El era como mi hermano.

El amigo que perdí.




El era como mi hermano, lo conocí de toda la vida
jugábamos al trompo, también a las escondidas
es cierto que era inquieto, a esa edad quién no lo sería,
su padre fue un alcohólico , su madre una perdida
dos joyas que esperaban como saliera la cría.

Creció como todos los muchachos de arrabales
jugando a la pelota , a diario en los arenales,
que quimba, que cintura, su fútbol era un prodigio
le vaticinaron gran futuro, pero pronto le ganó el vicio.

Se alejó del barrio, se apartó de los amigos
dos años y tres meses ,por las calles de San Isidro,
muchos dicen que lo vieron , caminando como perdido
idiotizado con la droga, tan flaco y desconocido.

Una mañana de invierno, de esas que calan los huesos
lo encontraron frío y tieso, con una bala entre los sesos;
ni una lágrima, ni un sentir lastimero
la gente que lo miraba, pasaban sin detenerse,
solo un perro vagabundo, desnutrido y medio ciego
se acercó oliendo el cuerpo y le lamió la frente.

Dicen que dos policías, se lo llevaron de entierro,
lo cierto es que llevaron , su cuerpo hacia el botadero,
donde los buitres se peleaban hasta para comerse los huesos,
de ésto recién me entero, me lo contó un hombre viejo,
el era como mi hermano , mi ídolo en otros tiempos.​

 

Alguna vez,
podré demostrar que mis amaneceres
no dormían en ti pensando,
que mi luna jamás se desvelo.
Por que te soñaba, amigo mío.

Un verdadero honor leerte en esta magnifica composición, de detalles en imágenes que narran tu historia en la memoria de cada uno de nosotros.