El Ébola y la Mato

El Ébola que se estaba
por países de misión,
entre santos misioneros
que salvaban un montón
(de almas, porque a las personas
no las salvaba ni Dios),
viendo que solo infectaba
la Tercera División,
pero sin llegar a Europa,
zona de gran diversión,
maquinó infectar a un cura
abnegado y español,
de un país pío y patriota
que adora el vino y el sol.

Enfermó el cura y lo supo
la de la Gran Sanación,
Ana Te Pillo y Te Mato,
ministra de la Nación.
Y fue saberlo y llenarse
su alma de compasión:
-"Tráiganme presto al buen cura,
que a ese me lo sano yo;
tráiganlo mis curanderos
y la Heróica Aviación,
aplíquenle Protocolos,
envuénvanlo en algodón.
Que vaya al Carlos Tercero,
que anda en desmantelación.
Y háganle un recibimiento
como de Ciencia-Ficción".

El cura llegó y muriose;
el Ébola se quedó
en España y en Europa,
como siempre pretendió.
Mas si preguntan a Mato
cómo el Ébola llegó
les mentará el Protocolo
por toda contestación.
Mas ya, del docto hasta el lego,
retumba la conclusión:
Al Ébola, la Ana Mato
nos lo ha traído en avión.

 

Lo importante es hacerse la foto para conseguir más votos, que luego mueran miles —¡o vaya uno a saber cuántos!— a manos del virus más mortal que existe, es lo de menos. Viva España y sus profesionalísimos políticos, y olé, como siempre.

Un placer haber pasado y saludarle.

 

Asi és Benito,el ébola llegó en avión y se quedó, parece crónica de una muerte anunciada, hubo quien estuvo en contra y levantó la voz para que eso no ocurriera, menos mal que el riesgo de contagio era mínimo según La Mato, muy mal se ha hecho todo para que con solo dos infectados que vinieron a morir aqui ya se haya contagiado el personal sanitario. De los 4000 cooperantes que hay trabajando en Africa directamente con pacientes en condiciones de vida infrahumana solo dos se contagiaron y ninguno ha muerto.
Buenísima denuncia a la incompetencia de la ministra de sanidad.
Saludos

 

Si pusieran a Mortadelo y a Filemón al frente del ministerio de sanidad no podría ser peor...

En España a los políticos solo se les da bien robar, para lo demás son absolutamente inútiles.

Un placer leerte, Francisco. Saludos!

 

Ni Mortadelo y Filemón son más incompetentes que estos politicachos ignorantes, que además tienen cientos de asesores cada uno, para más inri. Señor Luis, téngalo por seguro que cualquiera lo haría mejor. Es un tema que me cabrea, porque el Ébola está catalogado como arma de bioterrorismo desde hace décadas, es muy fácil su reproducción en laboratorios y su mortalidad asciende, la mayoría de las veces, del 90% y nunca baja del 70%. Otra cosa es que nos quieran engatusar, como de costumbre. Con estos políticos: a rezar toca, aunque uno no crea.

 

A mi lo que me "mata" es que estén muriendo miles de personas en Africa y ni los gobiernos ni las farmacéuticas muevan un dedo, no importan esas vidas.
Ahora, la noticia trasciende al mundo entero y hay que mostrar una vez más la incompetencia de los gestores-politicos y la nula importancia que tiene la vida dependiendo de quien se trate.

Qué asco!, está claro que el poema mueve...

Salud y denuncia (creo que me voy a colgar este consigna en adelante)

Palmira

 

Lo que es una vergüenza es que desde sanidad ya están diciendo que la culpa fue de la enfermera y que posiblemente mintió sobre la intensidad de su fiebre... (como si ellos no tuvieran responsabilidad en lo sucedido).

Como propone Pérez Reverte, habría que haber puesto en observación al perro y haber sacrificado a la ministra.

