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El castillo del Juicio de Dios

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por silveriddragon, 12 de Abril de 2022. Respuestas: 46 | Visitas: 1654

  1. silveriddragon

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    Y así los hombres retaron a Dios intentando escapar de las leyes de la naturaleza.
    Lo lograron, pero en el camino dejaron de ser hombres.

    Del libro de los primordiales



    I

    Hace mucho tiempo existió un santuario improvisado junto a un lago donde la gente iba a dar gracias a Dios por todo lo que les había dado. Era tradición para la gente llevar a sus hijos cuando se volvían adolescentes para que dieran las gracias por la vida y por sus padres.

    Las mujeres embarazadas iban en cuanto se enteraban de su condición para dar gracias por la vida nueva que se iba gestando.

    Los hombres cuando conseguían su primer trabajo no solo daban gracias, también llevaban consigo un tesoro familiar que debían dejar ahí. El tesoro no tenía que ser dinero o joyas. Con que significara algo para la familia era suficiente.

    No había edificios, ni tampoco altares, pinturas o esculturas. Era un lugar que consideraban sagrado desde mucho tiempo atrás cuando sus ancestros llegaron a esas tierras.

    Todo era paz y armonía en esa región por que la gente más allá de no olvidar a Dios, no se olvidaban de agradecer, de sentirse colmados de bendiciones.

    Pero, como en todo lugar de paz, llega también la codicia.

    Los hombres del norte hicieron la guerra y conquistaron ese lugar.

    Un general lleno de ambición simplemente proclamó ser dueño de ese lugar.

    En cuanto piso esa tierra y puso el estandarte de su ejército sobre el campo ocurrió un hecho insólito, el sol se ocultó. Luego un terremoto La tierra se abrió y de ella surgió un castillo. Entonces una voz habló fuerte y clara desde los cielos - Vendrá el tiempo en el que alguien pueda entrar al castillo. Solo entonces esta tierra volverá a ser lo que era.

    La tierra alrededor del castillo se volvió yerma, El viento soplaba frío ahora y el lago se secó.

    El general enfureció y maldijo, lo cual le trajo un castigo terrible. Su cuerpo se tornó rojo y sus ojos completamente negros.

    La voz finalizó - Solo uno, podrá recuperar esta tierra. El que pase una noche en el castillo del juicio de Dios. A cambio le concederé el más profundo deseo de su corazón.
     
    #1
    Última modificación: 12 de Abril de 2022
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  2. silveriddragon

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    II

    Luka era una chica a la que no le importaba nada excepto ella misma. Estaba sentada frente a la barra de un local donde los cazarecompensas y gente de dudosa reputación se reunía para enterarse de nuevos encargos o trabajos para mercenarios.

    Del otro lado de la barra un hombre alto y tosco con barba de candado sirve cervezas. Luka está algo fastidiada ya que a su lado está sentada una chica que ríe de una forma estridente, Lo peor de eso es que parece reír sin razón aparente. Del otro lado está sentado un hombre intentando hacerle plática, primero con halagos acerca de su cabello largo y después invitándole una pinta de cerveza.

    Luka tiene una voz dulce a pesar de su cuerpo atlético, y a veces le gusta jugar con ello por que es capaz de cambiarla por una más gutural. Cuando quiere espantar a los niños o a los borrachos grita en ese tono lo cual le confiere un aire de chica agresiva.

    El encargado de la barra le habla - ¿Ya escuchaste de la nueva noticia? Unos locos van a intentar ir lejos, muy lejos allá donde estaba el santuario. Enfrentarán al ejército rojo y después ingresarán al castillo. Jajajajaja.... Te apuesto este brazo a que regresarán con la cola entre las patas.

    Luka trató de ponerle atención pero la risa de la mujer a su lado no la dejaba concentrarse, así que puso la mano sobre la barra cerca de la mujer y volteó a verla con gesto serio. - ¿Qué es tan gracioso hermana?

    La mujer llevaba puesta apenas una túnica blanca casi transparente que dejaba ver su curvilíneo cuerpo, su rostro enmarcado por un cabello gris azulado indicaba que pertenecía a una tribu del sur - Oh, tranquila .. Me voy. - dijo la mujer quien tomó su cerveza y se fue a una mesa en el centro del local, mientras del otro lado aún estaba el sujeto tratando de conquistarla. - ¿Eh? Amigo cantinero una pinta más para la señorita,

    Luka no soportaba a ese tipo de sujetos tratando de comprarla con una pinta de cerveza. Ella no era una muñeca para ser admirada y después encerrada en una casucha. Así que suspiró fuerte y le habló con voz gutural - ¡Piérdete que no ves que estoy hablando!

    El sujeto se asustó con ese cambio en su voz así que hizo lo mismo que la mujer y se fue a una mesa en otro lugar.

    El cantinero rio de buena gana - Ahhh... hahahahaha... Luka eres indomable chiquilla. Si tan solo te viera tu padre, estaría orgulloso.

    Luka nuevamente explotó aunque esta vez sonreía mientras le hablaba con su voz dulce al cantinero - No me hables de ese...inútil. Cuando lo encuentre le voy a cobrar todas las que le debe a mi madre.

    El cantinero bajo el tono de su voz para conciliar - Ok, ok. Luka. Estás de mal humor. Mira esta ronda corre por mi cuenta. Ahora veamos... Veamos.. ¡Ah sí! Te decía que unos locos quieren ir al santuario ese donde está el ejército rojo. La paga es buena. Me preguntaron quien puede acompañarlos para ya sabes... cruzar la montaña. Esos ciudadanos no saben como sobrevivir fuera de las murallas. Pssttt... niños consentidos..

    Luka se llevó las manos a la boca en señal de pensarlo y dijo - Esos niños mimados me pagan las cervezas. Voy a meditarlo mientras me termino esta pinta. ¿Oye? ¿Qué me dices de los mercaderes? ¿Ya llegaron de su viaje?

    El cantinero se apoyó en la barra con ambas manos y se acercó tratando de bajar la voz para que nadie más lo escuchara - No han llegado Luka, muchos dicen que la tribu del desierto se los tronaron. Ahora estoy en aprietos, no sé cuanto tiempo más tenga que esperar por especias.

    Luka se bebió su pinta de un solo trago y al terminar sintió el efecto calórico subiendo por sus mejillas. Le gustaba esa sensación, la hacia sentirse poderosa por alguna extraña razón.

    - Ya... ya.... me decidí. Voy a ir a ese lugar con los niños mimados Deséame suerte.

    - Suerte Luka. Tráeme al menos un poco de sal de la montaña ¿quieres? Ah y diles que te mandé... A ver si me toca una comisión por tu trabajo.
     
    #2
    Última modificación: 13 de Abril de 2022
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  3. silveriddragon

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    III

    Sonia es una mujer muy elegante. Tiene casi cincuenta pero tiene una apariencia alegre y discreta. Su ropa y accesorios la hacen ver como una mujer que toda su vida ha sabido que es lo que quiere y lo consigue, tiene mucha seguridad y eso se nota al hablar.

    Delante de ella está Héctor, un hombre que también parece ser elegante aunque más bien parece ser un diplomático, alguien que busca mediar en todas las situaciones peligrosas ante las que se ha tenido que enfrentar.

    Están de pie frente a una puerta grande de madera.

    Sonia sonríe mientras ve como Héctor ve a un grupo de mercenarios pasar de largo - ¡Ah!, llevamos aquí medio día y ningún interesado Sonia. Al parecer el sentido de aventura está decayendo por estos lares.

    Ella le toca el hombro y le da palmaditas de ánimo. - ¡Tranquilo! La paga es buena, alguno vendrá al menos a preguntar de las condiciones.

    Héctor voltea y la ve a los ojos como haciendo doble interrogación. - ¿De verdad crees que nos mandan a ese lugar a acabar con la maldición?

    Sonia le sonríe en respuesta y deja escapar una pequeña risita. - jajaja... Por supuesto que no. El alcalde quiere ese territorio para él. Así que van a usar a esa niña para intentar pasar la noche en el castillo.

    Héctor al recordar a la niña cierra los ojos y hace un gesto de desagrado. - Esperaba que no fueran ciertos los rumores. Poner en peligro a una niña, es demasiado. Pero bueno, ellos pagan.

    Sonia se quita el guante escarlata que lleva en la mano izquierda y se lo da a Héctor, quien lo sacude un poco para sacar de él una especie de tarjeta ovalada.

    Héctor mira la tarjeta y en ella hay unos símbolos muy raros, característicos de una lengua antigua. - Los Primordiales... Dicen que ellos escribieron esto. ¿Crees en esos mitos Sonia?

    - Creo en lo que veo. Y te veo dudar Héctor. ¿Por qué aceptaste venir? - Sonia voltea a ver a una mujer acercarse. Su cuerpo atlético y cara angelical contrastan.

    Héctor voltea para encontrarse con esa mujer de piel morena y ojos grises. - Buenos.... días... ¿busca a alguien?

    Luka hace una sonrisa algo torcida mientras barre de arriba a abajo a Sonia. - Estoy buscando a un grupo que quiere ir a la tierra yerma. Me ofrezco como guía o como mercenaria, lo que se necesite.

    Héctor la revisa como validando su fuerza mientras Luka no deja de ver a Sonia quien no hace ningún gesto en respuesta.

    - Usted es la única que se ha presentado y sinceramente no queremos seguir esperando. El trabajo es suyo si acepta las condiciones.

    Luka ahora pareciera estar tomando la iniciativa pues le da la vuelta a Sonia quien no se mueve ni cambia su expresión.

    Héctor dice - ¿Qué hace? ¡Está incomodando a la mano derecha del alcalde de la ciudad!

    Luka no se detiene y saca una daga amagando a Sonia. Héctor se sorprende pero saca también una de su cinturón

    - ¡Quieto! - grita Luka - Ya decía yo que esto era demasiado bueno para ser verdad. Ustedes dos vienen de parte de una persona sin honor. Ese alcalde suyo no vale ni dos monedas para arriesgarse. Tienes un minuto para explicarme que trae entre manos ese..... insecto...

    Héctor mira a Sonia que esta vez deja mostrar su preocupación y le hace el gesto mientras dice - Cuéntaselo....

    El hombre entonces se relaja y desenrolla un mapa que trae en una bolsa. - Ok, ok... El alcalde quiere conquistar la tierra yerma como una inversión. Cree que algún día la maldición se romperá y cuando eso suceda toda esa tierra valdrá millones de carretas de oro. Además, va a intentar romperla también y si no lo logra al menos poseerá esa tierra.

    Luka suelta a Sonia. - ¿Cómo la va a romper? Nadie lo ha conseguido en ¿cuánto? Ha sido tanto que ya nadie lo recuerda.

    Héctor le responde - Una niña inocente. Una jamás corrompida por el mundo pues ha vivido entre sacerdotisas. El alcalde cree que Dios estaría complacido con ella.

    - ¿Irían ustedes dos con nosotros? - pregunta Luka como sabiendo la respuesta

    - No. El alcalde quiere que estemos aquí y después cuando llegue la niña ahí mandará a un ejército.

    La mujer de ojos grises mira de nuevo a Sonia de forma descarada - Acepto.. - Héctor abre los ojos grandes como platos pero Luka interrumpe lo que iba a decir - solo si tu amiguita me regala su capa.

    La capa de Sonia era muy fina con dibujos en diferentes colores y diseños. Ella mira a Héctor quien le hace un gesto con las manos para que se lo de. Sonia tuerce los ojos y cede, no sin antes mirar a los ojos a Luka .

    Ella toma la capa y le responde la mirada fría diciendo - Tienes buen gusto amiga. La voy a cuidar como un tesoro - y le guiña el ojo.
     
    #3
    Última modificación: 18 de Abril de 2022
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  4. silveriddragon

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    IV

    En el templo de la ciudad una niña es guiada por las sacerdotisas. Esa niña tiene tan solo doce años.

    No parece asustada ni tampoco enojada o triste. En cambio parece tener siempre una expresión de paz y curiosidad. Quiere ver el mundo exterior el cual solo ha podido imaginarse hasta ahora.

    La sacerdotisa lleva a la niña por varios pasillos hasta llegar a un patio grande en cuyo centro una fuente ofrece agua a las aves. Ahí de pie muy elegante está Sonia, solo que sin su capa, la cual no necesita por el momento debido al calor.

    La sacerdotisa le presenta a la niña - Es noble, un poco ensoñada, le hemos enseñado a no dejarse llevar por su primer pensamiento. Cuídela.

    Sonia mira a la niña y no puede comprender como algunas personas pueden abandonar a sus hijos a su suerte. Así había pasado con esta niña. Y ahora serviría quizás como sacrificio para un Dios colérico y vengativo.

    - La cuidaremos - dice Sonia. Toma con una mano a la niña y con la otra le ofrece a la sacerdotisa una bolsa que tintinea al balancearse debido al peso y su contenido. - Es lo convenido. El alcalde sin embargo jamás olvidará su cooperación en este asunto.

    La sacerdotisa toma la bolsa con ambas manos - El templo será reformado conforme a la tradición después de esta donación. El alcalde será invitado a la presentación de la sala accesoria y el nuevo jardín.

    Sonia asiente con una sonrisa calma y se lleva a la niña.

    Ambas caminan por otros tantos pasillos hasta llegar a unas escaleras. Al subir por ellas la niña se cubre los ojos por que no está acostumbrada a tanta luz fuera del templo y el sonido de la calle con gente que viene y va.

    Ahí está Héctor quien se distrae pelando una naranja. - La niña. - y hace un gesto de desagrado - ¡Oh por Dios! Sonia ... ¿vas a dejar a esta inocente ..? - y se detiene al ver que la niña escucha atenta... - ¿vas a permitirlo ? Esa mercenaria te amenazó con una daga apenas te conoció... ¿podemos confiar en que la cuidará como se debe?

    Sonia no le responde. En cambio se arrodilla para hablarle a la niña mientras se lleva el cabello a la oreja izquierda - Cariño.... ¿Cómo te llamas?

    - Rocío.

