El barco del amor.

Hay silencio dormitando... Sopla el viento tenuemente... Mi corazón va latiendo...

Noto la paz que de éste emerge.

Me lanzo con el pensamiento a piscinas de sentimientos. Paro el reloj de mi tiempo abrazada a la noche que lo sostiene.
No hay murallas. No hay banderas. No hay en este ya barreras. Hay quimeras, hay sonidos que se encuentran hoy conmigo

Trepador cada suspiro pone en marcha su motor. Navegando por mis venas avanza el barco del amor.

¿Qué amo? Amo al barco que por mi cuerpo navega con las palabras. ¡Que quimera! ¡ Quién puede navegar por su venas?

¿Navegar? ¡Yo¡ En mi penetro. Dejo el pensamiento quieto y escucho su avanzar.

¿No es amor el sentimiento que puebla mi alma y espera donde poderlo posar? ¿No es amor lo que a mis manos llega con mi sangre mezclado y a estas les da fuerza cuando quieren abrazar?

Del corazón ha partido. Mi mirada ha pulido. Ahora escuadrilla sin cesar, cada flor que en el camino, se va cruzando conmigo; cada recuerdo que recibo de la niñez que quedó atrás; cada ser al que contemplo buscando en su frente el signo que grita que quiere amar.

Baja de mi mano a mi boca y en esta borda con fuerza los gritos de solidaridad, la comprensión y el respeto y la palabra libertad. Su color rojo apasionado hasta mis labios ha llegado y empuja hacía el exterior, con timidez una rosado que a contraluz la sonrisa ha dibujado.

Sigue navegando el amor. Dan a mis pies el impulso cuando han de avanzar. A mi mente la calma. A mi corazón la paz. A mi vida la esperanza. A mi futuro eternidad. A mis ansias de vivir fuerzas para compartir.

¿A quién amo? Me amo a mí… Te amo a ti… A vosotros, personas, flores, plantas, cielo, tierra y mar...
Amo al mundo, aunque a veces no es fecundo con la palabra amor.

Amo al sentimiento vano... Éste encierra soledad. Amo el amor intangible, porque lo intangible con amor, se hace pura realidad.

Amo, tu yo, mi yo, el yo de los demás. Porque tú, ése y aquel, sois la vida y esta, está hecha para amar.