
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en las plazas del infierno humillante
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en la tierra que todo lo da
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en la esencia girada a la muerte
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en la escena que gravita sin final
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en las llamas que agiliza la cúspide
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y en terreno que viene y va
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en las camas que tuerce el diablo
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que gravita la fuente del mal
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en las palabras que arden en sus cielos
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y en las fantasías que ciegan su luz
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allí donde espera su lanza
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que la clava en los cuerpos de cristal
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que se rompen las fases de un sueño
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y acarician la muerte del tiempo
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en las aldeas que graban su suerte
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en las escenas que arden en el sol
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en las especies que relacionan su muerte
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en las afueras que no comen pan
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en las farolas que se escabullen en las sombras
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y en las arenas
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que arden de más
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en las fabricaciones que rompen suicidios
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y en las almas que sueñan verse sin final
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pero en las palabras que imprimen las fracciones de los segundos
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y en la cabalgatas que rompen su voz
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el Anticristo que llega y funde su tempestad
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que alarga la llamada que se hace del sol al vapor
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y la esencia que cura la muerte
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y las ganas de arder sin dolor
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y las fases que giran y giran
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y la luz que renace en el mar
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y las huellas que giran la muerte
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y la boca del sol
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y la luna
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que se lanzan al mar
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y se funden las olas del agua
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en un soplido de un mar de cristal
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y se hacen las escenas de luz y vapor
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se encienden los laberintos del cielo
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se hace el vapor criminal
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se tuercen las orgías de los cuerpos
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se rompe el viento e el resoplido de una gota de lluvia
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se hacen las palmadas al aire
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se agota la realidad sin su resplandor
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y hay crímenes
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hay horror
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hay diluvios plagados de heridas con sal
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sale la lluvia
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sale su recital
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se hace costumbre mirar hacia allá
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se abren las bocas
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salen las rocas
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se rompe el mar de cristal
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escuecen las sombras
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gira la luz
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se hace la huidas
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donde estas tú
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se hacen las llamas
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se hace su sombra
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se rompen las sombras
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se hace su guarida
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allí donde el hombre crece en el dardo opuesto del amor
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allí donde lanza las palabras al fuego
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se hace la curva
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suele matar
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se hacen los sueños
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arde la mar
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gritos horrendos
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magia de muerte
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se hacen los túneles
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se hace poesía la sombra de un as
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se hace la huida
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muere su mar
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arden los labios
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grita su labia
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habla el destino
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se hace la fuerza y muere su rango
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se hace el aroma
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sangre desbocada
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horrendos lunares
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se hace su muerte
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grita y llueve
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la sangre se derrama y la luz se cuece
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se rompen las olas
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se rompe su luz
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arden las costas
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se infla su arañazo
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se hace su puente
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se rompen los relieves
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ha llegado el Anticristo
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y con el la marca de la huella
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que rompen las bestias
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y ahí en el salto de un tigre
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se afianza su raza
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la paloma es devorada
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vuelan los relámpagos
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truenan las tormentas
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se hacen los cantos en sus tinieblas
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juran los infiernos
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se adolece de una voz
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se hacen las tinieblas
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arde el sol
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se hacen las grietas
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y muere las sinfonías
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allí donde la muerte obra el poder
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y justo en el olimpo
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han tenido que nacer
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por que más allá del limbo
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la generación ha lanzado un eclipse
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para gobernar la luz
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allí quien tenga la luz
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gobernara el poder
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quien tenga el poder
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romperá la muerte
​

quien rompa la muerte
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habrá sacrificado su espíritu
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y quien sacrifique su espíritu
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habrá hecho nacer a su tumba.
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me gusta este escrito me recuerda a la Divina Comedia, un gusto leerte y lo que siempre me pregunto, ¿por qué no tuvo comentario esta publicación?

 

Hermosas letras de emocionante inspiración sublime.