El carro.

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Es una de esas callejas a las que no llegó el asfalto, calle de barro y cantos, tapizada con la viruta de la leña que este invierno los vecinos han cortado. Resbaladiza e irregular, está cercada por las paredes de unas cuadras y va a morir, o nacer, según se mire, en un portón desvencijado y carcomido. En un alto, ocupando un esquinazo, protegido del sol y del viento, descansa, ya para siempre, un viejo carro.


Apoya el varal en el suelo y tiene el fondo podrido. Una llanta fatigada de trajines, dejó de ser cerco de rueda y reposa sus cansancios semienterrada en el barro. Los radios de la rueda se abren al aire en abanico; perdido su límite, quisieran ser rosa de los vientos.


El moho que invade la madera, pinta el carro de color parduzco y verde. Todavía cuelga en sus costados una tablilla en la que el tiempo ha borrado las letras y los números de la matrícula.


Sueña sueños de juventud el carro: Recién salido de manos del carretero. Cuidadosamente pintado. Tratado con todo esmero. Recuerda la primera vez que dos bueyes uncidos, tiraban de él. Cuando fue refugio de amores, cobijo del sol, promesa de pan en el trigo acarreado, orgullo del labrador.


Su eje oxidado, artritis del hierro, no le dejará volver a caminar. Tiempo de reposo y silencio, hasta que lo venzan definitivamente el sol, el aire, la humedad...


Por la rueda que aún permanece entera, trepa una enredadera silvestre. La rama espinosa de una zarza, se ha apoderado del varal.


Indiferentes cruzan ante él, hombres y mujeres; se diría que ni siquiera le ven.

 

¿Habrá algo más conmovedor que una enredadera de vida trepando por una rueda añeja?
Ese es el símbolo más hermoso que me llevo hoy de tu texto, además de que es una imagen iluminada, es un contraste, es la vida que se impone, y que hace bellas todas las cosas.
Creo que si tuviera que buscar un nombre para un libro tuyo, que compilara todas tus pequeñas grandes historias de almas, ya sean el carro, la torre, o el viejo chopo, por mencionar algunas, lo titularía Testigos, porque creo que eso son.
Son testigos mudos de años felices, y se resisten a morir, sus voces se siguen escuchando, para que los escritores como vos, que seguramente saben captar esos sonidos inaudibles para la mayoría de las personas, tomen esas plegarias y las transformen en poemas, prosas, y entonces puedan eternizarse.

Isabel Allende dice “toma, escribe, para que no lo borre el viento”

Es imposible no conmoverse con la calidad de tus obras.
Me alegra muchísimo ver que publicaste, sos un gran maestro de contextos, de sitios, y lo bueno es que siempre tenés una página nueva para agregar.
Los lectores, felices.
Un abrazo con mucho cariño y una profunda admiración.

 

Me encanta que te gusten estos pequeños relatos, pinceladas de un instante, fotografías hechas con palabras, que no tienen otra intención que esa: que perdure lo que vimos en un momento y la memoria lo recuerde. No creo que tengan especial calidad mis obras, tienen mucho de impulso y de varias relecturas luego. Si te gustan es porque esos instantes que describo de algún modo te son cercanos, te llegan dentro, puede que porque ya los hayas vivido. Me gusta escribir, pero más me gusta leer y entre las gracias normalitas que se me han dado tengo una voz que me permite ser juglar y trovador y el ser un rapsoda decente. Te diré que cuando más disfruto es leyendo poesías a los chicos. Gracias por tu amabilidad, por tus comentarios tan personales. Espero que termines bien la tarde y que descanses. Besos.
Luis.

 

Varias anécdotas los dejas con este fluido escrito, cómo viajar en el tiempo, grato leerte

 

Debe ser muy lindo escucharte como juglar, o rapsoda, y sí, tus obras son lujos.
No dejes de compartirlas.
Un abrazo.

 

Gracias por tu presencia y tus palabras. Mis saludos.
Luis.

 

Gracias Cecy, seguro que no es para tanto. Un beso. Luis.

 

Ya era una evidencia decir que tienes "ojo de poeta" pero hoy quiero decirte que tienes "ojo de pintor" y que pintas los paisajes con palabras que son como "toques" de colores en un cuadro impresionista. Me ha encantado tu bella prosa amigo poeta, fue todo un gusto entrar en tu universo como siempre. Mi admiración Luis y mi amistad poética Amarilys