El Arcoiris Y La Luna

EL ARCOIRIS Y LA LUNA



El arcoiris celoso de la luna

la observa con rabia, con malicia,

le ofrece flores de color, en vituperio,

y se burla de ella en demasía ,

pues sabe que la luna es blanca siempre

aunque se muestre poderosa e insinuante

en el cielo limpio, de los días de verano,

en el Ecuador lleno de magia.



El arcoiris está celoso de la luna,

sabe que ella es amante del rey sol,

en el trono del espacio, soberano

sabe que los dos llegan a amarse

y se funden de pasión en cada eclipse.



El arcoiris está celoso de la luna,

por que ella atrae siempre las miradas

no hay quien opaque jamás, su resplandor,

en cambio; él tiene que conformarse

en ser un bastardo del sol y de la lluvia

de sus encuentros clandestinos,

donde ella lo pare, jadeante y agotada.



Sabe que es hijo de mil encuentros pasajeros,

no tiene consistencia, no lleva cuerpo,

se desvanece cuando el sol le da la orden,

se muerde los labios de coraje y disimula

se apaga lentamente y sin valor.



Más allá, soberana y expectante,

inocente y a su suerte resignada,

e ignorando el desprecio del que es sujeto,

está la luna, que detrás de espesas nubes,

admira y contempla por rendijas,

del arco iris, su belleza, su color

quisiera atraparlo en mil burbujas

así conservar esos colores para si,

y poder usarlos en sus `pálidas mejillas

cada vez que el sol la llegue a visitar.



estelamari