" El Canelo" Romance.

Dulces tardes de mi infancia
en que leyendo Platero,
mariposas dibujaba
con las sombras de mis dedos,
de prado una tosca alfombra
donde tendía mi cuerpo
y allí las horas pasaba
entre la prosa y el verso.
Todas las tardes venía
a visitarme el canelo,
un perrito de la calle
que era libre como el viento,
con nadie se quedó nunca
aquel chucho callejero;
allí tumbado a mi lado
dejaba pasar el tiempo,
pero al declinar la tarde
marchaba con paso lento,
lo apodaban"el marino"
los marineros del puerto.
Fue gracias a Juan Ramón,
a su burrito Platero,
a sus versos tan hermosos
y a ese perro callejero
que atardeceres sombríos
dejaron de ser encierros
esas tardes de verano
en que jugar me prohibieron.​

 

Un poema precioso Libélula, remembranzas de la infancia...; me encanta los poemas que cuentan algo, que remueven algo.

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Un abrazo

 

Gracias Ricardo, tu opinión tiene mucho valor para mí; es muy estimulante lo que dices.
Un abrazo

 

Querida Julia ¡Que sorpresa! Gracias por tus amables y sinceras palabras. Ya he hecho lo que me dices. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.

 

Querida Lourdes gracias por tus alentadoras palabras amiga y por estar aquí. Por tu generosa reputación y por tus bendiciones.
Un fuerte abrazo poeta.

 

Querida Nilah, tus palabras también tienen mágia, fuerza. Gracias, ha sido un placer tu visita, tu comentario y tu reputación.
Un fuerte abrazo.

 

Gracias Ruben, soy muy afortunada por tener tu generosa mirada y tus amables letras. Me alegro de haber compartido a Platero contigo y tantas otras generaciones que hemos disfrutado de ese tierno y algodonoso burrito, viéndolo trotar por el prado con los versos de ese gran poeta nuestro Juan Ramón Jimenez y nuestra imaginación... Por eso estamos aquí Rubén, somos los niños de "Platero y yo"
Gracias amigo, un fuerte abrazo.

 

Querida Marea Nueva créeme amiga cuando te digo que el placer es mío. Recibe un fuerte abrazo.

 

Querida Alma soñadora: Me alegra mucho sentir que te ha gustado este romance, la infancia siempre es un tema que nos une sea la generación que sea.
Un fuerte abrazo y feliz domingo también para ti amiga.

 

Queridísima Tigana, entra y siéntate amiga, e imaginemos juntas...
Gracias, un fuerte abrazo amiga mía.

 

Querido Alberto, a veces ese pasado y nuestra propia imaginación nos ofrece un remanso para tanto desasosiego al que nos sometemos diariamente a través de la triste realidad.Los niños son capaces de meterse en un libro y vivir su paisaje y aventuras cuando todo les falla, entonces como nunca necesitan un buen libro para volar.
Un abrazo poeta, gracias.

 

Querida Palmira: Para mi también es una gozada ver tu avatar que es verdaderamente hermoso, tierno...de una belleza tan natural que emociona. Gracias por tus palabras, así es como quise transmitirlo como "un dulce recuerdo" y me alegra ver que lo has disfrutado. Gracias.
Un abrazo.

 

¡Qué bonitas tardes pasabas tu también César! "Páginas de imaginar" qué bello; pues esos cómics de los que hablas nos han hecho las delicias a muchas generaciones de niños españoles. Me alegro mucho de que estés aquí Cesar gracias amigo.

 

Gracias a ti Byron por tu amable comentario, es muy agradable sentir que lo que hacemos llega al que lo lee de la forma más cálida.
Un saludo muy cordial.

 

Querida Paloma tu si que eres un encanto, gracias.
Besos y abrazos para ti.

 

Hola Jorge, lo cierto es que estaba echando de menos tu comentario en este Romance. La verdad que no tengo que hacer mucho esfuerzo para imaginarte leyendo y jugueteando "con algún perro amigo" ...
A veces, cuando veo a un vagabundo durmiendo en la calle y tendido a su lado a su más fiel compañero siguiendo su misma suerte, ambos igual de desnutridos y sucios, me conmueve ¿sabes? y pienso ¡cuanto amor!
Gracias por tu mirada y por ese apunte en el que no había reparado; desde luego que no era la tarde quien me prohibía jugar, aunque en aquellos tiempos hasta la tarde podía permitirse prohibir algo, por ejemplo prohibir a las horas que fueran deprisa; claro que cuando aparecía el Canelo, Platero, Alicia corriendo tras el conejo blanco, o los Viajes de Gulliver entre otros invitados, se merendaban las horas. Yo siempre supe dar la vuelta a mis castigos, darles color, porque la imaginación es libre, pero eso tú ya lo sabes.
Un abrazo.