El beso inmerso

Con cada beso
inevitablemente se van los suspiros de mi boca
siento temblar el mundo
y me resigno al echo
de volver a repetir esa acción
y volver a quedarme sin aire.


Pero si decido por un instante
sentir ese desahogo terrenal e oportuno
mi cielo se ilumina en un instante
y el sol como la luna
se transforman
y sorprenden cada paso de mis labios
disimulando al reloj y a la vida
acorde juego de dos cuerpos
inmersos en su mar sin ataduras.