    - ¡Qué bonito nombre! Rocío tu vas a viajar para conocer el mundo con Luka. Ella te va a cuidar, te va a dar todo lo que necesites, te contará de los lugares que visitarán. ¿Quieres conocer el mundo verdad?

    - Si, si quiero.

    Sonia le acaricia el cabello y la mira con ternura. Después se levanta y grita - ¡Luka!

    La mujer de piel morena y ojos grises aparece detrás de ella como si fuese un fantasma - Tssss... No grites. puedo escucharte.

    La niña mira a Luka y se separa de Sonia de forma inesperada y toma la mano de Luka de manera completamente inocente.

    Luka no sabe como reaccionar ante eso. Se incomoda pero no la suelta y voltea a ver a Sonia - Creo que eso decide todo. Aquí empieza el viaje y la cuidaré como si fuera .... alguien de mi familia . - dice no muy convencida ya que recuerda que su familia la dejó a su suerte desde pequeña. Ni siquiera tiene un padre que le haya demostrado cariño o algo parecido y su madre siempre estaba ausente o enferma. No tenía hermanos.
     
    #4
  5. silveriddragon

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    V

    Fremat es un hombre fuerte con mala suerte. Siempre ha querido ingresar al ejército de la ciudad pero cada vez que presenta exámenes o se entrevista con un alto cargo le ocurre algo. O termina embriagándose de manera estúpida o una banda de ladrones lo asalta dejándolo mal herido o como la última vez, Luka lo rechaza dejándolo con el corazón roto.

    A él le gusta mucho Luka, desde que la vio por primera vez en la taberna se le hizo una mujer tan... independiente, segura, fuerte, valiente, audaz, perspicaz, sagaz, astuta...

    Pero para su... mala suerte Luka no estaba interesada en nada que tuviera que ver con amor o relaciones sin compromiso. Para ella esas cosas eran una pérdida total de tiempo.

    Esa mañana la vio con la niña en el mercado comprando comida, ropa y algunos utensilios básicos.

    - ¿A dónde vas Luka? - dijo Fremat poniéndose en el camino de ella al darse cuenta que se preparaba para un viaje.

    - Tssss... ¿Tengo que decirte a dónde voy? No. Claro que no.

    Rocío venía detrás de Luka admirada con todo lo que veía en aquel mercado y cuando vio a Fremat con sus ropas sencillas se le acercó y le ofreció la mano como saludándolo.

    Fremat le tomó la mano y le causó curiosidad el aire inocente de la niña. - ¿Cómo te llamas pequeña?

    - Rocío.

    - Oh Rocío. ¿eres amiga de Luka?

    - Ella es como mi mamá. - soltó la niña sin más

    Luka abrió los ojos como platos mientras Fremat reía - Si Rocío. Ella sería una buena madre si quisiera.

    La mujer de ojos grises levantó la mano para golpear a Fremat pero éste se volteó para ignorarla y se fue con Rocio a un puesto de dulces donde le compró uno hecho de miel con nueces. Rocío le dio las gracias a Fremat quien parecía encantado con la niña, como si fuera su hermanita menor.

    Luka los ignoró un rato revisando unos utensilios en un puesto semifijo. Cuando acordó el precio de un cuchillo de caza y una báscula le pagó al tendero y fue a buscar a Rocío.

    La encontró con Fremat en un puesto de flores donde la niña preguntaba los nombres de cada una.

    Luka se acercó a Fremat - ¡No la consientas tanto Fremat! Vamos a un viaje largo y estamos algo tarde.

    - ¿A dónde vas Luka?

    Ella suspiró - No tengo por que decirte.

    - Si no me dices a donde van .... Iré contigo.

    - ¡No!

    - ¿Crees que eres mi dueña Luka? Yo voy a donde se me antoje. Y ahora se me antoja ir con Rocío a donde quiera que vaya a ir.

    Esa forma fastidiosa de ser de Fremat sacaba de quicio a Luka. Siempre se pegaba a ella como una lapa. Lo extraño hubiese sido que Fremat se quedara de brazos cruzados.

    - ¿Cómo te lo tengo que decir? No estoy interesada en...

    Fremat levantó la mano callándola de manera seca - Ya lo sé Luka.

    - ¿Por qué te gusta estar molestando entonces?

    Fremat siguió viendo a Rocío admirando las flores y las plantas. - Si lo supiera no estaría aquí Luka. Me preocupas. Rocío dice que van a ver a Dios.

    Luka hizo un gesto de desaprobación. - Iremos a la tierra yerma. ¿Y eso que?

    - ¡No quiero que te pase nada Luka!

    - No me va a pasar nada.

    - No.... no lo entiendes. Esta vez no es como las anteriores. Uno cuando va solo como mercenario no se preocupa por nada. Esta vez tu misión es proteger y eso te hace débil.

    Luka miró a Fremat como si hubiese comprendido algo. - ¿Cómo la vez en la que ... secuestraron a esa princesita?

    - ¡Exacto Luka! Puedes defenderte pero si lo haces descuidas a Rocío. Por que no estamos acostumbrados a pensar en otra persona que no seamos nosotros mismos. Mira por ejemplo a la princesita que estaba enamorada de su escolta. Ambos terminaron mal.

    Luka lo meditó y se llevó las manos a la cabeza - ¡Rayos! Aún así no puedes venir con nosotras...

    - Déjame ir con ustedes Luka. Yo cuidaré a la niña y tu protégenos de la montaña y los peligros.

    - ¿Te estás escuchando Fremat? ¿No debería ser el hombre quien protege a las doncellas?

    Fremat rió mientras le compraba a Rocío una flor color lila que le puso en el cabello. - Jajajaja... Luka ¿de verdad? Sé muy bien que nadie, ni siquiera el hombre más rudo de esta fortaleza puede atravesar las montañas. Sólo tú...y yo... bueno. Aunque tenga que tragarme mi orgullo te ofrezco mi ayuda incondicional.

    Luka lo miró con enojo primero y luego soltó una sonrisa. A nadie le sonreía de esa manera solo a Fremat quien siempre terminaba convenciéndola de entrar en sus planes.

    - Está bien. pero nada de cosas raras. Nada de serenatas a la luz de la luna, ni de cartas o poemas románticos, nada que nos distraiga de la misión y sobre todo nada de intentar propasarte - esto último lo dijo mientras le mostraba el puño a Fremat.

    - Nada de eso Luka, nada. Solo quiero cuidar a Rocío.
     
    #5
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    VI

    Rocío estaba rezando. Su rezo era algo que no habían escuchado ni Luka ni Fremat. Parecía una canción, una especie de letanía:

    Dios Padre
    no tengas misericordia
    enfréntanos con nuestra crueldad
    y con nuestra debilidad
    haznos humanos antes que poderosos
    déjanos ver nuestra naturaleza en el otro
    compártenos la vida de los demás
    y enséñanos la sabiduría de las palabras
    perdón, gracias y adiós.



    Fremat miró a la niña rezar a un punto indeterminado pero no hacia el cielo, si no hacia el bosque que los rodeaba. Les estaba haciendo la cena mientras Luka revisaba alrededor por animales peligrosos.

    Luka miró con un gesto de asombro a Fremat después de escuchar ese rezo. - ¿Habías escuchado esa oración? Suena .... despiadada...

    Fremat encogió los hombros mientras le ofrecía un pedazo de carne cocida a Luka para que la probara. - No es una niña común Luka. En el mercado me habló de las sacerdotisas. De cosas que no entiendo del todo. Algo como "la gran renuncia" y "el ciclo de la vida y de la condena".

    Luka se sintió absorta por un instante. No le gustaba ver a una niña rezando algo tan serio cuando debería de estar jugando o haciendo preguntas. La niñez era una etapa feliz o al menos eso quería pensar. Aunque la infancia de Luka y de Fremat había sido todo menos feliz.

    Luka se acercó a Rocío y le dijo que era hora de cenar. Entonces comieron un rato de la carne preparada por Fremat quien terminó primero. Tomó un instrumento musical parecido a un violín y comenzó a tocar. Era un baile de taberna muy animado.

    Luka entendió que quería hacer Fremat y tomó a Rocío. Comenzó a bailar con ella animándola a que le siguiera el juego.

    Y ocurrió. Luka estaba sonriendo animada mientras Rocío la imitaba.

    El violín no se detenía y la música alegraba ese rincón del bosque tan lejos de todo ahora. Ya no se veía la ciudad desde ahí. A Fremat le maravilló ver que Luka se permitía estar contenta mientras bailaba con aquella niña.

    Pasó entonces a un baile un poco más lento pero igualmente alegre. Ahora él también bailaba.

    Tocó una, dos, tres canciones. Una de ellas muy subida de tono si hubiese cantado la letra pero como era muy rítmica le servía para la ocasión.

    Después tocó una melodía un poco más lenta y Luka supo que estaba tratando de hacer,

    Fremat le dijo - ¡Vamos! ¿si? Canta Luka....

    Luka hizo un gesto de desdén pero Rocío la miraba con esos ojos inocentes. Eso la convenció. Comenzó a cantar. Era una canción que hablaba de un héroe. Uno que había logrado vencer a un rey malvado.

    La voz de Luka suave le confería un aire teatral a la canción.

    Rocío estaba absorta escuchando.

    Después de eso Fremat dejó el violín - Rocío ¿quieres escuchar una historia?

    Rocío asintió y se sentó para escuchar atenta ahora a Fremat.

    Era un ambiente cordial. Luka y Fremat estaban maravillados con Rocío tanto o quizás más de lo que Rocío estaba maravillada con el mundo que estaba descubriendo.
     
    #6
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    VII

    Era el turno de Fremat de hacer guardia. Luka y Rocío dormían cerca de una hoguera y estaban abrazadas.

    Para él era un lujo ver la sonrisa de Luka. Ella casi no sonreía o se divertía de esa forma. Le gustaba ver esa parte que no le mostraba a todo el mundo.

    Fremat se levantó para dar una vuelta alrededor de los árboles que los rodeaban mientras tomaba un poco de agua. Había escuchado unos sonidos que no pudo identificar. No era un animal que se arrastrara o volara, de eso estaba seguro por que el sonido provenía de unas ramas bajas.

    Camino alrededor por unos minutos pero no volvió a escuchar nada y tampoco vio algo que lo hiciera sospechar.

    Cuando dio la vuelta para regresar al lado de Luka y Rocío se topó con algo insólito. ¿Era una persona? Estaba totalmente cubierta por una túnica negra de la cabeza a los pies, aunque no se le veían los pies. Fremat preguntó - ¿Quién eres?

    En ese momento la figura se quitó la túnica del rostro para dejarse ver. Pero donde debería existir un rostro Fremat vio un espacio totalmente negro como la noche con algunas estrellas en él. También una luz semejante a una luna roja. Comenzó a sentirse atraído hacia el centro de esa obscuridad mientras la figura emitía un sonido parecido a un susurro.

    Luego entonces Fremat intentó llevar su mano al cinturón para sacar una daga pero lo detuvo algo asombroso. La figura se despojó totalmente de la túnica negra y ahí estaba.

    Era Luka vestida completamente de blanco y sonriéndole de manera retadora. Con los ojos lo estaba invitando a acercarse.

    Fremat comenzó a dudar como Luka llegó hasta ahí y por que estaba vestida de esa forma. Pero algo en su conciencia se fue apagando cuando la figura lo rodeo con ambos brazos y le susurró al oído - Esta noche serás mío....

    La criatura besó a Fremat y se lo llevó de la mano lejos de la hoguera donde no llegaba su luz. Ahí tumbó a Fremat y poniendo todo su peso sobre él no le permitió moverse mientras continuaba hablándole - Sé que siempre has soñado con este momento Fremat, solo deja que te haga feliz. -

    Estaban besándose efusivamente y al parecer él ya no quería pensar, solo dejarse llevar por el momento. Cuando comenzó a desnudarlo dejó escapar en un suspiro el nombre - ¡Luka!

    Fremat entonces sintió la necesidad de tomar el control. La tomó de la mano y cambió de posición dejándola ahora en el suelo y él sobre ella. Comenzó a besar su cuello y a quitarle la ropa blanca cuando sintió un golpe. Un golpe tan fuerte que lo separó de Luka por al menos un metro.

    Colérico se levantó para ver una escena que no esperaba.

    Era un hombre pequeño con una armadura y en la mano derecha llevaba un martillo. Al parecer lo había golpeado con el brazo y el martillo para separarlo de la criatura que aún lucía como Luka.

    El hombre tenía los ojos tapados así que no podía ver pero ondeaba el martillo para asestar golpes al suelo una y otra vez como si estuviera buscando algo mientras gritaba - ¡Perenelle! ... ¡Criatura demoníaca... regresa del agujero de donde saliste...!

    Fremat aturdido corrió para detener el brazo poderoso de ese hombre que asestaba golpes a diestra y siniestra. Pero era realmente fuerte y solo consiguió recibir otro golpe esta vez cerca de su oído izquierdo. Eso lo tumbó en el suelo unos segundos. Cuando levantó la vista ahora ya no vio a la seductora Luka si no a una criatura hecha totalmente de algo semejante a un líquido negro lleno de estrellas en su interior. Estaba a punto de perderse nuevamente en esa obscuridad cuando desde atrás sintió como unas manos delicadas le taparon los ojos. Era Rocío.

    Rocío se acercó a Fremat para decirle - Papá... no es mamá.

    Fremat al escuchar esto se sintió avergonzado de caer ante una sirena de los bosques. - Rocío, no deberías de ver esto. Regresa con Luka por favor. Ayudaré a esta persona a acabar con Perenelle.

    Rocío tomó el cinturón de Fremat y se lo ajustó en los ojos a él. Después le dijo - Sin ver papá. ten cuidado.

    Fremat trató de guiarse con el susurro que emitía la criatura y el zumbido del martillo del hombre pequeño. Decidió apuntar después de escuchar un balanceo del martillo. Lo hizo pero no acertó y en su lugar volvió a ser golpeado por el martillo. Eso lo tumbó nuevamente.

