El dos mil se acaba el mundo

El dos mil se acaba el mundo
nací con esta propuesta,
cuatro jinetes negros
han de asolar la tierra.
estaba tan lejana
la profecía incierta,
y nunca pensé que llegara
el tiempo de la respuesta.

El dos mil se acaba el mundo
sólo una hora nos queda,
cuando termine el poema
habrá llegado otra era.
¡Qué virgen estará pariendo?
¡en qué lugar de la tierra
volverán a renacer
el amor y la inocencia?.

En un pesebre de cristal
una clonada oveja,
me dice que no es lo mismo
que hay algo que no concuerda.
Pero...¿Qué puede importar?
si hay una vida nueva,
habrá siempre esperanza
en el alma del poeta.

Huye el tiempo inexorable
hay campanas,
¡Todo es fiesta!
EL MUNDO...
¡EL MUNDO NO SE ACABÓ!
¡Ah!
¡si mi padre viviera!

 

nadie sabe la hora de cada cual, si supieras no te dejarías robar, cualquiera puede ser el día, aquellos entendidos saben conocer el momento de los tiempos, sin anticiparse, hasta que no se cumpla lo que está determinado sobre la santa ciudad no llega el fin, luego de mucha tribulación llega, tienen que caer las estrellas sobre la tierra y temblar los montes cual nunca lo han hecho, el que es sabio se prepara. un saludo

 

Aun no, pero llegará el momento, nada es eterno,
en esta vida nada es eterno.

 

Brise, gracias por tu comentario

 

Gracias por comentar

 

Bello, hermoso, excelente trabajo magnífico.

 

Gracias Jorgre por tu comentario, un abrazo.