El burro de Vitoria (ovillejo)

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Es preludio del morir,
vivir,
vivir una vida plena,
sin pena,
renunciando a hacer historia,
ni gloria.

Como el burro de Vitoria
se puede sin mucha ciencia
lograr en esta existencia
vivir sin pena ni gloria.
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Eduardo León de la Barra
Septiembre 2013​

 

No sé, estimado Eduardo, si te refieres a la tradicional carrera de burros que se celebra todos los años a finales de Julio en Vitoria como preludio de su fiesta mayor. Si es así te diré que pasa más pena que gloria el susodicho burro y que es una fiesta no exenta de polémica, de hecho cada vez suscita más.
El ovillejo es, sin duda, excelente y bien logrado. Un placer pasar por tus letras.
Saludos cordiales.

 

Buenas pinceladas Eduardo.

Me recordaste esta fábula de Samaniego:

EL ASNO Y EL COCHINO

Envidiando la suerte del Cochino,
un Asno maldecía su destino.
«Yo, -decía-, trabajo y como paja;
él come harina, berza y no trabaja:
a mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfía».
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:

«Si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos».

Tus versares Eduardo, son una franca invitación a la superación a quienes te leemos.

Un abrazo.

 

jajaj Buen ovillejo Eduardo, el que pueda vivir sin pena ya tiene una gloria, jajaja me ha gustado tus letras, un placer haberlas leído.
Un saludo cordial con mis respetos.

 

Bueno, estimado Azulalfilrojo,
no pretendo polemizar sobre esas carreras de burros, ni las de caballos o las de galgos, que se corren desde tiempo inmemorial;
solo encontré apropiado a efectos de mi ovillejo, utilizar ese dicho tan popular;
("Sin pena ni gloria, como el burro de Vitoria").
Muchas gracias por tu comentario,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Ah, pues mira, ese dicho no lo conocía yo, ahora ya queda más clara la intencionalidad del ovillejo. Pido disculpas si te has sentido incómodo con el comentario, no trataba de reprochar nada sólo de aportar algún dato sobre el tema, aunque a lo mejor me han traicionado un poco mis sentimientos.
Saludos cordiales.

 

Estimado profesor, en mi mediocre existencia he pensado más frecuentemente de lo que quisiera en este famoso refrán que compara nuestras vidas con las de un humilde burro. En cierto modo, está comparación es más universal que la metáfora manriqueña de los ríos, y más certera, pues estar en un punto intermedio entre lo óptimo y lo pésimo no es otra cosa sino el aurea mediocritas horaciana, tan magníficamente epitomizada en este burro oriundo de la capital de Álava.
Me encantó.
Luis

 

Muy logrados tus ovillejos Edu. Gracias por compartir

Saludos afectuosos

 

Una buena inspiración nos dejas en este ovillejo
querido amigo Eduardo, un animal de los que ya
no hay muchos, pero tu has sabido valorar su
existencia con tus letras.
ha sido un placer pasar a leer este acertado ovillejo.
Besos y un abrazo. Tere

 

Muchas gracias estimado César por traer a colación la excelente fábula de Samaniego,
que nos enseña a valorar la felicidad relativa,
en que siempre hay uno que está peor que nosotros que nos quejamos de nuestra mala suerte;
gracias también por tu generosa opinión,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Excelente ovillejo, maestro
¿Se puede vivir sin penas, amigo? Pues claro que sí y apoyo esa emoción, tal vez después la gloria llegue solita sin que se busque, jejeje
Un abrazo grande

 

Muchas gracias estimado Ricardo,
creo que sí, que pasar sin pena ya es todo un logro,
en un mundo que cada día es más violento;
el placer ha sido mío,
un saludo cordial,
Eduardo

 

No hay nada que disculpar, estimado Azulalfil rojo,
mira, lo saqué de esta lista de refranes:

http://pacomova.eresmas.net/paginas/REFRANES.htm

Ahí hay muy buen material para fabricar ovillejos sentenciosos,
un saludo cordial,
Eduardo

 