    Esta vez al recuperarse escuchó cerca el susurro, casi en su oído derecho - Fremat, amor... soy tuya... - era la voz de Luka suave y algo distante

    Supo entonces que estaba a un lado de la criatura. Tomó su daga y la hundió en un costado de la falsa Luka. La criatura chilló y eso sirvió para que el hombre pequeño supiera donde asestar el golpe definitvo. Al hacerlo la obscuridad emitió una luz muy brillante y comenzó a desaparecer.
     
    #7
    Última modificación: 21 de Abril de 2022
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    VIII

    Al quitarse el cinturón de los ojos Fremat vio a Rocío apuntando al cielo donde se veía un resplandor brillante subir - Es el alma de una persona pasional que nunca tuvo suficiente.

    El hombre pequeño estaba sentado en en un tronco caído viendo lo mismo mientras sonreía victorioso - Lo logramos. Jajajajaja.... Esa criatura casi te lleva a donde nadie puede regresar.

    Rocío se acercó al hombre pequeño y le extendió su mano - ¡Gracias por salvar a papá! ¿cómo te llamas?

    - No tengo nombre pequeña. Todos me desprecian por que soy deforme o por que les debo algo. Quizás no deberías estar hablando conmigo. Además, además me expulsaron de mi comunidad por ser tan entrometido...

    Rocío le puso la mano en el hombro - De verdad gracias por salvar a mi papá.

    Fremat que ya estaba recuperado de la impresión se acercó al hombre - También te agradezco... - y se le quedó mirando como haciendo la pregunta

    - Kresser, soy Kresser, pero mis amigos me dicen Thunder.

    - Eres muy fuerte. Me lanzaste un metro con tu martillo que también debe pesar mucho.

    - Jajajajajaja. Mi fuerza no me ha servido de mucho. La gente me ve como un monstruo. Me ocultan de los ojos de la gente bien.

    - Thunder, ¿qué haces tan noche en este bosque?

    - Ahhh... - suspiró Thunder - mi comunidad acaba de echarme. Dicen que soy demasiado entrometido. En fin. Un gusto. Voy a la tierra yerma...

    - ¿A la tierra yerma?

    - Si, quiero romper la maldición del castillo. Le pediré a Dios que me haga un hombre atractivo, alto, de ojos azules, alguien que sea aceptable a todos aunque no tenga ningún talento.

    Rocío lo miró y le extendió la mano - ¡Tú ya eres una persona aceptable Thunder! Eres un héroe.

    Eso hizo que Thunder la mirara con ternura - Gracias chiquilla. pero las personas no quieren héroes. Solo algo que admirar y seguir. En fin...

    Fremat le ofreció la mano - Nosotros también vamos a la tierra yerma. Te debo la vida así que déjame ayudarte a llegar ahí.

    Entonces desde atrás de Rocío llegó Luka. - ¿Qué hacen aquí? Es peligroso. Vamos a la cama Rocío... - se interrumpió al ver al hombrecillo - lo siento, ¿quién eres?

    Fremat intervino - Es Thunder.

    Rocío dijo inocentemente - Salvó a papá, mamá.

    Luka se sonrojó al escuchar que Rocío prácticamente había formado una familia con ellos.

    Thunder caminó e hizo una reverencia hacia la mujer morena de ojos grises y dijo - Un placer conocerle ¿cuál es su nombre?

    - Luka

    El hombre rió - Jajajajajajaja.... Señora, usted jamás debe de preocuparse, Su esposo le sería fiel aún si la engañara. Una sirena de los bosques, la más poderosa Perenelle, lo embrujó adoptando su forma. Lo sé porque dijo su nombre mientras lo tenía sometido.

    Fremat se apartó avergonzado y mirando a un punto indetermiando del bosque, no quería ver la reacción de Luka.

    Ella lo miró y dijo - No somos esposos. Solo nos han encargado llevar a esta niña a la tierra yerma. Ella nos dice papá y mamá pero no somos sus padres realmente.

    - Oh, lo siento. bueno, si me aceptan, podría dormir con ustedes esta noche.

    Fremat se volteó para ofrecerle comida que Thunder aceptó. No quiso vera los ojos a Luka ni a Rocío. Solo se aseguró de que todos fueran hacia la hoguera,
     
    #8
  9. silveriddragon

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    IX

    Después de pasar tres días en las montañas llegaron a un pueblo. Ese lugar era bastante agradable, ya que el clima frío parecía disminuir aunque la altura seguía siendo la misma.

    Fremat y Thunder fueron directo a la taberna a tomar unas cervezas y escuchar de las noticias y rumores de primera mano. Rocio se quedó con Luka en el mercado para comprar algunas cosas que necesitarían.

    Thunder en la taberna no llamaba la atención. En cambio los mercenarios lo miraban con respeto y se apartaban cuando el pasaba. Fremat se dio cuenta de ello, al parecer Thunder tenía mala fama.

    Al pedir una cerveza Thunder la olió, la sostuvo por unos instantes frente a sus ojos hasta decir algo en un idioma que no comprendió Fremat y finalmente la bebió.

    Al fondo del local alguien comenzó a tocar un instrumento. La melodía era lenta pero rítmica. Unos segundos después una mujer comenzó a cantar. Era una mujer de quizás veinte años con el cabello blanco, cubierta por una túnica verde olivo que dejaba ver su cuerpo, pero por eso mismo dejaba ver algo que la gente quizás evitaba ver. Le faltaba una pierna.

    Su voz era un tanto grave, lo que algunos llamarían sexy. Cantaba una canción acerca de un hombre que no podía olvidar a una mujer, aunque él mismo había tenido que irse de su lado por el bien de los dos.

    Thunder estaba bebiendo cuando escuchó la voz de la cantante. Al dejar el tarro sobre la barra su mirada se dirigió a la cantante:- ¿Quién es esa diosa?

    Fremat lo corrigió - Thunder, no deberías de llamarla diosa. Es un pecado peligroso decir eso por estos territorios.

    Thunder sonrió e hizo un gesto con la mano como si dijera un chiste - Ja... En esta tierra entonces hay más pecadores que cervezas. Si no, ¿qué hace un ministro en la taberna? - y señaló a una mesa donde un hombre investido con un traje escarlata platicaba con al menos un mercenario.

    Fremat se sintió intrigado por aquella escena. Terminó su cerveza y pidió otra. Después se la llevó cerca de la mesa del hombre que parecía un ministro.

    Thunder en cambio saltó de su silla y se fue a un lugar cerca de la cantante. La miró como ensoñado mientras ella seguía cantando esta vez una canción acerca de un ladrón que logró burlar a un rey para llevarse su fortuna y a su hija menor.

    La cantante al ver a Thunder le dedicó una sonrisa y le arrojó un beso soplado. Algo que Thunder no esperaba, pues volteó a ver si el beso había sido para alguien más. Todos rieron al ver esa reacción y le gritaron - Eh, si... es para ti. El beso... Anda tómalo antes de que se te vaya.

    Thunder hizo como si estuviese jugando. Brincó y agarró algo imaginario en el aire y se lo llevó al pecho. Después le sonrió a la cantante e hizo el gesto de mostrar su brazo fuerte y poderoso como tratando de abrazarla.

    Eso hizo reir a la cantante y le respondió el gesto haciendo lo mismo. Hizo sus brazos de tal forma que pudiese decirse que lo estaba abrazando de vuelta.

    La gente comenzó a entusiasmarse con ello. Ahora le pedían a Thunder que le regalara algo. Como no traía mucho tomó una servilleta y con ella hizo una flor improvisada que colocó en un tarro limpio que le pidió al tabernero. Se lo puso en una mesa cerca de ella.

    La cantante tomó con delicadeza el tarro para que la flor no perdiera su forma. Se la llevó al pecho como abrazándola y después hizo el gesto de estar sonrojada. Todo ello sin dejar de cantar las líneas del ladrón que ya se había robado a la hija menor, lo que le confería un toque cómico a la escena.

    Thunder rio y la cantante también. La canción terminó pero ellos siguieron viéndose. La gente se dio cuenta y los músicos también. Alguien de la banda dijo - Eh. Descansemos. Vamos a la barra.

    La cantante no parecía ser especialmente bonita pero era muy agradable. Se sentó en la mesa al lado de Thunder y de inmediato congeniaron.

    - Dulce diosa, más bella que el canto del ave que despertó la aurora. Más sublime aún si pudiesen tus ojos alumbrar un corazón en calma. - dijo Thunder quien se mostraba diferente con ella. Tal vez era un tipo tosco y fuerte pero realmente estaba interesado en aquella mujer.

    - Jajajaja, eres muy divertido. ¿De verdad te gusto o sólo estabas jugando?

    - Dulce diosa, jamás jugaría como esos galanzetes que seguramente te rondan solo para estar una noche a tu lado. Yo soy ambicioso, no quiero una o dos o tres. Quiero todas tus noches si se puede....

    La cantante le extendió la mano llena de tatuajes de flores y mariposas en diferentes colores que iban del rojo, al lila, el café y hasta rosa. - Shh, no lo digas tan fuerte querido. El ministro podría excomulgarte por llamarme diosa..

    - Ahh... los ministros no me importan. Pero si a ti te importan mi dulce diosa, entonces te llamaré de otra forma. ¿Cómo he de llamarte?

    - Emma... Dime Emma... - y le tocó el brazo acariciándolo de manera sutil - ¡eres fuerte!

    - Si... fuerte,,, aunque eso no me ayudado mucho últimamente Emma. ahmm... ehmm... ¿vives en este pueblo?

    - La banda de músicos y yo somos parte de un espectáculo itinerante. Vamos de aquí a allá. Ahora vamos a la tierra yerma...

    Thunder no pudo evitar sonreír como un niño al escuchar la tierra yerma. - ¿de verdad? ¡que casualidad! Nosotros vamos en esa dirección. Ahh,,, nos podemos acompañar todos rumbo a ese lugar... Esto debe ser un designio de mi dulce diosa....

    Emma nuevmente hizo el gesto de que bajara la voz y señaló al ministro en la taberna. - ¿Cómo te llamas?

    - Thunder, dime Thunder...

    - Thunder, el ministro también irá.

    - ¿De verdad?

    Emma sonrió y le extendió su mano como si le fuera a dar algo a Thunder. Éste se agachó para ofrecer su mano llena de cicatrices y ver que era. Se trataba de una especie de joya color verde olivo como el vestido de Emma. Tenía una forma exagonal. - Está buscando esto. ¿Qué tanto me quieres Thunder?

    Thunder dijo sin dudar - Te quiero tanto que no cabe en este ancho y basto mundo dulce diosa.

    Emma le dio un beso. - Conserva la gema querido. Te veré esta noche aquí en este lugar y te contaré nuestros planes.
     
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    X

    Fremat y Thunder salieron de la taberna para reunirse con Luka.

    Ella estaba comiendo algo con Rocío en un puesto del mercado. Era una especie de caldo con verduras y carne de venado.

    Fremat se sentó al lado de Luka mientras Thunder al lado de la niña jugaba con unos cubiertos mientras esperaba su comida.

    - ¡Luka!

    La mujer de ojos grises no volteó a verlo. En cambio le ofreció las sobras de un plato que tenía.

    - ¿Aún no me dirigirás la palabra Luka? Ya pasaron dos noches.. por favor ¿Qué tengo que hacer para que ... me hables?

    Luka no dijo nada tampoco.

    - Está bien Luka. Yo... lo he estado pensando... Quizás deba volver a la ciudad.

    - No puedes... - Dijo Luka por fin después de casi tres días de no hablar con Fremat quien se sintió un poco aliviado al escuchar nuevamente a Luka dirigirse a él.

    - ¿No puedo?

    - No. Te podrías encontrar otra sirena de los bosques.

    Fremat se sintió derrotado. Estaba haciendo nuevamente alusión al episodio de las montañas.

    - ¿Quieres que me quede entonces con ustedes?

    - No

    Fremat finalmente explotó - Luka... ¿entonces que quieres que hagamos? Si no hablas conmigo no puedo adivinar..

    Luka también explotó - ¡Pues deberías de poder saberlo zoquete! ¿Crees que es agradable ver como te consumes por algo que no puede ser? No puedo quererte Fremat. Y te aferras como un adolescente a una mujer mayor....Al principio pensé que estabas jugando pero si una sirena de los bosques te pudo manipular con mi imagen eso quiere decir...

    Thunder le tapó los oídos a Rocío. - Hey, hey, camaradas. Aquí hay una niña. Al menos vayan atrás del mercado.

    Luka se limpió las manos y se llevó a Fremat a un lugar alejado del puesto de comida. Cuando llegaron a un campo aparentemente tranquilo siguió.

    - Bien.-... bien... Ahora estoy aquí atorada contigo Fremat. No te puedo regresar a la ciudad y tampoco quiero verte. Es muy... incómodo ver como te ciegas ante mi. Es decir, veme.... veme bien... Nadie en su sano juicio se enamoraría de una mercenaria hosca y salvaje como yo pero tú... hasta has caído en una ilusión con mi imagen. ¿Qué podemos hacer Fremat?

    Fremat se sintió humillado. Jamás lo habían cuestionado de esa forma. Algo en su interior se rompió al escuchar esos reclamos. Algo cálido como una llama se encendió. No era enojo, Era algo que le pedía a gritos hablar, comunicarse, más allá de pelear. Su semblante tranquilo se dirigió a Luka.

    - No voy a pedirte perdón por lo que siento. Jamás lo haré. Porque lo que siento surgió sin más Luka. Ante mis ojos eres más que una mercenaria. Y no eres hosca y salvaje... bueno quizás un poco... pero no... Solo mira a Rocío. Te quiere como si fueras su madre. Una madre protectora. Pero, por lo visto. Eso te molesta - y suspiró tratando de contener unas lágrimas - No te preocupes. Me voy. Ya no sabrás de mi Luka. Voy a unirme al ejército de este lugar. Me han convencido de que aquí hay espadachines famosos y que están entrenando a la gente que se presente. Tengo dinero suficiente. Aquí me quedo Luka.

    La mujer no hizo ningún gesto.

    - Entonces es la despedida. Si quieres quédate un momento aquí por favor. Deja que me despida de Thunder y de Rocío. Mucha suerte Luka. Al menos Thunder podrá cuidar de Rocío.

