El coyote

El coyote

Tú, lobo parlanchín de sombra impía
chillándole a la luna en el desierto;
aullido de difunto que no ha muerto
y espíritu de la melancolía.
Canis latrans; diáspora sin causa;
fantasma entre la arena; hambre de olvido;
conocedor del mundo en una pausa
que en la noche del tiempo se ha perdido.
Un rastro itinerante; anacoreta
del cactus, la serpiente y el cercado;
eterna maldición para el ganado
y blanco predilecto de escopeta.
Enseñas a los hombres sus destinos
inútiles frente al Correcaminos.

 

Confieso que llegué a sentir simpatía/pena por el coyote.. y cogí un poco de asquito al cabrón del Correcaminos.. Buen poema, Lírico. Saludos.