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El establo

Tema en 'Poesía Surrealista' comenzado por Orfelunio, 19 de Febrero de 2012. Respuestas: 3 | Visitas: 786

  1. Orfelunio

    Orfelunio Poeta veterano en el portal

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    El establo



    De tanto y tanto viajar
    encontré un circulito de amigos;
    y cada uno decía
    contando de acuerdo vulgar,
    letras y letanías
    que a un pueblo hizo sudar.

    Y era una vaca tan flaca
    y era un toro tan hondo,
    que nadie veía a la vaca,
    y menos al toro cachondo.

    Pasó cerca la paca.
    Preguntó: ¿la vaca?,
    y no contestar fuera tongo,
    si no viera calle con placa
    que es calle del toro… Supongo.

    De Samarcanda me vine,
    a Samarcanda me voy,
    y pasaré por Borneo,
    descansaré en Sumatra
    y seguiré hasta Japón.

    Y si a la China no llego,
    en Samarcanda mejor,
    me quedaré todo egeo
    por un Confucio mogol.

    Y aunque la nota solfeo
    quede muy lejos de Algol,
    habrán más mares que ciegos
    porque del mar soy señor.

    Navego con alas y vuelos,
    anciano recorro farol;
    observo islotes y pueblos,
    duermo a la luz de ababol
    soñando con ser Katmandú
    en brazos de Ulán Bator;
    despierto sigo bemol,
    y ahora el reflejo del sol
    es gran imperio manchú.

    Si ahora me toca a mí,
    ni vacas ni toros
    ni puentes lejanos,
    ni sotas, caballos y reyes;
    ni ases de picas,
    que un trébol perfil
    es fama de los corazones,
    en rombos que son atolones
    y vientos de samba Brasil.

    Que si te lo digo,
    que si me lo callo,
    no tendré el recibo
    ni carta de pago.

    Por eso yo amigo
    hablo, hablo y hablo;
    si no estás conmigo
    ya no eres vocablo.

    Come, bebe y piensa
    no todo a la vez;
    que si canta el menda,
    no habrá sana almendra
    sin un buen jerez.

    Duerme tranquilito,
    sueña ser un pez;
    si te ves bonito,
    a la lata pues.

    Si conservas culto
    no ocultes la miel;
    no hay mayor insulto
    que el creerse nuez;
    y si cascar de bulto
    es tener la vez,
    paso este despunto
    y al siguiente rey.

    Ya sé que me toca,
    ya sé que aquí estoy;
    si no abro la boca
    yo callo y me voy.

    Asustado me tengo
    caricatura de hoy,
    que al fantasma de ayer
    y como al clavo no doy,
    paso el martillo rodando
    y sigue tocándole a usted.

    Bien estaría un refrigerio,
    alguna puntilla,
    una moza de grande salero,
    una mesa llena de illa,
    y un continente de vino santero.
    Un jamón de perilla,
    unas carnes de cerdo;
    unos panes del horno de vuesa
    señora del gran panadero.

    Pero más grato sería,
    unas coplas alegres
    cantadas al temple
    desta glotonería;
    pues ojos irían volando
    tras faldas volantes,
    y muslos de pollos al arte
    desa galana llamada Sofía,
    qu'es reina de todo estandarte
    y dueña de aquesta logía.

    Quedaron todos ahítos
    de tanto darle a la lengua;
    que un calor sin palmito
    es frío que intenta la vuelta…

    ¡Por fin un aire bendito! –pestillo.
    Abrieron la puerta.

    Soy un pobre mendigo
    que traigo las manos dispuestas.
    Vengo de tierras lejanas,
    de vacas sagradas, de toros en fiestas,
    y busco a la señora grandeza.
    Dragones he visto, y monstruos tetras,
    lunas y atisbos de soles cometas.
    Pasé por los circos, entré en las ballenas;
    sufrí los pedriscos, olí hierbabuenas.
    Cansado y sin patria que fuera
    conviví con moriscos, cristianos de tabas,
    y griegos mundanos de Tebas.
    Fui rico y obispo… ¡San Pedro me llueva!,
    y vengo a fundar una iglesia,
    iglesia de humanos ariscos
    en este pedazo de tierra.

    Funda, funda… fúndala.
    Tumba, tumba… túmbala.
    Yo la fundo y la fundí…

    ¿Que’sa dama no está aquí?

    Si está posada será dama,
    y Notre Dame está en París.

    Pase usted amigo,
    está a buen recaudo.
    Somos varones dispuestos
    y nos gustan los hombres fajados.

    ¿Probó usted la oreja?,
    ¿probó el guisado?
    ¿Y los ojos, mollejas y caldo?
    Sólo una falta le aqueja…
    ¡Comernos a todos el rabo!

    Pase usted y cierre la puerta.
    Bienvenido al establo.

    Los vientos ondulan los moños,
    las hojas al mismo son,
    del árbol alegre y risueño,
    que espera al otoño
    perder su verdor.

    ¡Tú, águila feliz!
    ¡Yo, hombre constructor!
    El polvo del pueblo,
    el sueño
    de un viejo labrador.

    Los toros tenían los rabos cortados,
    los toros sin orejas, los toros sin ojos,
    los toros en roscas,
    sin rabos los toros en quejas;
    los toros guisados, llenos de moscas.

    El que tenga oídos atienda:
    “un lobo anda perdido
    y viste de humana apariencia;
    aúlla de noches herido
    en luna de blanca rareza;
    no tiene tierras de nido
    y busca engañar a su presa;
    que nadie viaje en su mito…
    La muerte... cabalga de cerca.
     
    #1
    Última modificación: 19 de Febrero de 2012
    A LUZYABSENTA le gusta esto.
  2. Cisne

    Cisne Invitado





    Poeta
    excelente narrativa con esas metáforas de establo
    me ha gustado leerte
    Felicitaciones y un abrazo
    Ana
     
    #2
  3. Orfelunio

    Orfelunio Poeta veterano en el portal

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    Muy agradecido por tu comentario, Cisne, un abrazo
     
    #3
  4. LUZYABSENTA

    LUZYABSENTA Moder Surrealistas, Microprosas.Miembro del Jurado Miembro del Equipo Moderadores

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    Bella narrativa, espectacular ambiente en ese recorrido que bien parece
    una respiracion de ensoñada trayectoria. excelente. saludos amables de
    luzyabsenta
     
    #4

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