El charlatán

El charlatán.

El que sabe no habla,
El que habla no sabe.

Harto estoy de los charlatanes a los que le encanta escuchar su propia voz.

Me taladran la cabeza con su parloteo absurdo
Que se elimina a sí mismo
Porque no dice absolutamente nada.

Y venga a hablar y hablar
Sobre una vida que solo habla del aburridísimo tema de donde y cuando
Se ha trabajado en tal o cual sitio.

Cuando no paras de hablar
Se molestan los oídos de los demás,
Pues llega un punto
En que no se presta atención pues todo suena a lo mismo.

Se puede haber tenido una vida intensa,
Pero no hay nada más aborrecible que creerse el gran contador de historias y que tomas a la gente como receptores que han de interesarse por uno mismo.

Los charlatanes son egos engrandecidos
Con una inmensa necesidad de ser atendidos.

Y no les lleves la contraria o el parloteo será mayor.

Hay un momento para la charla animada,
Pero los silencios son tan importantes como las palabras,
Tal y como sucede en la música,
Pues música es también el silencio.

Por eso hay que desmontar el ego,
Pues aparte de hacerle daño a uno mismo,
Se lo haces a los demás con un no saber estar muy molesto y cargante.

El que sabe no habla,
El que habla no sabe.

Tenemos dos oídos para escuchar
Y una boca tan solo para comer.

Escuchemos más y midamos nuestras palabras.

Así todo será armonioso
Y el molesto ruído desaparecerá.

Psycho