    Fremat le ofreció la mano a Luka pero ella no le ofreció la mano de vuelta en cambio dijo - Es lo mejor. Suerte Fremat. Conviértete en el mejor espadachín.

    - Adiós Luka.

    Fremat se fue sin voltear a ver a Luka ni una sola vez. Cuando llegó al puesto de comida se despidió de Thunder.

    Rocío le tomó la mano - Papá ¿a dónde vas?

    - Rocío, me gustaría ser tu verdadero padre. Eres una niña muy buena, noble y valiente. No te dio miedo la sirena de los bosques. Cuida a Luka y a Thunder. Voy a enlistarme en el ejército. Espero algún día nos volvamos a ver.

    Rocío le dio un beso en la mejilla - Papá, tu puedes volver. ¿quieres saber cómo?

    Fremat rió pensando en la furia de Luka y como lo había prácticamente corrido - Eso no puede ser Rocío pero dime, ¿cómo puedo volver?

    - Solo salta al vacío sin miedo papá. Del otro lado te estará esperando mamá.
     
    #10
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    XI

    Esa noche Thunder regresó a la taberna donde la cantante de cabello blanco cantaba ahora ritmos más subido de tono, algo pícaros para ser escuchados por niños.

    Pidió unas cervezas y ahí se encontró a Fremat. Estaba en una mesa completamente alcoholizado pidiendo a gritos que le llevaran otra cerveza.

    Thunder sintió lástima por él, así que se sentó a su lado y le llevó un tarro con un líquido transparente de aroma delicado y herbal pero con un poco de alcohol y le dijo - Bebe amigo, bebe. Esto lo usan los hombres del sur para el mal de amores. Dicen que funciona.

    Fremat se mostró enojado, aunque con su estado de ebriedad eso lucía un tanto cómico - Thuuuu... under... tttuuuu no has estado enamorado ccccccoomoooo shioooo de Lukaaaaaaa...

    Thunder le tomó la nariz y aprovechó la A de Luka para meterle la bebida en la boca. Fremat no tuvo más remedio que tomarlo y después de un rato comenzó a eructar fuerte. - ¿Qué me diste Thunder? Estooooo sabe a duuuuulces para niñosh....hic...

    - Te bajará la acidez del estómago. Seguramente no has comido nada, después de la pelea con tu chica.

    - No eshhh mi shicaaa... Oyeeeeloooo Thundeeeerrrr, A partirrrrrrr de hoooy... me olvidooooo de Lukaaaaaa....

    Thunder rió viendo los desfiguros de Fremat en la mesa tratando de levantarse. Así que pidió un caldo para dárselo a su amigo. Lo obligó a comer y después lo engañaba para darle nuevamente el remedio en lugar de otra cerveza. Después de un rato Fremat se veía un poco mejor con las mejillas menos rojas.

    - Eres una buena persona Fremat. Creo que Luka aún no sabe lo que quiere en la vida y por eso tiene miedo de ti... bueno de lo que le ofreces...

    - Shhh... shhh... no me hables de esa.---- La voy a olvidar... e sha será mi venganza hic....

    - Así se habla amigo, así se habla jajajaja.... brindemos nuevamente - dijo Thunder levantando un tarro de cerveza mientras Fremat bebía de nuevo el remedio disfrazado de forma engañosa. - Lo que tienes que hacer es olvidarla y hacerte un espadachín tan famoso que nadie, ninguna mujer se resista a tus habilidades, eso... eso.. "Fremat la espada infalible"

    Fremat rió también. Estaba de mejor ánimo. - Tienes razón Thunder. Lo haré. Ya me voy. Mañana temprano me toca ingresar al entrenamiento. Luka se arrepentirá de despreciarme... Es más... algún día la atraparé y la presentaré ante el rey por alguna de sus faltas.

    Thunder lo abrazó antes de que se levantara de la silla. - Así se habla hermano. Ahora ve, que mañana será un día largo para ti. Jejejeje.

    Toda esta escena había sido vista por Emma quien cantaba canciones de taberna muy animadas. Muchos de los asistentes bailaban haciendo ruedas junto a mujeres de dudosa reputación. Al terminar de cantar Emma fue directo a Thunder quien ya estaba terminando de comer una especie de caldo rojo muy picante. Ella siempre se apoyaba con una especie de bastón cuya empuñadura era una mariposa.

    - Dulce diosa, siempre me ciego ante la mirada infinita de tus ojos.

    Ella le sonrió y le ofreció un beso soplado. - Thunder, pensé que no vendrías.

    - No faltaría ni aunque tuviese que enfrentarme a un ejército yo solo.

    Emma se acercó a él para hablar en voz baja - He hablado con mi compañía. Vamos con ustedes si admiten un poco de riesgo.

    Thunder se puso un poco serio - ¿Qué riesgo? ¿Es la gema?

    Emma volteó a todas partes y se acercó aún más a Thunder. - La gema es una clave. Un tesoro que busca el ministro que viste en la mañana. Cree que abrirá la puerta del castillo del juicio.

    Thunder comprendió entonces que en realidad el ministro quería entrar al castillo en persona. - ¿Quiere pedirle su deseo a Dios?

    - Así es Thunder. Su deseo es desaparecernos. Odia a los artistas itinerantes. Cree que somos ladrones. O esa es su excusa.

    Thunder deliberó unos instantes. Sus manos llenas de cicatrices se acercaron a las manos de Emma delicadas y blancas como la nieve. Ella se dejó tocar y al final Thunder dijo - ¿No te molesta?

    - ¿De qué hablas Thunder?

    - Todas las mujeres que he pretendido terminan humillándome. Pero tú, incluso me has dado a guardar algo que es muy valioso. De eso depende el futuro no solo tuyo. También el de tu gente.

    Emma le acarició la frente requemada un tanto surcada de arrugas. - Yo veo a alguien que es fuerte y valiente. Me atrevería a decir que tienes el temple de un héroe cortés. me gusta que tus ojos me ven de forma transparente. No creo que me engañes. Y eso es lo que valoro más que cualquier cosa Thunder.

    Thunder se sintió diferente al escuchar esas palabras. Se sintió aceptado. Algo que no había sentido hace mucho tiempo.

    - De acuerdo Emma. Entonces vamos. Luka y Rocío estarán listas a primera hora de la mañana. Cuando lleguemos al siguiente pueblo nos encargaremos de ese ministro si se pone impertinente.
     
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  12. silveriddragon

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    XII

    La compañía de artistas estaba formada por cuatro músicos, entre ellos Emma. También había una equilibrista, un hombre mayor que manejaba un teatro de títeres y una bailarina. El líder de la caravana era un hombre grande de complexión robusta y calvo. Su voz podía escucharse a varios metros de distancia.

    Rocío estaba encantada con cada uno de ellos. Iba en una carreta junto con la bailarina y la equilibrista quienes le hacían jugar juegos de palabras e incluso le hicieron un truco de magia. La bailarina le dijo que extrañaba los días en los que un mago perteneció al grupo.

    Luka prefería ir caminando por delante de la caravana para evitar algún contratiempo de las montañas. Las sirenas de los bosques apenas eran uno de los inconvenientes que podían encontrarse. No podía dejar de pensar en Fremat y Perenelle. Ese "idiota" pudo terminar engullido por la obscuridad y el caos dentro de la sirena viviendo en una especie de estado melancólico por toda la eternidad. O al menos eso contaban los viejos en la ciudad, quienes habían visto como otras personas eran devoradas por esos espectros. Las sirenas de los bosques solo podían atraer a las personas que estaban ciegas por una persona en particular.

    Thunder iba montado en un caballo, le ofrecieron un traje que la compañía solía utilizar en las representaciones y le quedaba muy bien. Podía pasar por un caballero de alta cuna, aunque sus cicatrices delataban sus decenas de aventuras en muchos lugares.

    Emma iba montada en otro caballo y se acercó a Luka curiosa, pues solo habían platicado un par de veces. Notaba la seriedad en el tono de voz de Luka.

    - ¡Hola Luka! Traigo un dulce de ruibarbo conmigo, ¿quieres un poco?

    La mujer de ojos grises la miró sin cambiar de expresión y extendió la mano con un gesto de agradecimiento aceptándolo.

    - ¿Puedo hacerte una pregunta?

    Luka finalmente volteó a verla y esbozó una pequeña sonrisa. - Emma, dime.

    - ¿Qué hay en la tierra yerma?

    Luka se sorprendió de la pregunta. Sabía que la compañía iba a ese lugar. Pero si no sabían que había ahí, quizás eran más inocentes que Fremat.

    - Está el ejército rojo. Han esclavizado a la gente que antes vivía ahí para que trabajen por ellos. Su líder heredó la maldición de sus ancestros. Su piel es roja y sus ojos completamente negros. De hecho se llama el ejército rojo por que sus generales son todos de la misma familia y tienen la misma condición.

    Emma hacia gestos de horror al escuchar aquello de la piel roja. - ¿Cómo lo sabes Luka? ¿Has estado ahí?

    Luka no contestó de inmediato. En cambio tomó una rama de un árbol pequeño y le quitó las hojas mientras caminaba. Después de un rato habló - He vivido ahí. He visto como la gente sufre por culpa del ejército rojo. El castillo parece un edificio abandonado y completamente deteriorado, no tiene puertas ni ventanas y eso le recuerda a la gente que Dios los ha abandonado.

    Emma interpreta esas palabras y comprende que quien habla es ella. Luka se sentía abandonada por Dios.

    - ¿Tus padres viven ahí Luka?

    La mujer morena de ojos grises ralentiza sus pasos y Emma hace lo mismo con su caballo pero lo dirige a un lado del camino por si alguien los alcanza y que no las interrumpa.

    - Mi padre es un mercenario al que solo le importa él mismo. Siempre que regresaba a casa era para exigir comida y bebida. Mi madre lo soportó por que nos traía dinero, estoy segura de ello. Mi madre siempre ha sido enfermiza y tuve que aprender a cuidar de ella. Por suerte no tengo hermanos. No vivimos ahí ahora. Pero si estuvimos el suficiente tiempo para aprender del ejército rojo.

    Emma se acercó a Luka y suspiró - Luka, ¿cómo sobreviviste a ese lugar? La tierra yerma no da nada.

    - Aprendí el oficio de mi padre. Ser mercenaria me ha dado todo.

    Emma la miró con ternura. Luka parecía ser una persona salvaje pero en el interior era una persona que se sentía defraudada y muy sola.
     
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    XIII

    Después de cenar, la compañía tocó unas melodías un rato para entretenerse. Rocío imitaba los pasos de la bailarina apoyada por la equilibrista. Luka pensó en que ese sería un buen lugar para Rocío si no tuviera que llevarla a la tierra yerma. Con toda esa gente que parecía estar alegre todo el tiempo.

    Luka sintió un poco de envidia de ese estilo de vida. Quizás hubiese sido más feliz si su padre fuese un artista, un músico o un teatrero.

    Después de un rato el líder de la caravana los llamó para irse a dormir. Todos se acomodaron alrededor de dos hogueras.

    Luka se quedó vigilando un tanto alejada de ellos apoyada en una rama de un árbol. Miró la luna llena y no pudo evitar pensar en como había terminado regresando al lugar en donde su historia comenzó. A la tierra yerma.

    Thunder también dormía un tanto alejado de los demás. Era consciente de que sus ronquidos despertaban a todos. Así que trataba de dormir un tanto separado. Emma aún así dormía volteada viendo en dirección a él.

    Habían pasado quizás dos o tres horas pues la luna ya no estaba en el cenit. Y Luka escuchó los pasos de una persona acercándose. Eran unos pasos ligeros y lentos.

    Tomó una daga y trató de rodear a la persona. Iba igualmente vestida con una túnica negra. Luka sonrió pensando en una sirena de los bosques y que no tendría oportunidad con ella. Las sirenas no tenían efecto en las mujeres. Cuando esa persona se detuvo contemplando el campamento Luka le puso el brazo alrededor del cuello y con la otra mano lo amagó con la daga. - Buenas noches. ¿a qué debemos el honor de su visita? - dijo Luka sarcástica.

    La persona habló claramente, por lo que no se trataba de una sirena - Hija.

    Luka no pudo creerlo. Era la voz de su padre.

    Con enojo le hundió la daga lo suficiente en el cuello para lastimarlo pero no para cortarlo. - ¿Qué haces aquí?

    El hombre parecía estar cansado - Me persiguen Luka. Le debo mucho dinero a alguien. Malos negocios ya sabes. Pstt... Y encima me he encontrado un oso con el que tuve que pelear hace poco. Comida. ¿tienes comida?

    La mujer de ojos grises estaba muy enojada - Solo piensas en comida y bebida.

    - Por favor Luka. Nada de reclamos.

    - Solo me traes problemas como siempre.

    El hombre miró a la caravana - Todos ellos deben tener dinero. Robémosles y huyamos Luka

    Completamente enojada arrastró a su padre lejos del campamento y lo arrojó al suelo. El hombre se quitó la capucha revelando su rostro delgado y su cabello lleno de canas. - Hija. No perdamos esta oportunidad. Robemos y huyamos.

    Luka se mostró roja de ira - ¿Cómo te atreves a pedirme eso? Tú nunca me diste nada a mi y a mi madre. Y ahora me pides robar para arreglar tus problemas. Eres... eres.... - y le arrojó la daga que casi le dio en la oreja

    El hombre rió sarcástico - Ja... ¿Te has encariñado con ellos? .... ¿qué te enseñé Luka? Los sentimientos nos hacen débiles. Mira como han terminado nuestros parientes nobles de la tierra yerma. Como miserables esclavos. Y si no ves por ti Luka, terminarás como ellos.

    Luka comenzó a llorar. - Yo solo quería que me trataras como a una hija. ¿Sabes que no puedo formar una familia? Y creo que es por tu culpa papá. No soy capaz de sentir amor... por que tu nunca me lo diste.

    Su padre hizo un gesto de desagrado. - ¡Amor! De amor no se vive Luka--- Y si no me vas a ayudar al menos déjame robar lo que pueda. No me verás nunca más. - El hombres se levantó y corrió hacia la caravana.
     