De ninguna manera creo que tu vida sea mediocre,
a juzgar por lo poco que sé de ella, estimado Luis,
la medida del éxito, es para todos distinta
y no sabemos ciertamente cual es nuestra misión a cumplir;
hasta la vida del burro, puede estar llamada a altos destinos,
tu visión de la realidad es muy profunda y acertada,
y las múltiples personalidades que tenemos, se manifiestan de formas distintas, hasta que alguna de ellas prevalece o se destaca, al menos eso creo;
hace siete años no pensaba en escribir poemas y ya había transcurrido un 90% de mi edad actual,
después de toda una vida profesional llena de logros y algunos fracasos, si entraba mi nombre en Google, salían dos citas, ahora después de unos años de mediocre poesía, hay más de 25.000, por lo que me pregunto, ¿cuál es la medida del éxito? no debemos juzgarnos tan duro ni pretender destacarnos como único objetivo;
el azar diría yo, o las circunstancias, tienen mucho que ver...
un saludo cordial y muchas gracias por tu aguda percepción,
Eduardo

 

Muchas gracias querida Mariluz, hacemos lo que podemos, jajaj,
un placer tu paso,
un abrazo,
Eduardo

 

Y cuantos así vivimos
que gran error cometemos
a punto estamos, cambiemos
que pronto o tarde morimos.
Excelente composición nos dejas.
Saludos

 

Bueno querida Nube Blanca, acá en la Argentina, todavía hay muchos,
y tengo entendido que el ejército aun cría los famosos burros Ausetana,
que son los más grandes, para criar mulas, cruzándolos con yeguas de gran tamaño
y así lograr mejores mulas.
Muchas gracias por tu comentario,
un abrazo,
Eduardo

 

Otro estupendo ovillejo. Vivir sin pena ni gloria, como nos pasará a la mayoría. Hoy aquí y mañana no seremos ni un recuerdo y dentro de cien años todos calvos.
Mis respetos, maestro

 

jojoj qué simpático e interesante, grato como siempre recorrer tus grandes obras, besos

 

Buen ovillejo

 

Muchas gracias estimado Danie,
creo que a pesar de los retrocesos en algunos aspectos,
la humanidad vive cada vez mejor, o sea sin penas extremas,
si comparamos con otras épocas como la medieval,
donde habían tantas atrocidades y hambrunas y fatalidad por enfermedades.
la gloria queda reservada a unos pocos y siempre tiene su costo o contraparte.
Las alturas son solitarias,
Un saludo cordial,
Eduardo

 

Muchas gracias por tu glosa, estimado Kique,
cuando uno se quiere acordar, ya la vida se pasó y nos queda sobrevivir hasta que se pueda;
tratemos de hacerlo lo mejor posible,
un saludo cordial,
edelabarra

 

jaja, me parece que mantenerse 100 años en la memoria, ya es bastante,
con 50 me conformo,
muchas gracias estimado Epimeteo,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Hola querida Marián, muchas gracias por tu amable comentario,
pasa cuando quieras que eres bienvenida,
un abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias Anabil,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Jajaja T_T. Es muy cierto :O pero a veces cuesta. Me recordó la enseñanza detrás del Hakuna matata.

 

Muchas gracias estimado Lukas, es así, bajar las expectativas, puede ser un buen método para ser más feliz o menos infeliz,
la filosofía de contentarse con menos es una buena solución a las frustraciones;
un saludo cordial,
Eduardo

 

Mil gracias querida Ligia, por decir presente siempre en mis intentos,
si vieras como envidio (envidia de la verde),
tu capacidad poética y la lírica de tus versos...
Mi admiración y un abrazo con mi cariño,
Eduardo

 

Aunque las colectividades humanas son sujetos históricos, los individuos que las forman, tomados aisladamente, realizan sus quehaceres cotidianos en el más absoluto de los anonimatos transcurriendo sus vulgares existencias sin pena ni gloria.
Perfecto el ovillejo creado por tu mano maestra, mi buen amigo y genial poeta.
Saludos cordiales, maestro