 

Está claro que nos gobiernan mequetrefes, señor Luis, pero los españolitos también tenemos culpa, y mucha, quizá tanto o más que ellos. La enfermera fue a que la depilaran, enferma ya, y no dijo nada a nadie, ni a su médico de cabecera, a los vecinos, a nadie. Solo cuando se encontraba fatal llamó a la ambulancia, y tampoco comentó nada. ¿Cómo es posible que te calles tantos días que estuviste de enfermera en un caso de Ébola? Todos hemos visto películas del Ébola, de terror, y alguien con titulación y experiencia como ella debería saber perfectamente la gran amenaza de tal virus. Y de Reverte mejor no digo nada, solo que si ya es difícil controlar la epidemia con humanos, imagínese con animales. Esto no es un juego, no es tontería para eslóganes porque el Ébola hoy por hoy no tiene más cura que la de uno mismo.

 

El tema es muy triste,el poema es magnífico ! Felicitaciones ! Saludos

 

No compare, señor Vicente, aun en el caso de que hubiera una grave negligencia por parte de la enfermera, habría que preguntar: ¿qué formación especial tenía la mujer para el cometido al que se presentó voluntaria? (si tenía alguna y/o si era o no la formación adecuada).
Durante y después de tratar con el enfermo: ¿qué protocolo de seguridad existía?, que ni siquiera se previó que pudiera haber un descuido humano con las consecuencias que ello podría tener...
...que ni siquiera se les hizo al personal un seguimiento intensivo los siguientes días.

¿Usted cree que se puede permitir que por un error individual de un trabajador, se pueda producir un contagio vírico letal de miles de personas?

¿...Quienes son los encargados de prevenir estos factores/errores y los riesgos consiguientes...?


No me diga señor Vicente que la culpable de todo ello es la enfermera...


En cuanto a lo de Pérez Reverte es evidente que es una ironía. Si bien yo pienso que se debería haber investigado al perro, también soy consciente de que nuestro país no es el sitio más seguro para hacerlo (a las pruebas me remito)

 

Ana Mató a ElPerro.

 

Creo que no me ha entendido, señor Luis. Los primeros culpables, los políticos amantes de fotografiarse y ganar votos, pero no hace falta tener estudios ni preparación para decir desde un primer momento que se estuvo al cuidado de un enfermo de Ébola, y no callarse e irse con fiebre a que le depilen a una las piernas, callarse ante su médico de cabecera y callarse ante todos durante días y días. Creo que esto está clarísimo y que dicha enfermera ha jugado con la vida de los demás. Si enferma el médico, los de las ambulancia o alguien por su culpa, por callarse, no tiene perdón, por muy enferma que esté.

 

El médico que trató a la enferma: “El traje de seguridad me quedaba corto”

Les dejo el titular del diario El País a esta hora. Sin comentarios, señoras y señores.

 

Pues sí Fores sin comentarios, Spain is diferent.

Eso de yo soy español, español, español, a veces lo decimos bajito por si acaso.

Si lo del titular es cierto es de traca y si no lo es, al periodista ya le vale.
Pero claro, es que después de leer eso, uno no se puede tomar las cosas en serio si ellos mismo no lo hacen,a pesar de la gravedad del tema, y la poca pulcritud que tuvieron.

Porque supongo que si se hubiese acatado el protocolo, en caso de que este fuese el adecuado, no hubiera pasado esto, porque es de risa.

A saber cómo coño era el traje, lo mismo la enfundaron en un mono de albañil.
Pero desde luego los responsables del cuidado de esos enfermos, el equipo médico y todo el equipo encargado del traslado,telita con ellos.

Hay cosas que las que no se puede delegar, ellos son los máximos responsables y no una enfermera o auxiliar de enfermería, que encima de ser contagiada y veremos si sale de esta, le están cayendo las culpas.

Pues manda huevos y mandó una docena.

 

Sí le he entendido, señor Vicente, pero ¿quién es más culpable?, ...¿el empleado no preparado para un trabajo de alto riesgo, o quien le pone a trabajar ahí sin estar seguro de su capacidad, y además sin prever riesgos y errores humanos?

