El beso divino

El santuario de una mujer
es el cristal de sus ojos.
Ahora, liberado de absurdos
complejos, puedo ver su mirada
limpia buscando el alma.
Alma lúcida, transparente y generosa por tanto sufrimiento
Sus grandes ojos no alcanzan a ver
Lascivia donde todo es amor en mayúsculas, platónico y pulcro.
Ha comprendido que somos seres de luz mas allà del deseo.
Que lejos de ser hombre soy espíritu para amar a la mujer
en su estado mas puro.
Soy àhora un sibarita de amor, lacerado y perdido
en la noche mas oscura.
En la noche mas oscura del alma
donde jamas pensé que me costaria tanto encontrar el camino.
Però si por fortuna algún día hallo la manera
de levantar esta pesada cruz, entonces, vestido con alas de àngel y bello ímpetu masculino bajaré de las alturas para basarte.
Un beso ardiente en tu boca. Un ardiente y colosal beso divino..

 

Así es como debe ser.
Un amor y un beso impreso.

Saludos

 

Gracias, alde, Atentamente.

 

Muy buenos versos acabo de leer, un abrazo con la pluma del alma

 

Gracias, josé. Atentamente