El electricista angelical

Te llamas Bernardo, y te conozco.
Vas por la calle, silbando.
Trabajas vendiendo enciclopedias.
Llevas unos zapatos marrones, sin calcetines, y te harán rozaduras, dentro de un año.


Además, comes muchas galletas redondas con chocolate.


Sé que bebes cerveza tibia, que metes en el micro-ondas, durante medio minuto,
y también, que cuidas de una tortuga que se baña en una bañera muy honda.
Un gran cocodrilo protege el foso de tu castillo feudal,
y tu novia se llama Remedios...





Y es modista, y expone sus trajes en la pasarela. Ella no te odia. ¡ No la lastimes !


¡ No, Bernardo !
Vamos a comportarnos como es debido: Como Dios manda.
Hoy, seré tu mentor. Tu tutor. Tu instructor. Ponte de rodillas...
Te armaré caballero, con esta espada. Y serás un Alonso Quijano manchego, y buen escritor.


" No te creo. Y tú me recuerdas a un electricista loco, ¡ Loco ! "