De acuerdo que la enfermera seguramente lo ha hecho mal, pero antes, durante y después ha existido una cadena de errores por parte de los máximos responsables del asunto, y a mí lo que más me indigna es que ahora están como locos intentando descargar responsabilidades.

 

Es lo que digo. Ha habido un sinfín de negligencias y despropósitos, y ahora resulta que quieren linchar a la enfermera...

 

en efecto, creo que descargar las culpas en una enfermera que se ofreció de voluntaria para tratar estos pacientes es por lo menos inapropiado. Yo diría que repulsivo. De la enfermera podemos decir que tuvo un actuar ciertamente irresponsable, sí, pero no siento que haya obrado con la malévola intención de desatar el apocalipsis en españilandia. Sino que más bien ella hizo lo que hizo por su falta de preparación y por una total ausencia de medidas de control básicas por parte de sus superiores y del sistema, que seguramente veían y siguen viendo desde la tv lo que está pasando con el ébola.

 

Lo de siempre Luis, balones fuera. Siempre echándole la culpa el otro y al que menos culpa tiene.

Además de ineptos, incapaces, y chapuzas, qué poca honradez y que poquita vergüenza.

Lo raro es que no le hubieran echado la culpa al perro, iba a decir una burrada pero me callo por si se malinterpreta.

Un abrazo Luis.

 

Está claro que es un cúmulo de despropósitos: traer a un enfermo cuya cura es igual de casi nula efectividad en África y España, traerlo a pesar de carecer de medios seguros, que una enfermera se ofrezca voluntaria y se limpie el rostro en un caso de vida o muerte, que se vaya a su casa y mienta sobre la fiebre (es imposible que no la tuviera alta si tiene Ébola), que se vaya a depilar (repito), al médico (repito), haga vida normal (repito), etc., y todo ello "olvidándose", callándose (repito) que estuvo al cuidado del misionero con Ébola. Huele mal el caso, desde un principio hasta el final, que es la enfermera. Caso extraño, muy extraño. Y la enfermera, más que culpable al exponer a todos los que la rodeaban a una muerte casi segura, esperemos que no sea así, pero los vientos van para allá.

 

Pues si Fores, algunos tienen que empezar a plantearse si son serios y competentes y el que no valga que se vaya para su casa. Pero eso de suspensión de empleo y sueldo, pasa poquitas veces, y la mayoría injustamente y lo de apartar a ineptos de la carrera, ya es casi imposible.

El maldito corporativismo y la falta de honradez, lealtaz, elegancia y nobleza.

Me parece alucinante que el peso de esta negligencia en una enfermedad como el ébola, en la que no hay vacuna posible ni medicamentos con la que atajarla, y que es mortal prácticamente en el noventa por ciento, caiga sobre una auxiliar de enfermeria o enfermera.

No somos razonables, ni justos, ni coherentes y no tenemos sentido común y evidentemente lo estamos pagando. El planeta lo esta pagando. Esto es una muestra.

 

No estoy tan seguro de sus afirmaciones señor Vicente.

Por lo visto, el ébola en sus primeras fases no da fiebre alta, y además, si alguien tiene fiebre alta lo que hace es meterse en la cama, (desde luego no está para irse a depilar...)
Por otro lado, es lógico que no vaya contando por ahí que ha estado cuidando a un enfermo de ébola, sin contar con que si hubiera intuído que estaba contagiada, ella misma hubiera salido corriendo al hospital y no se hubiera arriesgado a contagiar cuanto menos a su marido. No lo veo tan claro...

Bueno, en cualquier caso de momento todo son conjeturas, menos para los de sanidad que ya han encontrado su cabeza de turco.


Abrazos amigos, mañana seguimos... y besito compi.

