El ciclo del amor

Llego fulgurante
sin frenos
cargado de un letal veneno
con un arrogante talante

Afloró
en lo mas oscuro de mi alma
trastocando toda calma
hiriendo un noble corazón

Murió
dejando mi alma huérfana
tan sola, tan fría y ufana
que la mas suave de las brisas la rompió

¿Amor por qué te has escondido?
¿Por qué te tornaste cotidiano?
-Querido Diego en ti he nacido
y en ti moriré como muere el verano.
Más no desesperes, AMAR es humano.

 

Llegas cargado de un letal veneno,
como la serpiente cobra.
Te enfrentas a la mangosta,
que es mamífero roedor, de pelo crespo.





Los gallos de pelea exhiben sus espolones.


Mientras un gitano exclama:
¡ Hagan sus apuestas ! También, en el Casino,
dentro del templo hecho a los juegos de azar,
y a las energías lúdicas, los hijos pródigos





derrochan el dinero.


Llegas cargado, pues, de alforjas,
con la herencia de tu padre, o la dote,
que atestiguará un futuro casamiento.
Espero que aciertes, más que elegir,





a tu compañera de pupitre.


Acierta, pues el Universo es una escuela.
Y el mundo es un colegio.
La patria, la bandera, son solamente,
dibujos y manualidades, de los párvulos


preescolares, y muchos bellos durmientes.

 

La mangosta no es un roedor, sino que pertenece a una familia de carnívoros conocida como viverridae, entre cuyos representantes se encuentran nuestros meloncillos y jinetas.