El dolor de las nadas

Se va la sangre fuera de la vena cortada.
Se escapa en un pequeño río de tristezas.
Se va con la consciencia de estar semivivo todavía
gotea por impulsos camino hacia la nada.

Se respira.
Todo es lo mismo.
Mediocridad de cerdo bien cebado
irrelevancia descompuesta.
nadas muertas
merodeando los relojes de Dalí.

Se va el alcohol por un camino fácil hasta la cabeza
y enturbia el ojo
toma el control de todo.
Para el sarcasmo y la miseria
se va la sangre al desagüe
hasta el precipicio de las nadas
las malas contestas.
Es el dolor de las nadas.

Y el dolor es dolor...

 

Y es el amor la cura para todos los males. Un gusto visitarte.
Un abrazo y muchas bendiciones!!

 

El amor sí. Debe andar en alguna parte. Gracias por venir. Saludos.

 

Verdades muchas papá César...................siempre son verdades que vuelan y llegan al alma..............un beso para ti...........Clari

 

latente poema, es así como el dolor que impregnas, saluido

 

Uno está siempre como enfrentado a las nadas, mi niña. Están allí, en los bordes de todos los caminos esperando que uno pierda el pie. A veces el pie se va porque uno mismo lo manda, otras porque lo obligan, te arrojan hacia ellas. Estamos vivos en préstamo, siempre en camino hacia alguna de las nadas. Te quiero.

 

Gracias por tu saludoi Marian.

Sí... por algún motivo las inevitables nadas me siguen causando tristeza. Y los años me hacen avanzar cada vez más rápido hacia ellas en un proceso irreversible. Cada día alguna toma posesión en mí, gana terreno. Vivir es morir lentamente.