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    XIV

    Fremat se gastó todo o casi todo su dinero en la borrachera. O quizás no se lo gastó y se lo robaron aprovechándose de su estado inconveniente.

    El ejército le daba comida, bebida y un lugar para descansar. Pero si quería, por ejemplo comprar una buena espada tenía que ingeniarselas.

    A un lado de la taberna del pueblo hay una casa pequeña pintada de color verde, un verde muy vivo que hace que tengas que entrecerrar los ojos cuando el sol está en lo alto debido a que refleja mucha luz.

    Ahí, le dijeron, vive una prestamista. Solo tenía que ir con una garantía y pedir algo de dinero. El suficiente para comprar una buena espada.

    Fremat fue esa mañana de descanso a ver a la prestamista. Tocó la puerta del lugar y notó que estaba abierta. Entonces gritó para ver si había alguien adentro.

    Después de un rato una mujer pelirroja con ojos verde muy delgada y quizás en sus veintes llegó ante él. - ¡Buenos días soldado! Pase. Siéntese en el escritorio por favor.

    Fremat se quedó extrañad al ver el interior de la casa. Se sentía un ambiente acogedor. Había pinturas muy bonitas en las paredes, también tapetes con figuras llamativas. El escritorio tenía muchos cuadernos y detrás varios estantes llenos de libros de diferentes tamaños. Jamás había visto tantos.

    La mujer de ojos verdes se sentó en el escritorio - Eres un principiante. - dijo al revisarlo por un momento - ¿así que quieres un préstamos para armas ?

    Fremat se sorprendió de lo directa que era, le recordó a Luka. - Si, un préstamo. He venido a ver a la prestamista. Por favor dígale que venga.

    La mujer sonrió y se llevó un mechón de cabello detrás de la oreja. - ¡La prestamista! Claro, yo le diré.... ¿A quién anuncio?

    - Fremat... soldado de infantería. Traigo una carta de mi jefe de cuadra. - dijo titubeando. Comenzaba a sentirse cohibido por el ambiente y la mujer le parecía atractiva.

    La pelirroja tomó la carta y la leyó. Esto enojó a Fremat - ¡Hey! Es algo personal. Por favor es para la prestamista,

    Ella sonrió nuevamente y hasta dejó salir una risita. - ¿Señor Fremat, cómo se imagina a las prestamistas?

    - Pues así como son todos los prestamistas. Gente elegante pero ya entrada en años, Muy delgados y bueno... algo avaros..

    Eso último hizo que le brillaran los ojos a la pelirroja. - ¿Viejos y feos? ¿Así son?

    Fremat volteó a todos lados y habló en voz baja - Así son ¿no lo cree usted? Y por lo general tiene ayudantes que les sirven para atraer clientes.

    La mujer esta vez tomó una pluma y un papel en blanco - Y ... los ayudantes son personas más sociables...

    - Si, exacto. Así tratan de ganar clientes. Usted es una ayudante muy inteligente...

    La mujer comenzó a escribir en la hoja y al terminar la firmó. Luego se la extendió a Fremat. Cuando éste la leyó se quedó mudo.

    - Señora... Dina... ahmm.. le ofrezco una disculpa... no pensé que usted fuera ...

    - ¿Que yo era la prestamista? Señor Fremat... dígame señorita... por favor... Y me ha halagado... - dijo casi riendo - Así que le parezco todo menos vieja y fea. -

    Fremat tomó la hoja y la dejó sobre el escritorio - Bueno, yo... no sé. De donde vengo la gente que acumula dinero no es tan joven.

    Dina tomó la hoja y le ofreció la pluma a Fremat - Usted es muy sincero Fremat. Me cae bien. Voy a ofrecerle un préstamo con un interés bajo. Seguramente es para armas y una armadura. Ah también un traje de gala para llevar a su novia a pasear los domingos....

    Fremat desvió la mirada al escuchar lo último..

    Dina notó el gesto - O para ir a conquistar una nueva,,, ejem... ¿qué me dejará en garantía?

    Fremat sacó de una bolsa un anillo muy viejo y gastado - Esto -

    Dina lo tomó en sus manos. Lo pesó y después lo observó con una lupa. Lo dejó sobre la mesa y se cruzó de brazos.. - Esto no vale nada

    - ¿Está segura? Es una joya de la familia...

    - Lo siento Fremat, no vale nada,,,

    - ¿Qué más puedo ofrecer?

    Dina sonrió, esta vez con algo de malicia - Hmm... querido... puedes dejarme como garantía tu palabra...

    - ¿Mi palabra?

    - Si, escrita al calce de la hoja del préstamo. Trabajarás para mi cuando lo necesite. A veces hay gente que se quiere pasar de lista y necesito soldados fuertes como tú. O a veces necesito conseguir cosas que una mujer desvalida como yo no puede alcanzar en lugares peligrosos - dijo esto señalando en dirección a la taberna. Después se llevó al palma de la mano derecha abierta apoyando su rostro. Miró a Fremat con ojos de cordero inocente. - ¿tenemos un trato?

    Fremat no tenía opción. Dinero no tenía y el anillo al parecer no valía nada. Ojalá Luka le hubiese dado al menos una parte del pago por llevar a Rocío pero estaba tan enojado cuando pelearon que lo olvidó.

    - Es un trato Dina.
     
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  15. silveriddragon

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    XV

    El padre de Luka corrió en dirección a donde estaban la equilibrista y Rocío durmiendo. Sacó una daga similar a la de Luka y justo cuando iba a levantar a la niña algo extraño pasó.

    Apareció un joven de cabello negro, atlético con muchos tatuajes en la espalda. Pero lo que más llamaba la atención eran unos pequeños cuernos similares a los de los ciervos que tenía en la cabeza. Esto hizo que el padre de Luka chocara con él y rebotara como si se tratara de una pared.

    El joven estaba desnudo del torso y llevaba unos pantalones gruesos como de lana y unas botas igualmente gruesas.

    Luka lo vio y quedó aterrorizada. Era el mito más grande entre los montañeses, la aparición espectral de el que camina en el viento. El espíritu que reclama la vida de aquellos que cometen crímenes en el bosque. Y su rostro mostraba enojo. Aún así no se detuvo, quería proteger a Rocío y de que viera lo que sospechaba que iba a pasar.

    El joven camino lentamente hasta estar junto al padre de Luka. Se hincó para ver su rostro de cerca pero se mostraba serio. - ¡Un humano!

    Los tatuajes el hombre joven cambiaron de un color azul a un tono rojo mientras parecía examinar al padre de Luka. - Voy a hacerte una pregunta humano.

    El padre de Luka estaba adolorido, cansado y sabía que era su fin. El que camina en el viento no perdonaba a nadie. - ¿Qué pretendes?

    - Nada. Solo un poco de justicia. Hasta mis oídos llegaron rumores. De que eres un mercenario que debe mucho, No solo dinero.

    - No puedo negarlo.

    - Tampoco lo afirmas. - el espectro volteó a ver a Luka y la señaló - Contéstame. ¿Es ella tu hija?

    El padre de Luka quiso levantarse pero ya no podía. Estaba realmente muy cansado. - Si.

    - Bien. Hoy me llevaré a ambos. - Y acto seguido le puso la palma de la mano en el pecho. El padre de Luka pareció quedarse dormido. Solo dormido. Y después su respiración se hizo lenta.

    Luka no se movió y en cambio vigilaba a Rocío. Se quedó mirando con la esperanza de que el espectro solo hubiese dormido a su padre. Pero entonces "El que camina en el viento" se levantó y fue caminando en dirección hacia ella.

    - ¡Humanos! Nunca los entenderé. ¿Cuál es tu nombre ojos grises?

    - Luka

    - ¿Sabías que tu padre te puso ese nombre desafiando a uno de nosotros?

    - ¿Uno de ustedes?

    El espectro se acercó a su rostro ahora temeroso - ¿Cómo nos llaman ustedes los humanos? ¿Los primigenios? ¿Los que viven en las sombras? ¿Los Primordiales?

    Luka entonces finalmente comprendió las leyendas. Todos esos seres que habían sido segregados a las montañas por representar un peligro para la raza humana eren en realidad Los Primordiales. El espectro hizo el gesto de llevar la mano izquierda al pecho de Luka.

    Ella sintió algo que no la dejaba moverse. Estaba atada por una especie de hechizo. Iba a pasar por lo mismo que su padre y no podía evitarlo. Cerró los ojos y comenzó a rezar. Pidió ayuda recordando al Dios que parecía haberla abandonado desde niña.

    Esperó a sentir el frío que la iba a dormir. Esperó. Esperó....

    No pasaba nada.

    Abrió los ojos y entonces vio a Rocío sosteniendo una especie de cartulina de forma ovalada que tenía unos símbolos extraños. Rocío le habló al espectro - Luka es mi madre. No te la lleves.

    "El que camina en el viento" sonrió al ver el sello. - ¡Una sacerdotisa! - e hizo una reverencia - Sus deseos siempre serán mis ordenes. Le perdonaré la vida a esta mercenaria. Pero en cuanto ese sello sea gastado para entrar al castillo, no habrá nada que me impida regresar por ella.
     
    #15
  16. silveriddragon

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    XVI

    Rocío se levantó con la cartulina sin ninguna clase de temor y le ofreció la mano al espectro. Éste sin dejar de hacer la reverencia le regresó el gesto tomando aquella manita con la suya. - Tú eres humana. Pero no hueles como ellos.

    La niña le sonrió - Tienes un deseo.

    - ¿Puedes leer mis pensamientos?

    - No, puedo ver tu corazón. Está roto....

    "El que camina en el viento" levanto el rostro para verla a los ojos y se llevó un dedo a los labios indicando que no lo dijera.

    Rocío entonces quitó el sello - Pediré tu deseo a Dios. Solo si nos dejas llegar ahí.

    El espectro sonrió y retiró su mano. Poco a poco fue desapareciendo. Como si fuera un fantasma y dijo antes de desaparecer completamente - Solo quiero volver a casa.

    Luka pudo moverse y quedó sorprendida de que nadie de la compañía se hubiese despertado. Después de revisar a Rocío para ver si estaba bien la abrazó. No había sentido tanto miedo en toda su vida. Ver a la cara a un primordial al parecer era toda una experiencia.

    Recordó entonces a su padre y fue a verlo donde se suponía que se había quedado dormido. Pero él ya no estaba ahí. En su lugar podía verse una especie de sombra impresa en la tierra.

    Rocío abrazó a Luka - ¿Era mi abuelo?

    Luka estaba como en shock aún y solo pudo acariciarle la cabeza a Rocío - Era mi padre...

    - Mamá,,, ¿Sabes que tu nombre es una invocación?

    - ¿Una invocación?

    - En el templo me enseñaron a orar. Y hay un nombre que está prohibido decir a la ligera. Es el tuyo mamá. Los primordiales le temen a tu nombre.

    - ¿Por eso no me llamas por mi nombre, pequeña?

    La niña asintió. - Creo que mi abuelo te quería mucho y por eso te llamó así. Para protegerte diciendo tu nombre.

    Su padre...

    El mismo padre que había aprendido a odiar aunque le había enseñado un oficio. Que se ausentaba tantas veces y regresaba solo para pedir comida. Ese mismo padre que le había pegado cuando las cosas iban mal con su entrenamiento. Y que le había dicho que no fuera débil con nada ni con nadie.

    Ese hombre que jamás le había mostrado cariño ni la había felicitado. Aunque ella buscaba su aprobación jamás la tuvo. Y cuando finalmente se cansó de esperar, ella misma se fue de casa en busca de su propia vida. Solo visitaba a su madre de vez en cuando.

    Y ahora se había enterado que su padre en realidad la había protegido dándole un nombre prohibido.
     
    #16
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  17. silveriddragon

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    XVII

    Al día siguiente la caravana se levantó sin dar señales de haberse enterado de nada. Thunder en cambio se mostraba distinto. Evitaba decir el nombre de Luka y hablaba en voz baja con Rocío mientras jugaba con ella.

    Comenzaron a andar en dirección a su objetivo muy temprano, Los rayos de sol empezaban a asomarse cuando la equilibrista y la bailarina subieron a la carreta con Rocío.

    Luka quería descansar pero al mismo tiempo no quería pensar, así que rechazó el ofrecimiento de dormir en la carreta. En cambio se fue caminando a un lado de Thunder.

    El hombre pequeño iba a caballo y después de un rato platicó con Luka

    - Estamos cerca del siguiente pueblo "ojos grises". ¿Falta mucho para llegar a la tierra yerma?

    - Es nuestra última parada. Después debemos internarnos en las montañas más y más. Estaremos incomunicados por meses.

    - ¿Meses? Entonces aprovecharé para tomar cerveza jejeje.

    Thunder notó a Luka muy pensativa, así que la molestó deliberadamente.

    - ¿En quién piensas? ¿Estás preocupada por Fremat... "la espada infalible"?

    Escuchar el nombre de Fremat la hizo reaccionar. - Ese tonto...

    - Si,,,, un tonto.,,, jamás había conocido a alguien tan impulsivo. Dudo que dure en el ejército. Se necesitan agallas pero también saber cuando detenerse.

    - Tampoco creo que dure. Cuando vayamos de regreso pasaremos por él .. o lo que quede de él... - dijo burlona Luka

    - ¿Cómo se conocieron? Es decir, son mercenarios pero no creo que lo hayas escogido como compañero de aventuras...

    - En una taberna. Se me acercó preguntándome sobre una misión que tenía. Luego bebimos cervezas y al día siguiente ya estaba de regreso con una rosa en la mano. ¿puedes creerlo? Ya no se me despegaba. Esa actitud me molestaba mucho pero después me acompañó en unas misiones y era impulsivo, si.... pero de alguna forma conseguía sacarnos de situaciones difíciles. Fuera de las serenatas a la luz de la luna y los poemas que a veces escondía en mi bolsa, podía ser un buen mercenario.

    Thunder se alegró de ver a Luka más animada hablando de Fremat. - So... eran camaradas. Jamás pensaste en él como un hombre...

