El coctel.

Melancolía absurda, melancolía triste. No llores.

Tu esencia es la nostalgia, tu color es el gris.

Tus días son nublados, tu destino es partir.


¡Ay! tristeza eres el manto que me cubre de noche

Empañas los cristales de este cuarto vacío,

donde su amor y el mío retozaron ayer.


¡Ay! deseo que me llama a beber de su cuerpo,

en sorbos extasiados, sus besos de mujer.

En copas de lujuria, vestidas de placer.


¡Ay! celos que me clavas, alegre sus puñales.

Alimentas mis dudas, si atiendes el teléfono,

y dices murmurando luego te llamare.


Son solo estas cuatro, tan fuertes emociones.

Servidas en un coctel, de efecto embriagador.

Quien no quiere beberlo, aunque le duela el pecho.

Quien no quiere beber, el coctel del amor.


Dimas.