El Carnaval de la Vida

He vivido parajes donde vuela
nuestra mente, por cielos de ternura;
otros días que el alma sufre y riela
por lagunas profundas de amargura.


Hay momentos que miran nuestros ojos,
las estrellas brillantes en el cielo,
y momentos de cardos y de abrojos
que nos llenan las iris con el duelo.


Llegan horas que nuestras manos cortan
las radiantes y frescas margaritas,
otras veces las penas nos transportan
al jardín de fracasos y de cuitas.


He pasado por lares que se sacia
nuestra sed en su lago cristalino,
otras veces tenemos la desgracia
que se secan las fuentes del camino.


He llegado a lugares que me ofrecen
las alfombras, de pétalos mullidas;
tantas veces mis plantas, cruel perecen
por los cierzos que causan sus heridas.


Cuando siento que el alma triste llora
por la pena, y con grande desconsuelo;
yo recuerdo que amor por siempre aflora
y nos cubre la vida con su velo.


Muchas veces queremos que la muerte
nos quitara dolor de desengaños;
pero pienso que todo se revierte
y de dicha serán los nuevos años.


Yo sostengo que no hay dolor que mate
ni derrota que cambie tu camino;
es la vida gigante escaparate
donde puedes buscar tu gran destino.!!

Autor: Aníbal Rodríguez.

 

Así es mi querido Anibal,
la vida es un cartucho de
películas
que están por gravarse...

saludos mi buen poeta, es un gusto pasar por estas letras suyas...​

 

La vida no es un escaparate.
Sino que comparte enigmas con todo el Universo.
Y su mayor disfrute es evolutivo.
Busca la superación personal, y rozar la perfección.


Entonces, estamos aquí para aprobar diversas asignaturas que tenemos pendientes.


Nacemos para examinarnos.
Podemos aprobar o suspender.
Ya que lo bueno no es gratis.


Si soy cruel, tarde o temprano lo voy a pagar caro. Eso siempre se cumple.
Y si soy caritativo y generoso, quizá el cielo quiera hablar conmigo. En cuyo caso, ya soy un elegido.

 

Mi muy querido amigo, hay una frase que la aprendí de niño y
quedo grabada en mi memoria: Yo soy el arquitecto de mi propio destino.
Esa frase esta en el poema En Paz de Amado Nervo.
No creo en ayudas divinas ni en premios celestiales. Creo en la esencia
del ser humano. Creo que cuando alguien dice sentirse elegido, es por que su
conciencia es limpia y transparente, y no necesitamos un Dios para hacernoslo
saber. Mil gracias por estar en mis letras apreciado Nommo.
Mi fraterno saludo.