    - Nooooo... Para nada... Es un muchacho demasiado noble.... No sé como se hizo mercenario. Es un tonto que se mete en problemas sin pensar dos veces. Eso mismo eso hizo conmigo. Enamorarse de mi.. Pffff... pobrecito... Pero que se quedara en ese pueblo fue lo mejor. ¿No lo crees Thunder?

    - Entre los enanos tenemos un dicho... "Buena suerte, mala suerte. Depende de como acabe al final." Fremat tiene algo que hemos perdido ambos. Tiene fe, O al menos creo que la tiene el muy tonto. Jajajaja... Cuando lo dejé en la taberna del pueblo estaba hasta las manitas.

    - Si... solo espero que esté bien... solo eso espero...
     
    #17
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  18. silveriddragon

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    XVIII

    Fremat entrenó día y noche. No se contentó con las clases que le daban, Tenía que hacerse más fuerte, más rápido, más ágil, más astuto. En su mente seguía presente Luka pero no como un objeto inalcanzable o en un pedestal. Quería pensar en ella como una persona, una a la que quería mucho aún. Le debía al menos eso. Convertirse en alguien más fuerte, alguien a quien no pudiera despreciar en una misión.

    Sus instructores se burlaron de él durante las primeras sesiones. No era capaz de levantar las espadas pesadas de hierro forjado. Tampoco lograba completar las carreras alrededor del campo de entrenamiento y tenía muy mala puntería.

    Fremat era consciente de ello. Así que comía por las tardes y regresaba al campo a seguir entrenando. Solo descansaba cada seis o siete días, Siempre terminaba exhausto. Al día siguiente se levantaba temprano, se aseaba y volvía a las clases.

    El primer mes fue un verdadero tormento para él. Tenía que soportar, no solo su falta de fuerza y resistencia si no que también las burlas de sus compañeros que eran más altos y los regaños de sus maestros. Una vez terminado ese mes los instructores los alinearon en una fila y los examinaron. Fueron escogiendo a los más débiles y los iban descartando, ya no podían regresar a entrenar.

    Cuando llegó el turno de Fremat el instructor lo miró con desprecio pero meditando se llevó la mano a la cabeza como queriendo y no descartarlo. - ¡Fremat! te vas a quedar aquí con los brazos en cruz con una cubeta en cada mano. Si resistes tres horas te quedas, si no... no te quiero volver a ver...

    El muchacho así lo hizo. Se quedó parado primero durante dos horas. Sus compañeros continuaron el entrenamiento y al ver que aguantó se acercaron viendo que estaba a punto de soltar las cubetas. Querían saber si se quedaba o no.

    Fremat empezó a hacer gestos. Entonces se le ocurrió algo. El instructor jamás le dijo que tenía que estar de pie. Se hincó.

    Sus compañeros se dieron cuenta de que eso era un error. Un grave error. Era como ponerte la tentación de soltar las cubetas por que ya están más cerca del suelo. El muchacho trato de pensar en otra cosa, Se imaginó la voz de Luka diciéndole una vez más que no lo quería a su lado. Eso le dio fuerzas.

    Al notar que seguía ya un buen rato hincado sus compañeros comenzaron a animarlo también.

    Pero no fue suficiente. Fremat soltó ambas cubetas. El instructor se acercó. Y le dijo - ¡Fremat! ¡Extienda los brazos!

    Al hacerlo Fremat se dio cuenta que los sentía muy ligeros y algo adormecidos. El instructor le empujó los brazos tratando de bajarlos. Midió su fuerza. - ¡Muy bien Fremat! Ya no eres tan debilucho. Intenta levantar la espada de hierro forjado.

    Así lo hizo y Fremat notó el cambio. Estaba cansado, mucho. Pero ya era capaz de levantar la pesada espada. - Jajajajaja... ¡Tonto de capirote! Quiero ver si aguantas el entrenamiento con la espada. Te quedas otro mes.

    Fremat se sintió agradecido con el instructor. Quería festejar, quería compartirlo con alguien. Pero no tenía a nadie.

    Al día siguiente fue a la taberna para celebrar. Hubiera entrado directamente a tomar una cerveza pero se topó en el camino con la pelirroja de ojos verdes. Ella estaba sentada fuera de su casa limpiando la entrada. Cuando lo vio le dijo:

    - ¡Fremat! ¡Ven!

    El muchacho fue directo adentro de la casa. Dina lo llevó hasta el escritorio.

    - ¡Estás contento! ¿Quieres una copa de vino? - sin esperar respuesta le sirvió un poco en una copa y se sirvió también - por lo que sea que te tenga contento - brindó

    - ¡Me han aceptado en la academia para clases de espadachin!

    - ¡Ah! Pensé que ya te habían aceptado... Pero déjame verte,,,, Si.... estás más fuerte. Mira esos brazos... - dijo Dina abriendo los ojos un poco más. - ¿quieres decir que compraste una espada sin haber recibido ni una clase?

    - Así es.

    - Jajajaja-- no había conocido a alguien tan impulsivo. Creo que eso es la parte que te hace tan sincero.

    Fremat bebió de ese vino y se sintió contento de platicar con Dina. le platicó de la ciudad de donde venía. De las clases, De su entrenamiento. Ella le compartió muy pocas cosas. Lo dejó hablar.

    Después de pasar medio día ahí, Fremat se levantó del escritorio y se estiró. Le dijo a Dina que era hora de irse. Ella recogió las cosas y tomó la escoba nuevamente para seguir con su día de limpieza.
     
    #18
  19. silveriddragon

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    XIX

    Así pasó otro mes. Fremat ahora hacía ejercicios no solo con la espada. También con mazos, alabardas y arcos. Todo el día repetía movimientos una y otra y otra y otra vez. Su cuerpo seguía cansado pero poco a poco fue ganando habilidad. Su puntería mejoraba lentamente. Hasta que una tarde haciendo el ejercicio con uno de sus compañeros consiguió romper su defensa.

    Ahora entrenaba todos los días sin excepción. No quería ser expulsado de la academia cuando se hiciera el siguiente examen. Era uno de los más difíciles de pasar. Tenían que enfrentarse a uno de los instructores en duelo con un solo golpe. Un solo golpe definía si se quedaban o no. Un simple golpe con la espada. Algo tan sencillo era a la vez muy difícil.

    Un día antes del examen estaba realmente cansado. Y se fue a dormir. Tuvo un sueño.

    Vio a Rocío con el cabello un poco más largo. Estaba lloviendo en un paraje desértico. Eso era algo disonante. Lluvia cayendo en la arena seca que se levantaba como si fuera polvo. Ella le señalaba a una torre alta semidestruida. Ahí estaba apoyada una mujer envuelta en una especie de lienzo blanco. Tosía mucho, parecía enferma.

    El sonido de un cuerno lo hacia voltear. Y tuvo que esquivar un caballo a todo galope. En él iba Thunder quien chocaba lanzas contra un ejército rojo. El grito de batalla de Thunder era claro y decidido. Pareciera que estaba resignado a ganar o morir.

    Despertó cuando escuchó a Rocío decir en el sueño - Papá.... volviste....

    Quiso quitarse esas imágenes de la cabeza pero no pudo. Eran muy vívidas. Pero sobre todo le llamó poderosamente la atención la imagen de la mujer enferma. Se veía desvalida, y por alguna razón el corazón lo sintió revolverse con ese recuerdo.

    Se levantó y se apresuró a asearse antes de que sus compañeros lo hicieran. Quería ser el primero en presentar el examen. Tenía fe en pasarlo.

    Se formó primero en la fila con la esperanza de que el instructor lo llamara primero.

    Pero no fue así. Al pasar lo ignoró y fue examinando a todos uno por uno. Iba descartando a unos y a otros los felicitaba. Lo extraño era que aunque algunos no conseguían tocarlo, les permitía quedarse.

    Así fue llamando a todos hasta que quedó Fremat solo. El instructor dijo - Bueno... ya acabé.

    Fremat protestó - ¡Instructor! ¡Señor! Falto yo.

    - Ah. ¡Fremat! ¿Qué haré contigo muchacho? No tienes talento. Eres debilucho. - suspiró - pero tienes ánimos de seguir aquí. Serías un mejor mercenario. No un soldado.

    Fremat se enojó pues lo estaban despreciando una vez más. - ¡Señor! ¡No señor! ¡quiero ser un soldado señor!

    El instructor lo vio con desprecio nuevamente - ¿Me obligarás a aceptarte Fremat? ¿Cómo lo harás?

    Fremat no se movió.

    El instructor entonces le dió la espalda - me voy.

    Fremat entonces tomó la espada. De forma totalmente impulsiva se movió rápidamente para cerrarle el paso. El instructor sacó también la espada e iniciaron un duelo. Los golpes de Fremat eran rechazados con ligereza. - Ya renuncia Fremat. ¿por qué quieres ser un soldado?

    - Quiero ser más fuerte....Quiero proteger a alguien... Quiero ser alguien...

    Fremat inconscientemente aceleró su velocidad y finalmente dio un golpe que generó un sonido agudo al chocar con la espada del instructor. También un ligero remolino que hizo a un paso detrás de él.

    El instructor se detuvo y se quedó mirando el remolino hasta que se deshizo. - Oh.... ¡genial! Has aprendido una técnica avanzada tu solo. Y lo peor es que nadie te la enseñó. Ahhhh.... ¿qué haré contigo palurdo....? Me van a cuestionar que haces aquí... Pero... ¡está bien! Te quedas un mes más Fremat. El siguiente examen es de técnicas avanzadas. Si lo logras te reclutaré como soldado.

    Fremat saltó de alegría. Pero nuevamente no tenía con quien festejar.

    Al día siguiente fue directo a la taberna. En el camino pasó a ver si estaba Dina en su casa. La encontró anotando cuentas en una libreta grande y amplia. Ella lucía muy concentrada. No quiso interrumpirla así que se dio media vuelta pero ella lo detuvo diciendo

    - ¡Fremat! ¿Por qué has tardado tanto en venir? ¿Ya se te olvidó pagarme la deuda? - y le extendió la mano en señal de cobrarle

    El muchacho sacó el dinero de una bolsa y lo dejó sobre el escritorio. - Aquí está Dina. Perdóname. Tuve que entrenar muy duro. No salí del cuartel en un mes.

    La pelirroja sonrió mientras contaba el dinero - ¡Perdonado! Pero no lo vuelvas a hacer. Quiero saber si te pasa algo...

    Fremat sonrió - ¿Temes quedarte sin el pago de la deuda?

    - En esta vida todo es dinero Fremat. Ahora.... ¿quieres desayunar conmigo?

    - Si, estoy hambriento. Iba justo a la taberna por algo. Hmm... Voy, espera, Comparé algo para los dos y lo traigo aquí.

    Fremat fue a la taberna y pidió algo sencillo pues imaginó que a Dina no le gustaría ni lo picante, ni lo extremadamente salado como la carne seca que llevan los mercenarios en las misiones. Después de esperar un rato regresó a la casa verde donde Dina ya estaba terminando sus registros.

    Ambos desayunaron y Fremat le dijo que había pasado el examen.

    Dina lo miró - Fremat, ¿puedo hacerte una pregunta?


    - Claro... dime...

    - ¿Por qué quieres ser un soldado?

    - Me gusta como son los soldados.

    - Yo creo que no. Tu no quieres ser fuerte.

    - ¿Ah no?

    - No, ¿tu quieres proteger a alguien verdad?

    - ¿Cómo llegaste a esa conclusión Dina?

    - Si solo quisieras ser fuerte ya te hubieras rendido. Todo ese cansancio, ese esfuerzo no lo hace nadie. He visto a muchos pedirme prestamos y endeudarse pero lo dejan después del primer mes. Y tenían mejor condición que tu. ¿A quién quieres proteger Fremat? - le dijo interrogandolo con esos ojos verdes que lo traspasaron

    - Ah.... no lo sé... Me... me... rechazaron. Una mujer. Me dijo prácticamente que no valía lo suficiente para estar a su lado como mercenario.

    - ¿Como mercenario?

    - Si ... fuimos compañeros de aventuras. Pero la última misión no salió bien.

    Dina fue por un poco de té y le sirvió a Fremat - ¿Aún estás enamorado de ella?

    El muchacho se sorprendió de las conclusiones que sacaba Dina - No.

    Dina sonrió - No..... No la amas. Por ella no harías todo esto.

    - No.

    - Tampoco te arrojarías a un abismo para alcanzarla.

    - Claro que no.

    - Y por último. No te endeudarías para hacer de ti un soldado en toda regla.

    - Por supuesto que no Dina...

    - Cuando seas sincero contigo Fremat, casi podría jurar que me gustas...

    Fremat se sorprendió con aquellas palabras.

    - ¿Por qué eres tan sincero con todos Fremat? Menos contigo mismo. La amas.--- ¿Cómo se llama? - dijo Dina mordiéndose los labios

    Fremat dejó el té y se dio cuenta de que le costó pronunciar su nombre - Luka
     
    #19
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  20. silveriddragon

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    XX

    Dina miró a Fremat por unos segundos. No decía ni una palabra. estaba esperando una reacción. Pero ésta no llegó.

    Fremat realmente estaba atónito. Nunca le habían planteado nada de ese estilo.

    Entonces se vio a sí mismo. Estaba justo del otro lado de la situación. La rueda del samsara, la rueda que le enseñaron que siempre gira lo había hecho. El destino le quería decir algo.

    Ahora era él quien tenía en sus manos los sentimientos de alguien más. Dina se volteó avergonzada.

    - Perdóname Dina. No quise decir eso. Es solo que...

    - No, perdóname tu a mi. Te estoy forzando...

    Era exactamente lo mismo que Fremat le hizo a Luka siempre.

    Ella volteó mirándolo y tocó su rostro. - No se cuando pasó Fremat. Pero comencé a extrañarte. Cada domingo esperaba a que llegaras con tu cara de tonto... Me gustas Fremat. Pero tu amas a alguien.

    - Yo... no sé que siento Dina. Creo que estoy encaprichado. No lo sé.

    Dina lo miró a los ojos. - ¿Qué serías capaz de hacer por ella Fremat?

    El muchacho se vio en retrospectiva. Había perseguido a Luka hasta ese lugar, pero después dejo de hacerlo. Ya no la siguió. En cambio eligió su sueño de ser soldado.

