El domingo de la oruga

Esta bien, Dios no existe,
pero insiste en probar con nuestra ilusión.
Esta bien, si no soy nada,
en nadie tengo que transmigrar.

El soleado esta de día,
el acuario se ha ido secando por fuera.
La oruga va naciendo del anacoluto posterior,
el tiempo deducible es, cual esperma en misógino erecto.

La poesía a veces duele,
en la rutina de quien nunca llegó tarde al placer,
si me reproduje dos oscuridades atrás
fue para salvar la otra muerte inventada.

No me voy a quejar,
me encanta el cinismo arrítmico.

Ella, mi única ella,
siempre está descalza, rodeada de algas
al borde de cualquier verso,
esperando inquieta que la olvide,
pero es domingo
y todo materialista entenderá que escribí
porque mis sabanas hoy también despertaron húmedas…

 

abrazados a la fiebre, al final casi siempre es domingo,
gacias Ros.