El Aroma de tu Piel

A través del espeso humo de la oscuridad
un ardiente cuerpo se desplaza.
Mis músculos se paralizan con severidad
y mi sentido de la quietud se despedaza.

Acaricia, libidinosa, mi pecho
y sus uñas clava en mi costado;
al mismo tiempo siento la tensión
de su húmeda respiración
que me impulsa a dominarla en este lecho
oscuro, lóbrego y del mundo exterior apartado.

De sus iris brotan llamaradas,
de su lengua una magnética esencia
que recorre mi cuello
condenándome por ello
a dejar mi pudor y timidez estancadas
y a liberar mi deseo en una espiral de lujuria e indecencia.

Me implora que la prenda de la cintura,
que hunda mis dientes en su carne.
Exhalo de sus muslos una densa frescura
pero, a la vez, conservo mi juicio para que las sensaciones no me engañen.
Y descubro que no me miente,
quiere ser poseída,
por eso parece que siento
que su ansia no es fingida.

...Se acabó, es mía,
no tengo que seguir cavilando;
los dioses me han traído esta dulce ambrosía
que con mis sentidos voy degustando.

Tú anhelabas esta impúdica aventura
que nos acerca a tenebrosos reinos de locura;
ahora, desde tu lascivia extiendes la hiel
y así, entre los poros de toda mi estructura
va penetrando poco a poco un néctar que resquebraja mi cordura,
y es que no hay otro más diabólico...que el aroma de tu piel.

 

Sugerentes versos... El poeta presa de su musa. Disfrute mucho tus líneas, @Christian Jiménez. Un saludo.

 

Notable calidad de una obra de arte excepcional.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.