    Tomó el rostro de Dina y su mirada cambió. - La protegería, pero ya no la amaría.

    Dina sonrió. Fremat estaba siendo sincero por primera vez acerca de lo que sentía.

    - Ya no la amo Dina. Si así fuera la hubiese seguido aunque fuese en contra de su voluntad. La hubiese protegido aunque no fuese un soldado.

    Ella sonrió ahora con los ojos. - Entonces... ¿tengo una oportunidad?

    Fremat se aclaró la garganta. - Dina. Me gusta estar contigo. Intentemos algo. Veamos si funciona. Me gustan... tus ojos verdes. Son muy profundos. Me dicen cosas que nunca hubiese imaginado. Te vendré a ver cada domingo ¿de acuerdo?

    - Te esperaré entonces mi caballero...
     
    #20
  21. silveriddragon

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    XXI

    Habían pasado dos meses. Dos largos meses en los que Luka trataba de no pensar en su padre, ni en su madre, Se ocupaba de estar atenta a los peligros de las montañas y a la presencia ahora más amenazante de los primordiales.

    Rocío a veces dormía con ella. Eso le daba cierta calma. Esa niña le hablaba de cosas que no comprendía acerca del regreso a casa y como Dios había creado la luz y de la luz había salido todo lo demás. Todo estaba inundado en la luz y de ella se alimentaba. Solo que poca gente podía ver esa luz.

    También le cantaba en un extraño tono palabras que se repetían una y otra vez en un lenguaje incomprensible. Eso la hacía dormir.

    Thunder y Emma seguían enamorados. Hacían una pareja muy alegre que siempre iniciaba las fiestas. Algo necesario en un paraje solitario e inhóspito como las montañas heladas donde es muy importante mantener la moral.

    Una mañana Rocío se levantó antes que todos los demás y se sentó viendo hacia la salida del sol. Ahí ya se podía ver a lo lejos una especie de torre alta medio derruida por encima de una construcción que se veía vieja y abandonada. La niña sonrió y con sus manitas dibujó en la rierra un símbolo semejante a un árbol que conectaba la tierra con el cielo estrellado. y encerró eso en un doble círculo. Comenzó a rezar.

    La luz nos creó a todos
    El orgullo nos divide a todos
    La vida es lo más preciado
    La luz nos deleita a todos
    El alma sobrevive a todo...


    Luka la escuchó, espiándola desde detrás de un árbol. Tal vez no podía comprenderla pero a veces sus palabras le daban mucha paz por alguna razón. Se preguntó si en el templo donde fue criada había sido instruida para ese día y solo para ese día en el que entrara al castillo. Ella hace mucho tiempo perdió la esperanza y ya no creía más en ese Dios miserable que había dejado atrás a la gente. Pero... por alguna razón escuchar a Rocío le daba un poco de fe. Quería creer en que esa pequeña rompería finalmente la maldición y liberaría a su gente. La misma gente a la que ella tuvo que abandonar para salvarse a sí misma.

    Cuando vio a lo lejos la torre del castillo del juicio sonrió. Faltaban tal vez dos o tres días para llegar y todo iba bien. Quizás ahora el último obstáculo era el ejército rojo pero el alcalde se encargaría de ellos. Confiaba en que mandaría un ejército imbatible, su mejor escuadrón para acabar con ellos y conquistar la tierra yerma.

    Rocío dejó de orar y regresó al lado de Luka quien se sintió sorprendida cuando Le habló al pasar cerca de ella. - Mamá... puedes rezar conmigo en las mañanas. - y sonrió - Papá volverá ¿sabes?

    Luka le hizo un gesto como quien explica algo imposible a un niño - ¡Eso no puede ser Rocío! ---- Fremat.... se quedó para ser un soldado.

    - Él será puesto a prueba mamá. Si pasa la prueba regresará. Pero yo sé que si... - y sonrió nuevamente, ampliamente como un ángel.
     
    #21
    Última modificación: 9 de Mayo de 2022
  22. silveriddragon

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    XXII

    Thunder fue el primero en entrar a la tierra yerma o mejor dicho al conjunto de casuchas que aún seguían en pie en aquel páramo desolado. Intentó buscar a alguna persona que le dijera si el ejército enviado pro el alcalde había llegado ya. Pero no halló a nadie.

    Las casas estaban vacías. Una por una la fue registrando. Estaba a punto de irse cuando escuchó un lamento. Era uno débil y lejano.

    Volteó y bajó de su caballo para tratar de encontrar de donde provenía el sonido. Cuando finalmente lo encontró vio a un hombre esquelético apoyado sobre una pared de tierra. Sus ojos estaban cerrados, su boca seca y los lamentos eran muy débiles.

    Thunder rápidamente le mojó los labios con un poco de agua que llevaba.

    El hombre reaccionó abriendo los ojos trabajosamente. Hablaba muy despacio y en un tono muy bajo así que Thunder acercó el oído a su boca. - Ejército rojo... Todos... esclavos...

    - ¿Cómo escapaste buen hombre?

    - Escondido ahí.. - y señaló sin levantar la mano hacía un agujero debajo de la pared.

    - Hiciste bien. Nadie merece la esclavitud.

    - Ejército alcalde --- esclavos..

    Thunder no podía creer lo que escuchaba. - ¿También el ejército del alcalde? ¡Rayos!

    - Caos primordial... aliado... ejército rojo...

    Thunder ahora se quitó el casco de su armadura y se enjuagó el cabello con un poco de agua y miró al cielo. - ¿Por qué Dios? Nos complicas todo... - y sacó su espada - Juro que acabaré con el caos primordial si así logramos entrar al castillo.

    El caos primordial era uno de los primordiales. El más temible por que representaba la locura, el sinsentido y la falta de esperanza. Pero eso le hizo pensar. ¡No sería la influencia de ese primordial lo que había le había hecho a Luka y su familia lo peor? ¿Arrebatarles la fe?

    Subió al hombre a su caballo esperando que pudiese salvarse si lo llevaba al campamento. Después se montó y dirigió sus pasos a la torre. Ahí vió algo aún más raro.

    Era el ministro, o lo que quedaba del ministro.

    Era inconfundible su vestimenta sacra pero la persona debajo de ella también lucía esquelética. Bajó del caballo para examinarlo.

    Una mano sostenía una gema azul plana y estaba en dirección a colocarla sobre un hueco en la pared a un lado de la puerta grande del castillo. Pareciera que iba a colocarla ahí cuando algo lo sorprendió dejándolo seco. Completamente seco. Su rostro tenía un gesto de terror. Como si hubiese visto algo horrible.

    Regresó entonces con la gema y de ahí montó hasta llegar al campamento donde les contó a todos lo que vio.

    Rocío le explicó a Thunder. - Tío Thunder... No todos pueden entrar al castillo. Se necesita una gema para abrir la puerta. Pero después un ángel habla contigo y te hace una pregunta.

    Thunder miró a la niña - Tengo una gema. Podría intentar entrar de una vez .... Pero mi deseo se ha cumplido. Es decir, ya no tengo un deseo para pedirle a Dios.

    Luka quien veía nerviosa a Rocío se acercó - Pequeña. Yo ya he cumplido mi parte del trabajo. Tenía que traerte hasta acá. Pero no hay ejército, ni alcalde, ni nada.

    Rocío la miró - Mamá... Está bien... Voy a ir sola de todas maneras.

    Luka no estaba segura de que la niña supiera a lo que se iba a enfrentar. La tierra yerma era peligrosa.

    - Te acompaño Rocío. No estaría tranquila aquí.

    Thunder se acercó - Yo también voy. Ese lugar desolado no me da buena espina.
     
    #22
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  23. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    A veces creo que sería mejor que hubiera un planeta para los rojos, un planeta para los naranjas, un planeta para los verdes y así se podría saber qui+en tiene razón, por el momento parece que nadie. Jurándo que éste comentario fué hecho bajo un estado errático.:oops:

    Por cierto, en relación a la fé cristiana, es pecado renegar de la fé una vez se ha hecho alarde de ella. Por lo que arrebatarla es difícil, tal vez preferirían empezar una guerra si son suficientes para ello. En fin, ni modo, saludos Silver.:)
     
    #23
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  24. silveriddragon

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    XXIII

    Luka, Rocío y Thunder caminaron por cerca de una hora rumbo al castillo. Desde donde estaban solo se podía ver a sus espaldas las montañas y a su izquierda una especie de cráter enorme donde se supone que alguna vez hubo un lago con agua dulce. Muchos dudaban de ello. ¿Alguna vez hubo agua en ese paraje desértico?

    Luka traía la mano derecha puesta sobre su daga. No quería sorpresas esta vez. Thunder en cambio trataba de caminar a la par de sus acompañantes dando a veces saltos mientras balanceaba su hacha de guerra con despreocupación.

    Rocío miraba con atención la torre, Sonreía. - Mamá, ¿qué es eso? - dijo al ver una especie de nube negra venir en su encuentro. Era una nube obscura pero que iba casi pegada al suelo.

    Iba muy rápido. Thunder sabía que no podía hacer mucho pues no había donde esconderse y las nubes no pueden ser golpeadas.

    Cuando llegó reptando frente a Rocío se detuvo y adoptó una forma humana, la forma de un hombre moreno, alto y de ojos cafés. Su semblante era severo como el que le vieron a "el que camina en el viento". Ella no se asustó. En cambio le ofreció la mano. - ¿Vienes a pedir ayuda?

    El espectro la miró fijamente: - ¿Sabes quién soy?

    - Fuiste humano.

    El espectro pareció sentirse avergonzado ante esa revelación. - Fui humano. ¿Eres la elegida?

    - No. Solo quiero entrar y pedir un deseo.

    - Hay hombres encerrados en la fortaleza. Libéralos.

    Luka y Thunder no comprendían nada pero al escuchar eso intervinieron. - Nos retrasarían. Vamos al castillo. - dijo Luka

    mientras Thunder agregó - Solo somos dos personas contra un ejército.

    El espectro señaló hacia la puerta de la torre - Ahí hay un ejército. Uno que ha dormido por mucho tiempo. Solo hay que invocarlo. Necesitamos una gema. Pero solo seguirán de pie mientras tengan un líder.

    Thunder lo pensó. Liberar a esa gente antes de que mueran .. Nadie merece morir. - Lo haré.

    El espectro entonces hizo una reverencia ante Rocío. - Eres la elegida. Has traído al líder y a la escéptica. Aunque no veo al caballero.

    Rocío le señaló a las montañas. - Mi padre vendrá... estoy segura.
     
    #24
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  25. silveriddragon

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    XXIV

    La pequeña Rocío estaba de pie frente a la puerta del castillo. Era amplia y grande y del lado izquierdo había unas inscripciones en un lenguaje olvidado. Del lado derecho tenía una especie de representación primitiva de los cuatro elementos: aire como una nube en forma de caracol, tierra similar a una piedra grande y redonda con muchas imperfecciones, fuego como una llama que ascendía y agua en forma de tres líneas quebradas.

    El espectro dijo señalando las escrituras - Ahí duerme el ejército en espera de un líder. El ángel los encerró como castigo al no pasar la prueba de noche en el castillo.

    - ¿Cómo los liberamos? - dijo Thunder sacando la gema azul que le había arrebatado al ministro.

    - Debes mostrar tu valentía y protección.

    Luka extendió la mano curiosa hacia las figuras representativas de los cuatro elementos. - ¿Qué es esto?

    - Es una protección. Los Primordiales intentaron entrar hace mucho tiempo. El ángel les negó el paso.

    - ¿Entonces el caos primordial no puede entrar? - dijo Thunder

    - Es capaz de entrar si posee un cuerpo humano.

    El solo pensar en esa posibilidad hizo que Thunder se estremeciera. Había visto como las sirenas poseían a los hombres para jugar con ellos antes de hundirlos en la obscuridad.

    Rocío sacó la cartulina con los símbolos extraños grabados. La puso sobre una parte de las escrituras y comenzaron a brillar.

    El espectro le advirtió - El ángel aparecerá ante ti, elegida. Ten cuidado sobre que le respondes.

    La luz fue haciéndose más y más brillante y frente a la puerta apareció el ángel.

    Pero también del lado opuesto, de espaldas a Rocío apareció una obscuridad igual de fuerte.

    El espectro lucía asustado y se acercó a Luka - Es el caos primordial. ¡Escéptica! ¿Puedes enfrentarte a tu miedo más profundo?

    Luka no lo pensó ni un instante. Sacó su daga y corrió pensando en que si se materializaba Rocío estaría en peligro.
     
    #25
  26. silveriddragon

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    XXV

    Luka saltó gritando y desapareciendo dentro de la nube negra, buscando algo que pudiera vencer con su daga. Pero no hallaba nada. Solo veía algo semejante a una obscuridad metálica que reflejaba un poco de luz. No era líquida como las sirenas. Era una especie de nube que se fragmentaba.

    Corrió dentro de la nube sintiendo que iba en línea recta. Cuando vió algo parecido a una luz al final siguió adelante. Hasta llegar ante un hombre extraño vestido de negro con el cabello rizado y gesto de enojo.

    El hombre al mirar a Luka de cerca le habló - ¡Humana! Estás rota. No vales un centavo.

    - ¿Pero quién te crees que eres miserable?

    El hombre desapareció cuando Luka trató de cortarle el cuello con un solo tajo de la daga. Se esfumó. Trató de buscarlo entre a neblina nuevamente y apareció algo.... era ella...

    Era la imagen de Luka. Pero esta Luka tenía los ojos negros en lugar de grises. Le dijo - Nada volvió a ser lo mismo después de que me abandonó mi padre.... - después esa falsa Luka desapareció.

    Luka siguió buscando hasta encontrar de nuevo al hombre vestido de negro - ¡Humana! Estás rota. ¿Sabes por qué lo sé? He visto en tu frágil alma. Nadie te ha querido realmente ¿no es así? Ni tu padre, ni tu madre....,ahh... solo esa niña desvalida que te dice madre... pero.... ¡tú no eres su madre!

