El dolor silencioso de la madre tierra.

Aún puedo oír.
Aquella armonía en el alma,
Aquel grito desesperante,
Aquel lamento,
Aquel llanto en el viento, que solo la quena la entiende.

Puedo oír el latido de su corazón, en el bombo de los sikuris.
Puedo sentir su alma, en la armonía de la zampoña.

Siento que su lejanía será, como un adiós eterno.

y........
Tal vez ya no haya remedio para oír lo que se oyó.

En el horizonte, junto al viento, se va alejando aquella armonía que se hizo música en el alma.

y....
Tarde será el lamento por no oír a la madre tierra,
Cuando pedía a gritos que le oyeran su dolor.

Pues tarde será, cuando sus lágrimas ya no caigan,
Cuando se tenga sed.

Tarde será cuando no haya nadie quien te dé, de comer.

Tarde será tu lamento por juzgar injustamente al indio por cuidar a la madre, a tú madre!, a nuestra madre!. Pacha mama.

y......
ya no importa lo que hiciste,
Pues, madre es madre.
Al final siempre te acobijará en su vientre
Donde volverás a ella,
y serás tierra;
tierra bendita.


Milner. G.
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Whau! Que maravilloso encuentro! Tus letras surgen como ese canto de los antiguos entre cantos, danzas y música , enseñanzas que olvidamos aunque seguimos siendo alimentados por la madre tierra la desdeñamos, no escuchamos... Una poesía con un llamado urgente , has escrito algo hermoso, gracias por compartirlo milner, un abrazo hasta tu orilla!

 

Gracias!! Marea nueva, es muy gratificante recibir tus saludos con reconocimiento. GRACIAS!!!.