 

Observación general.- Aunque colgué ayer este tema veo que se ha montado una discusión sobre ello que en principio no veo mal pese a las posturas algo enfrentadas de algunos contertulios. Relativo a todo ello me cuadran dos cosas a hacer:
1) Ir contestando uno a uno a los amables comentaristas en cuanto que se dirijan a mí.
2) En relación con la polémica generalizada, no debo contestar a cada comentario, sobre todo porque la mayoría de ellos no se dirigen a mí, aunque sea yo el que haya podido suscitar la polémica con mi romance. En su lugar, más adelante, cuando la polémica haya amainado, daré mi opinión, que no pretende estar por encima de ninguna otra, pero que me considero obligado a darla como patrocinador del tema.

 

Gracias, Évano, por comentar el tema. En cuanto a tu postura, puedo estar de acuerdo en términos generales; solamente te matizo que , al menos en lo referente al Ébola y antecedentes, no todos los políticos, mejores o peores, se han pringado por igual ni en la dudosa decisión de traer a los enfermos a España cuando no solo no había preparación ni experiencia del personal sanitario en esta enfermedad infecciosa sino, lo que es peor, lo poco que había se estaba desmantelando (el hospital Carlos III, heredero del hospital del Rey, centro decano en enfermedades infecciosas, y que estaba en proceso de desmantelamiento para dedicarlo a geriátrico, dentro de la desastrosa política demoledora de lo público que lleva a cabo la Comunidad de Madrid - yo me manifesté junto a los de la marea blanca contra ese desmantelamiento). El ataque a la sanidad pública, característico de la disminución de la actividad estatal que promueve el neoliberalismo, está en el trasfondo de este desastre. España está siendo pionera de la mano del PP en este retroceso; y de esos polvos vienen estos lodos: hoy es pionera en Europa en la importación y el contagio del Ébola, del que se pretende culpar a la víctima. Sería estirar mucho las cosas el culpar a todos los políticos profesionales por igual en este tema.
Gracias y un saludo.

 

Muchas gracias, Valen_tina. Estoy de acuerdo en lo que dices, pero voy algo más lejos que a culpar a Ana Mato, que también, pero me quedaría muy corto sino trascendiera de ahí y no lo enmarcara en la culpable política de desmantelamiento de la sanidad pública que con toda intención lleva el PP según las directrices de jibarización de lo público que le marca el neoliberalismo imperante y sus mentores de la escuela de Chicago, en beneficio de la sanidad privada. Sería insuficiente quedarse en la impresentable ministra, que al fin y al cabo cumple órdenes, y no remontarse a los verdaderos mentores. Se destruye una de las mejores sanidades públicas de Europa (antes lo había hecho la Thatcher en Inglaterra-ya le puede hacer películas, ya) y cuando, como el Carlos III, está desmantelada, resulta que no nos sirve de escudo para el Ébola, y echamos la culpa a la pobre enfermera que se infectó ¡Qué villanía! Pero no debe sorprender: del accidente del Metro de Valencia se echó culpa al conductor fallecido, del accidente del Alvia de Santiago, también al maquinista, y así, y algunos cuando un dedo señala a la Luna se olvidan de ella y solo miran al dedo ...
Un saludo.

 

Gracias, querido amigo Maramín. En tiempos de esperpento lo que más lamenta uno es no tener la pluma de un Valle Inclán, pero, mira, menos da una piedra, y más da un romance.
Gracias y un fuerte abrazo.

 

Estoy totalmente de acuerdo con sus palabras. De hecho no creo que haga falta decir más qué son y qué están haciendo estos dirigentes que hoy en día tenemos. Me meterían en la cárcel si expresara lo que pienso de ellos. Pero ello no me ciega para ver claramente la negligente actuación de la enfermera, cuanto menos de una falta de profesionalidad que asusta. Y no solo de ella, sino del conductor de la ambunlacia que sigue con su trabajo, recogiendo a siete pacientes más, después de que la misma enfermera le dijera que podría padecer Ébola. Que se callara ante la médico de cabecera, o que el médico que la tratara haya dicho que las mangas del traje le iban cortas, pues no entre usted, mi señor, hasta que no le traigan un traje apropiado. Como bien dice el señor Libra, ni Mortadelo y Filemón lo harían peor. ¿Es que no había un médico más bajito, y no uno de más de dos metros de alto? No ha habido ni la más mínima profesionalidad por parte de estos señores. Siento decirlo, pero ¿y si enfermaran las peluqueras que la depilaron, o cualquier otro que hubiera estado en contacto con ella? Fue allí, a depilarse, después de visitar y callar que había estado tratando a un enfermo de ëbola. Es lo que pienso ante este cúmulo de despropósitos y la terrorífica falta de profesionalidad de la que han dado muestra.

