El cuchillero

EL CUCHILLERO

Qué rostro arrugado de secretos y recuerdos.
Qué gesto orgulloso y desafiante.
Qué ni fuera Don Quijote con esa fiera atropellada.
Qué porte tan viril bien de veras y que irrespetuoso
con la muerte.
Qué profundos los ojos del cuchillero y congelados
como el hielo.
Qué sudor está quemando su frente.
Qué daga de Toledo está brillando en la noche
de manos de ese valiente.

Cuando la sangre se derrame
en la madre que lo parió que angustia
mas fuerte que el dolor.
Qué furia en las amantes del callado malevo
que derramo las lagrimas entre sus piernas.
Qué grito en la boca redonda de los hijos del compadrito
que se murió con tacos y punteras.
Qué saliva amarga en la noche de la sangre derramada.
Cuantos ojos estarán mirando el coraje inútil
de la furiosa puñalada.
Qué dolor terrible cuando muerde la culebra del acero.
¡Está tan fría la noche!¡Está tan negra la Luna!
Y la muerte agazapada esta esperando al lucero.
Qué estériles los lamentos cuando queman las chispas
de la sangre.
Qué profundo es el pozo del sepulcro sin agua bendita y por ninguna mano bendecido.
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El cuchillero... historias de malevos y compadritos tan significativos en nuestra historia popular y tan presentes en el tango y en tus versos. Ha sido grato leerte, Mariano. Y no me extrañes, comento poco y nada pero siempre estoy por aquí leyéndolos, leyéndote, aunque no pueda llegar a todo lo que quisiera leer y a todo lo que merecen que los lea.

Un besote.

 

MuchÍsimas gracias mi querida sandra.
Entiendo , pero de todas maneras te extraÑo.
Buena onda