El cabizbajo.

Dulce te espere querida,
en el fulgor de los tiempos
sangrandome las entrañas,
viendo en el dolor un tormento,
que tendré que enfrentar para creer que,
del infierno se hay algo para querer.
afuera esta lloviendo,
con un frenesí insaciable,
y dentro en mí alma, todo hecho un desierto.

Hincho en mi pecho
un plomazo de canabis desaforador,
atorando la lava escurridiza
de tú recuerdo y tú voz.
paso las penas,
ahogándolas en alcohol,
sumergiendo mis venas
en el veneno del desamor.
Adiós morena,
camelia tintada de pasion,
adiós viejo e invaluable amor.​

 

Emotivos versos, un gusto haberte leído.

 

un triste réquiem de la despedida de un viejo amor...