el arado que soñó Isaías...

Se esparcen los cuerpos sobre las cenizas
que también fueron cuerpos…
la muerte ronda regando sus silencios tan callados
el estruendoso sonido de los cañones
sabe a música para quienes ya dejaron de ser
y ahora son unos convertidos al precio y moneda

Cuán lejano está el hombre del hombre
y tan cerca del fin que él mismo empolla
bajo lo que eran sus alas y ahora son tenazas de infierno
cuánta sangre se bebe en su vicio el más fuerte

Allá arriba ronda en vuelo preñado de muerte
el arado que soñó Isaías

fer

 

Muy buena retórica tiene tus versos; la eterna molienda en el transcurso de la historia del hombre, se camina sobre cenizas y sobre nuestras cenizas caminarán.
Un fuerte abrazo.

 

Maldonado, gracias por tus constantes visitas a lo que escribo. Muy gentil eres en hacerlo y por eso te estoy sumamente agradecido.

Un abrazo,
fer