El conjuro

Me coloque el ámbar en el brazo

para pasar el invierno

y ahuyentar lo que no quiero.

Coloque en mi lengua olivo

para resistir sin sentir el peso

de lo que intento llevar.

Herví amapola, azahar y melisa

para que mi corazón no saltara

cuando tenia que saltar.

Pero se me olvido escuchar.

Oír mi brazo, mi cuerpo, mi llanto,

mi canto para adormecerme.

Se me olvido reír

y sentir como otras veces,

y resistí.

Un día salio el sol,

vi mis ojeras,

la cara triste,

pero no eche las persianas

como siempre.

Me senté tranquila,

paré mi mente,

se paro mi cuerpo cansado

y sentí dolor, fiebre…

También sentí calor, hambre,

caricias y palabras de amor.

Canciones que siempre me habían cantado.

Decidí escuchar

percibir, reír

cansarme y descansar.

Ya no resistí.

 

Ir declamando esa especie de magia que tienen los sentimientos.
sentir en ductilidad y agolparse en esa fusion mecida que llega
al extremo del agotamientos. intimidad e infinitas ondas
de estallados estados. saludos amables de luzyabsenta.
bellissimo

 

Siempre me alegran tus letras
Un abrazo grande.
Maria

 

Gracias Maria, siempre por tu amabilidad, estimulos mutuos
para corresponder a tu amable respuesta. saludos de luzyabsenta