El contrato cinematográfico.

Te observo, desde la distancia.
Lees las manos; eso se llama quiromancia.
Ofreces a los transeúntes, ramitas de romero.
Traen buena suerte. Prefieres los billetes, a las monedas. Te hace falta un poco de dinero...


Hablas de cuentos de hadas, de dragones y mazmorras, y de laberintos complejos.





La casa de los espejos, el tren de la bruja, y los coches de choque.
El tiro con arco, la doma de los caballos salvajes, y el rodeo de los vaqueros, sobre toros fornidos.
De los forasteros y los forajidos.
¡ Deténgase ! La prefiero absorta, gitana temida.


Gitana quemada; gitana asada, con pimientos verdes y cebolla, que se va dulcificando.


Gitana robusta.
Alíese conmigo...
Le ofrezco un nuevo panorama. Es el guión de cine.
Rodemos juntos, un cortometraje. Usted será mi protagonista. Asumo la responsabilidad,


como rey de la pista.


Yo la he parido.
La amo, por su donaire.
Por la bravura que muestra, y el garbo de sus dentelladas.
¡ Mordiscos !


Sepa usted que yo conozco a Katherine Hepburn y Sidney Poitier, de San Francisco.


También, a Spencer Tracy, que se viste con sombrero.
Blancos y negros, judíos y gentiles, gitanos y payos, moros y cristianos, creyentes y ateos.
Diversidad es Amor, querida camarada.
Sea usted bienvenida, como cachorra, a mi modesta camada.

 

Singular...bien ordenada la esponjosa variedad, símil circense, y las salidas hacia lugares reconocibles y no tan lejanos. Saludo cordial. Julius.

 

Gracias, Julius.
Un contrato laboral también puede ser señal de Amor.
Procuremos no discriminar a nadie.

 

Eso es cierto y es verdad. La discriminación como sabemos sembró de vida de bastante horror a través de las guerras y para dar un ej. conocido hasta el hartazgo y despiadados derramamientos de sangre en muchos sucesos, aún vigentes...Un humano noble y sincero no avala desde ya esos males que desgraciadamente anulan la cordura.