El devenir de mi presente. Soneto.

Me ciño al devenir de mi presente

sin darle identidad al sol futuro

con la seguridad, te lo aseguro,

de andarme a cada instante alegremente.


Ajusto mi reloj al Dios viviente

que vive donde habita el yo maduro

sin miedo a que la parca pegue duro

sajando con su tajo pecho y frente.


Apuro en avidez mis alegrías

bebiéndome de un trago tierra y cielo

en una exaltación sin carestías.


Avivo mi pasión y su consuelo

-en medio de un trajín de buenos días-

viviendo mi presente como suelo.

 

Jajajaja, este soneto tiene mucha gracia y salero, sí señor. Un ande yo caliente, ríase la gente, y apurando el día a día (el presente), sin miedo a la de la guadaña, y sin tribulaciones derivadas de ""hacer cuentas y graneros en beneficio de un futuro que siempre será incierto"".
Te felicito.
Por otro lado, el soneto es magistral (no solo por el contenido antes mencionado), también por su perfección técnica; todos los ritmos de cantidad, acento, entonación, y timbre..., clavados.
Un fuerte abrazo, amigo y compatriota.

 

Muchas gracias, Galeote. El tema es muy antiguo pero sigue candente... y seguirá por muchos años: vivir hoy o vivir para el mañana "llenando el granero"? Ser hormiga o ser cigarra? Yo he elegido.
Pues eso. Un abrazo fuerte.
Esteban.

 

Cigarra, amigo mío, siempre cigarra, jajajaja, no al vivir para trabajar, sí, al trabajar para vivir, y, en suma, VIVIR.

Un abrazo, amigo Esteban.

 

Coincidimos totalmente, Galeote. Otro abrazo!!!

 

Cada día tiene su afán y sus problemas. No busquemos lejos, solucionemos el ahora. Mañana Dios dirá. Buena tarde.