El Discurso de Lucifer

En la morada celeste donde los cantos divinos son siempre escuchadas,
Las loas y alabanzas al creador, en un imperio de luz y sonidos divinos,
Donde el trono del eterno esta como principal paisaje da comienzo esta historia:

Y en el cielo sucedió que un día Lucifer fue convocado:

Ante los arcángeles más poderosos y divinos postrado este en otrora el Ángel más bello del que se tenga memoria, el del poder casi incomparable ahora de rodillas antes sus camaradas y hermanos:
-¡Ilustres majestades, oh hermanos míos! Me encuentro ante vosotros pues divina realidad me arroja ante vuestros pies... y como humilde es ahora mi orgullo y dejadas atrás las ironías y sarcasmos hoy comparezco ante en otro tiempo mis amigos e iguales.... ¡Ah! (suspiro)...-

-Pero vienen a mi pobre mente recuerdos gratos y solemnes de esos mágicos tiempos de dicha y gloria que compartimos en este recinto inmaculado cuando la nada imperaba el universo y la idea de compartir con el hombre nuestra existencia eran solo ideas guardadas en la mente del todopoderoso, nuestro Padre.... ¡Dulce admiración y cautivadora belleza de este paraje hermoso; mi antigua patria!....-

-¡En esos tiempos en donde mi belleza y sabiduría que eclipsaba a todas las cortes del cielo y que solo se veía opacada por aquél que nos dio su aliento de vida!-

-¡Luzbel era mi nombre! ¡La luz Bella! ¡Con cuanto orgullo portaba dicho nombre... antes de que la injusticia se abatiera sobre mí, antes de que la inquina me jugara una broma cruel! Condenado por mi “amoroso Padre” a una labor triste que no tiene final como recompensa a mis soases palabras y actos de rebeldía!

-¡Sufro en el mar de fuego y sangre gritando en medio del Caos y la Locura, El odio y la desesperación!
Y así será por los siglos de los siglos.... pero Vosotros disculpéis mis toscos modales y recuerdos arcanos, los desvaríos de mi lengua (como dijeran los humanos de los que me compadezco enormemente)... como excusa os diré que es solo que hacía una eternidad que no disfrutaba tan acogedora y maravillosa compañía de seres como vosotros!

-En el infierno solo lamentos escuchareis y nada de esperanza solo desconsuelo y ¡Una interminable sinfonía de quejas y acusaciones! Tanto de los caídos como de las almas que interminablemente llegan día a día.... Permítanme abusar de vuestras buenas voluntades y dejadme decir algo por favor meditadlo aunque sea un breve instante o siglos si lo preferís pero meditadlo bien! El tiempo es lo de menos para nosotros los inmortales divinos ¿No es así?... ¿Estaba realmente bien definido el plan de Dios? O la otra gran interrogante que me hizo padecer hasta este momento... ¿Es realmente justo y sensato aquél por el los cantos resuenan por toda la eternidad? ¿Tiene alguna justificación todos los errores en los que cae el llamado Señor?... ¿Dónde esta la justicia? ¿La redención? si al final no perdona y su egoísmo es todo... ¡verifiquen la historia si realmente tenéis individualidad!


-¡Ah sí! Perdonen mi lengua afilada... Miguel no seas rencoroso... no toquéis así la empuñadura de tu espada, el rencor y la ira no son propios de alguien de tu status... ¡oh guardián celoso no os molestéis hermano mío! Alguna vez combatí contigo y aún tengo abiertas las heridas que con tu flamígera espada causaste en mí, presa de tu furia desmedida e ira... Pero también siento que he dado en un punto sensible y que tal vez tengo razón..!Ja! ¡Me llaman ahora el Señor Oscuro, de la Guerra, de la Mentira! Y tú Gabriel golpeas mi ya herido y deformado rostro! ¡Es una ironía dulce que provoque en ti tales emociones... Tu mirada te delata Gabriel y la furia en tu interior es algo que ya tiene mucho tiempo guardada a mí no puedes ocultármela como a los demás... Tú no eres mas un Arcángel... ¡oh esta bien hermano mío!-

-¿ Que no debo referirme vosotros como hermanos? ¿No el creador mismo encarnado en su santo hijo promulgo que aún vuestros enemigos son hermanos?.. ¡Vamos, vamos no pongáis esa cara porque por esta ocasión hablo con la verdad!.. ¡De todos los presentes Gabriel es el más parecido a mí! ¡ En pensamientos que no logras ocultar!-

-Al principio cuando la revolución estalló, cuando mencioné mi discurso y esta eterna guerra comenzó estuviste de mi lado, pero el miedo te acobardó y al final te pusiste del lado del Tirano... ¡Ah veo que aún te afectan los conflictos entre lo que tu crees y lo que tienes obligación de creer!.. Pero eso esta en el pasado y aunque los cantos alaben al victorioso siempre la duda sembrada jamás desaparecerá!...

-Me habéis traído a la celeste morada inmortal y Aquél no es lo suficientemente magnánimo para darme la cara? Para recibir a su hijo pródigo?... Nuevamente disculpo mi insolencia, mis modales, obviamente no es modo de dirigirme a mi “amoroso Padre” el bien llamado “Justo” aquí en la eternidad nada ha cambiado desde que fui arrojado al abismo... pero...-

-¿Qué veo?... ¡oh sí! Almas humanas adornan este recinto las pocas que han podido llegar hasta acá... después de un juicio muy justo mediante un estilo único de ejecutar las sentencias, las reglas básicas para la felicidad eterna: “Toca pero no veas, ve pero no toques, te quitaré lo que mas amas y aún así me adorarás como único y omnipotente, ámame aunque te abandone al sufrimiento y dolor y mis designios serán inexpugnables solo yo reinaré por los siglos y los siglos ¡bah! Me enferma, sus reglas paradójicas y absurdas... ¡No Gabriel! ¡Esta vez no! Nunca volverás a golpearme y menos por decir mi pensamiento pues... ¿No se nos dio el libre albedrío?

-Regreso pues al Infierno donde es preferible gobernar que estar esclavizado en el Cielo dentro de sus estúpidas reglas... Gabriel algún día me seguirás pero nunca podrás usurpar mi trono no tienes el poder-

“Y así el Señor de las Tinieblas regreso a su reino de Sangre y Fuego o al menos es lo que imagino....”
Lord Vélfragor