El cruel fruto de tu amor.

Mírame cómo estoy, amor.
Sediento de tu beso seductor.
Acompáñame en este juego de dolor.
No me dejes solo, sedúceme con tu olor.

Soy y vivo por ti.
Pero tú no estás por mí.
Me tratas de una forma hostil.
Me culminas, ¡Me quiero morir!

Dile al sol que ya no me ilumine.
Y que mi vida aquí se termine.
Que el hado ya no me guíe.
Que tú, vida mía, de mí te ríes.

Si no me quieres, ¿Qué esperas para matarme?
¿Qué esperas para arrancarme el alma?
¿Qué esperas para arrebatarme la vida?
¿Qué esperas para desgarrarme el corazón?

Tu recuerdo lo tengo aquí.
Me duele, pero lo disfruto.
Un amor grande que por ti sentí.
Un amor que nunca dio fruto.