 

Hola francisco. Se me atraganta un poco la cerveza tsingtao que conseguí en la barra cantonesa de aquí cerca contemplando posiciones muy poco comprensibles.

No entiendo las agudas motivaciones de don évano al insistir de forma sistemática en que la enfermera y, también ahora el conductor de la ambulancia, son culpables de poner en riesgo las vidas de una ciudad, e incluso, de un país entero. No sé si tras ese esfuerzo se esconde el ansia por demostrar una maldad inherente en el ser humano, no lo sé. Lo que sí sé es que no es justo criminalizar el actuar de una persona cualquiera, que a todos los efectos no estaba preparada para afrontar lo que le pasaba a ella y lo que pasaba a su alrededor.

El desconocimiento nace con nosotros tras 9 meses a travez del coño de nuestras madres, y nos tira a la incertidumbre de un mundo hermoso y cruel en la misma medida. De forma similar, a esta pobre chica auxiliar de enfermería, la arrojaron del avión sin paracaídas: y ella, en su inocencia, fue voluntaria a caer gustosa al más oscuro de los precipicios. Y no contó, desgraciadamente para ella, con el obligatorio y continuo monitoreo de las fuerzas que supuestamente dirigen la operación. Para su desgracia, parece que sí contó con su ineptitud y con su cachondeo.

Ella fue a depilarse. Se rió con amigas. Le hizo el amor a su marido. Vivió su vida, por una semana, con una sonrisa, y con una cerveza. Como cualquier otra muchacha del mundo, que sueña con la vida mirando al techo, recostada sobre su cama.

Nadie de los que supuestamente estaban en control fue a su casa a preguntarle cómo se encontraba. Nadie chequeó ni a uno solo de los implicados en atender a los repatriados de ese terror que se come al desahuciado continente africano. Y ahora resulta que la crisis del ébola en españa es consecuencia de la maldad de una chica que pecó por asistir rutinariamente a depilarse las piernas.

Estaría bien en tal caso, si un grupo de presión con un pensamiento afín lo promoviere, un juicio sumarísimo para la involucrada. Ya saben, al estilo de los juicios durante una guerra mundial. O mejor aún, como en la inquisición: que la lleven en carreta y todo hacia la hoguera, con el público asistente tirándole tomates, enfundados todos en trajes espaciales para evitar la infección. Si no se da antes el infortunio claro está, de que la sospechosa -ya culpable- se convierta pronto en una estadística más de fallecidos por el ébola.

Ahora le seguiré dando caña a mi chao fan. Saludos a todos.

 

Pues yo no estoy tan obnubilado, evano, para seguir discutiendo sobre una evidente campaña de culpabilización de las víctimas basada en afirmaciones inciertas instiladas por la mente insidiosa de un desdichado burócrata que quiere tapar su más que evidente responsabilidad con calumnias sobre personas que se ofrecieron voluntarias para un trabajo humanitario de riesgo y han tenido la mala fortuna de verse al borde de la muerte por errores de otros. Yo no colaboraré con la insidia, evano, y usted tampoco debería ni aunque tuviera información directa sobre ello que no puede tener ni tiene. Lo siento pero no lo haré. Buenos días.

 

A mí también se me atraganta, no la cerveza sino la mala baba. Y estoy muy de acuerdo con usted y lo que dice.