El don del que extraña

Porque estoy sin ti…
Llenando el vacío con marcas de vicios
(el cuerpo sediento del milagro de Pentecostés);
las colas atadas son de ron y de un cigarrillo.

-El humo del pasado se ha desvanecido-

Solo hay grillos en los silencios de mi cabeza
una marmota trotamundos extirpando al cielo
de miles de ánimas lascivas de besos.

Se devoran sin saber que se van diluyendo
en ese agujero , llamado tiempo.

Tiempo sin límites o un hombre que al abrazarlo
pueda romperlo y devorarlo, llenándolo de lapsos
o momentos eternos resguardados por duendes.

Hedonismo circulando en la magia del bebedero.

Sara Montaño
Derechos Reservados

 

La nostalgia juega a veces con nosostros. Un placer acercarme a tu espacio amiga.
Besos y estrellas todas.

 

Hermoso poema mi querida amiga Sara, bello y de una exquisita y sublime melancolía que al leerlo llega al alma.
Gracias por tan maravilloso poema como aquí nos regalas para nuestro deleite.
Un beso y un abrazo para ti junto con todas las estrellas para que iluminen tu cielo poético.
Te dejo reputación por tus exquisitos versos.

 

hermosos parrafos hay ausencia de amor en cada silaba .

 

Querida Sara, como has crecido en la poesía, me encanta de deveras tu manera de versar y pues como me gusta la melancolía, en este has hecho un buen trabajo, te felicito