    La mujer de ojos grises intentó ser más veloz para amagarlo pero nuevamente se esfumó. La voz del hombre retumbó en sus oídos. - Ahhh... Me gusta la gente como tú, mujer... Nadie te ha amado... nadie.... pero no lo necesitaste... jamás... ¿Por qué? Porque tú eres fuerte... no necesitas a nadie... ni eso que llaman amor... jajajajaja....

    La obscuridad siguió hablando: - Solo necesitas ser fuerte.... más fuerte.... más valiente...- dura como la roca del desierto, donde nadie penetre... ni siquiera ese palurdo llamado Fremat.... Un tonto.

    El hombre de negro se materializó una vez más ante sus ojos - Llorar no sirve de nada. Llorar no da de comer.... Lamentarse no te sacará de tus problemas... Solo tienes que volverte como tu padre...

    Luka irremediablemente comenzó a escuchar a ese ser. - Pero ¿sabes algo humana? Jamás los necesitaste. Tú eres especial. Tú eres la elegida. Tú hiciste tu camino tú sola. Así que ¿por qué tendrías que obedecer a una niña? Dame tu mano mujer de ojos grises y entremos juntos al castillo. Pidamos nuestro deseo. Liberemos este mundo de eso que llaman dolor. Para siempre......


    Luka se arrodilló. No podía más. Estaba absorta en sus pensamientos. Quería creer en algo pero toda su vida fue rechazada por aquellos que creía más fuertes. Si.... Quería acabar con el dolor... El dolor de su pasado. Que nadie más sintiera nuevamente ese dolor.

    Vencida extendió la mano hacia el hombre de negro quien la tomó para levantarla. - Dilo mujer de ojos grises. Grítalo... Sácalo de tí para que el dolor se vaya,

    La mercenaria sintió algo surgir desde dentro de ella. algo que tenía que sacar antes de que le hiciera más daño - Yo...me hice a mi misma.... Yo ... estuve sola.... No necesito a nadie más..... Yo soy.... la que entrará al castillo...

    En el instante su cuerpo se llenó de manchas negras y sus ojos se enturbiaron.

    El hombre rió a carcajadas de forma histérica mientras veía como el cuerpo de Luka caía como si estuviese enfermo y tosía. Mientras el hombre tomaba su humanidad. - Ahora... Yo... El Caos Primordial puedo entrar al castillo. El ángel no podrá detenerme.....
     
    #26
  27. silveriddragon

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    XXVI

    Thunder escuchó un cuerno sonar y volteó hacia atrás.

    Era el ejército rojo llegando en caballos negros como la noche. A esa velocidad no tardarían en llegar..

    Tenía que proteger a Rocío así que levantó la gema y trató de mil formas convocar al ejército que el espectro mencionó.

    Primero trató con arengas heroicas, con un discurso, prometiendo vino y mujeres...

    Pero no pasó nada.

    Después dijo todas las groserías que se sabía en todos lso lenguajes que recordaba tratando de apelar al orgullo del ejército.

    Tampoco pasó nada

    Después cantó un himno de guerra de los enanos. Eso no sirvió tampoco pero lo fue preparando para lo que pensaba hacer.

    Con ejército o sin ejército necesitaba detenerlos al menos lo suficiente para que Rocío entrar al castillo.

    Al terminar su himno de guerra se puso el casco y tomó su hacha. Subió a su caballo y gritó - Por el honor de... los héroes del castillo del juicio... el ejército rojo no pasará ....

    Y corrió con su caballo directo hacia el ejército rojo. No volteó hacia ninguna otra dirección mientras tenía en la mira a los comandantes a quienes quería derribar primero usando su fuerza.

    Al chocar la hacha con la armadura de uno de ellos, logró derribarlo. Después siguió adelante dando golpes a un lado y a otro. El ejército rojo tuvo que detenerse al verse sorprendido por la fuerza de ese enano.

    Cuando finalmente se organizaron para rodearlo lo derribaron de su caballo.

    Las lanzas iban a atravesar su armadura cuando unas flechas atravesaron las cabezas de sus agresores.

    Incrédulo Thunder se tocó el cuerpo buscando heridas y se frotó los ojos. A su alrededor había un ejército de caballeros vestidos de blanco con una cruz roja en el pecho.

    Lo habían salvado apenas por unos segundos.
     
    #27
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  28. silveriddragon

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    XVII

    Fremat había estado entrenando hasta muy noche en el bosque. Estaba exhausto nuevamente. Quería comer algo e irse a dormir.

    Imprudente como suele ser, no tomó en cuenta las advertencias de sus compañeros. Se acercaba una tormenta, una muy fuerte. Nadie lo iba a pasar bien esa noche y menos afuera donde los rayos podían caerte encima.

    El muchacho ya iba bajando hacia el pueblo cuando las primeras gotas gruesas comenzaron a caer. Después se escucharon los truenos.

    Corrió tratando de llegar lo más rápido posible. Iba entre los árboles frenándose un poco agarrándose de ellos mientras se deslizaba con los pies sobre la tierra empinada.

    Los truenos sonaban cada vez más cerca y las gotas de lluvia se hicieron más grandes.

    En un momento dado ya no pudo ver el pueblo debido a la mezcla de la lluvia y el viento. Tuvo que guiarse por lo que recordaba.

    Siguió bajando y entonces vio algo que hizo que se detuviera.

    Eran tres personas. Al parecer campesinos que se habían quedado atrapados en la tormenta también. Un hombre, una mujer y un niño.

    Fremat se dio cuenta de que la mujer estaba atorada debajo de una pesada rama de un árbol.

    Sin siquiera preguntar nada se puso al lado del hombre y le ayudó a levantar la rama. Sacaron a la mujer quien se dolía de la pierna izquierda.

    Les habló diciendo que recordaba donde estaba el pueblo y que los ayudaría llevando al niño, tratando de cargarlo.

    Fue entonces primero indicando el camino. Volteaba de vez en vez para que no se perdiera la pareja. Los truenos se intensificaron y la lluvia ya no les dejaba pasar. La tierra estaba muy húmeda.

    Perdió de vista a la pareja y tuvo que regresar sobre sus pasos. Los encontró acurrucados en un hueco entre algunas piedras. Ahí parecían un poco más seguros.

    Fremat vio entonces una luz que lo cegó. No escuchó el trueno. Sabía que algo malo iba a suceder. Simplemente lo sabía.

    Arrojó al niño en dirección hacia sus padres y el saltó hacia atrás.

    Hacia el abismo a su izquierda.

    Era una rayo. Tenía que asegurarse de que no les pegara a ellos. Mientras sus cabellos se erizaban Fremat recordó los dulces labios de Dina que el domingo pasado le había regalado una delectación que jamás hubiese soñado vivir.
     
    #28
  29. silveriddragon

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    XVIII

    Fremat despertó en un lugar diferente. No era el bosque. Era más bien un edificio como donde vive la gente rica de la ciudad.

    Se levantó de una cama mullida y suave. Salió de una habitación pequeña donde solo cabía esa cama. No había puerta solo una cortina delgada de color rosa. Una mujer hermosa lo recibió.

    - ¡Fremat! siéntate por favor y no te preocupes por las flores.

    - ¿Cuáles flores? - dijo Fremat mientras con la mano izquierad hizo un gesto rápido que tiró un florero de una mesita a su izquierda

    - Esas flores querido.

    - Lo siento...

    - Te dije que no te preocuparas querido... - y le hizo una gesto de corazón con ambas manos.

    - ¿Qué es esto?

    - ¿Dónde crees que estás Fremat?

    - ¿El cielo?

    - No. Estás en un lugar antes del cielo. Una persona que te quiere bien te ha salvado.

    - ¿Quién?

    - Hmmm veo que no eres brillante Fremat. Pero eres noble, muy noble querido...

    - ¿Qué hago aquí?

    - Oh... una pregunta inteligente al fin....Estás aquí por que eres el elegido....

    - ¿El elegido?

    - Si....- y acercándose le ofreció una bebida - ¿quieres té?

    - ¿Se puede tomar té aquí?

    - Al menos por educación querido... toma el té...

    Fremat lo tomó y le supo amargo.

    - Eres el elegido.... déjame decirte algo Fremat querido.. ¿crees en la suerte?

    - No, cada quien hace su propio camino.

    - Así es. Pero para lograrlo primero debes de conocerte a tí mismo...

    - ¿Conocerme?

    - Si no sabes quien eres, ¿cómo sabes que es mejor para ti.....?

    - ¿Por eso conocí a Dina?

    - Dejaste ir lo que te hacía daño por que miraste en tu interior Fremat.

    - ¿Por eso hallé paz?

    - Paz.... otros lo llaman satori,,,, otros revelación... y unos más epifanía...

    - ¿Y qué hago aquí?

    - Tenía que decirte algo antes. Eres el elegido, pero debes de creerlo para que ocurra el milagro. No aquí - señalando su cabeza - si no aquí - señalando su pecho.

    - ¿Quién eres? ¿Eres Dios?

    - No....- y rió - soy una diosa.... Ai No Megami... Quiero mucho a los humanos. Sobre todo a los puros de corazón como tú.

    - Me duele la cabeza.

    - Termina el té Fremat. Prometo que te sentirás mejor cuando te lo hayas acabado. ¡Ah! Por cierto... Tienes trabajo que hacer. Regresarás a donde debiste de ir desde un principio.... Solo que ella no previó que dejarías a Luka por tu propia cuenta.
     
    #29
  30. silveriddragon

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    XXIX

    Rocío rezaba con los ojos cerrados-. Por detrás de ella podía escuchar los gritos de batalla a lo lejos, la voz fuerte y sonora de Thunder. También sentía algo que proyectaba una sombra y que poco a poco nublaba más y más el ambiente. A su izquierda el espectro sollozaba por alguna extraña razón al contemplar la faz del ángel que aparecía frente a ellos.

    Era un ángel de al menos tres metros. Su faz era tranquila y transmitía una serenidad que te hacia pensar en si alguna vez hubiese sentido dolor. Sus alas eran color miel y vestía un manto rojo. Su cabello ondulado y gris hacía que pareciera joven pero quizás no mucho. Comenzó a hablar dirigiéndose a Rocío:

    - Detrás de ti la obscuridad, el temor de la guerra mi dulce niña. A tu lado la raza que no pudo sostener su palabra, buscando en sus teorías las respuestas que son tabú en la vida. ¿Estás lista para la pregunta y el juicio de Dios?

    - Quiero liberar a todos. - dijo Rocío y sonrío.

    - ¿Quiénes son todos mi pequeña?

    - Los primordiales, de su castigo y exilio; los humanos de su dolor; los espectros de sufrimiento y a ...

    - Shhh..... no lo digas en voz alta. Es tabú.

    - Eso quiero...

    El ángel la miró ahora con curiosidad. - Tú. Eres diferente. Una niña humana sencilla. Pero creo que estás lista. Te haré la pregunta. ¿Cómo te imaginas a Dios? - y antes de que Rocío respondiera levantó la mano - ¡Espera! Te daré dos opciones. La primera. Dios es un padre protector y castigador que vive en el cielo y solo aparece en esta tierra para hacer milagros o para pelear contra los demonios. - Hizo una pequeña pausa y después agregó. - La segunda. Dios es un espíritu libre que yace en todas y cada una de las cosas y seres vivientes que hay en este mundo. Lo divino solo se manifiesta si la humanidad es buena entre sí.

    Rocío dudó de la respuesta. Cerró los ojos. Las sacerdotisas la prepararon leyendo muchas escrituras antiguas e incluso leyendo el libro prohibido de los primordiales. Ahí definían a los demonios aunque nunca nadie en esa tierra había visto uno. También en los textos arcanos se hablaba de Dios como une espíritu libre. ¿Cuál era la respuesta correcta?

    Pensó en las enseñanzas que seguía Fremat acerca de no hacer daño a nadie, incluso a sí mismo. También en lo que solía describir Luka acerca de que Dios bajó del cielo para castigar la codicia del hombre. Y por último pensó en el valor de Thunder quien creía en un Dios todopoderoso creador de todo lo que se ve y lo que no.

    Estaba dudando...

    El ángel le extendió un libro y dijo. - Puedes buscar en estas escrituras las respuestas pequeña.

    Era una trampa... Por alguna razón Rocío supo que el ángel le estaba dando una pista.

    Pensó en ella. En cómo llegó ahí y de la profecía que las sacerdotisas le dijeron cuando solo tenía cinco años. - Rocío, Nuestra pequeña Rocío. Tú eres la elegida. Hemos esperado por generaciones por alguien como tú. Solo tú puedes responder la pregunta del ángel y reunir a la gente que liberará a la Tierra Yerma. Solo escucha a tu corazón en el momento indicado.

    Al recordar esas palabras se fue tranquilizando. Abrió los ojos despacio y le contestó al ángel.

    - Dios es infinito amor, es infinita paz. Creó para después sujetarse a lo que ha creado. Es el principio pero lo que lo mantiene es él mismo. Prevalecerá aún sin nosotros. Describirlo es inútil, no lo comprendemos. No hemos sido hechos para entenderlo. Vive aquí y ahora pero no lo vemos. ¿Cómo hacerlo si con los ojos no se ve? Mi respuesta es que Dios es un misterio. Uno que es imposible de resolver.

    El ángel mostró sorpresa al escuchar esas palabras. - De todos los que han traspasado esta puerta ninguno dio una respuesta más cercana a la verdad. Rocío puedes pasar. Pero deben acompañarte tu padre y madre. ¿Dónde están?

    Detrás de Rocío apareció un hombre vestido con ropas sencillas que cargaba a una mujer envuelta en un manto blanco.

    La mujer tosía. Su cuerpo tenía marcas negras como moretones en las piernas y los brazos. Sus labios estaban secos y su cabello se veía gris.

    El hombre se veía fuerte pero al ver la faz del ángel agachó la cabeza. No se sentía digno de ver algo sagrado.

    El ángel se hizo a un lado. Mientras ellos pasaban la puerta dijo: - En verdad eres la elegida. Has traído a tu madre escéptica y a tu padre el caballero. Ten cuidado Rocío. El juicio no es lo que parece.
     
    #30
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